Su trayectoria como cirujano comenzó tras licenciarse en Medicina y Cirugía por la Universidad de Barcelona en 1950, cuando al finalizar la carrera se incorporó al Servicio de Cirugía General del Hospital de la Santa Creu i Sant Pau; tras obtener una beca de formación realiza varias estancias en centros europeos de referencia en Cirugía General, Cardíaca y Vascular, donde entra en contacto con los cirujanos pioneros de distintas técnicas en Cirugía Vascular. Entre estas destaca su presencia en el Hospital Boussais de París con el profesor Gaudart d'Allaines, donde conoce al Dr. Dubost, quien realizó con éxito la primera intervención de un aneurisma de aorta abdominal. En Estrasburgo entra en contacto con René Fontaine, uno de los grandes maestros en la isquemia crónica de miembros inferiores. En Londres, en el St. Mary's Hospital, tiene la oportunidad de trabajar con Eascott, quien según algunas fuentes realiza la primera endarterectomía carotídea, tal y como la conocemos, en 1953.
Posteriormente decide realizar una estancia en Houston, centro de referencia de la Cirugía Cardiovascular mundial, y tiene la gran suerte de ver trabajar a los padres de la Cirugía Cardiovascular moderna: DeBakey, Crawford y Cooley.
Toda esta formación recibida comenzó a materializarse cuando en 1955 se incorpora como médico adjunto del Servicio de Cirugía General del Dr. Soler Roig con dedicación especial a la Cirugía Vascular hasta 1970. Y es en este año cuando crea el primer Servicio de Angiología y Cirugía Vascular de la Seguridad Social de España, en el Hospital Vall d'Hebron de Barcelona, conocido entonces como Residencia Francisco Franco, y donde permaneció como Jefe de Servicio hasta su jubilación, en 1994. La consolidación de este servicio comenzó con la realización de Cursos de Cirugía arterial en directo desde 1972 hasta 1977 y con el inicio de la docencia en el Servicio con la entrada del primer residente en 1971. Una de las mayores aportaciones del Dr. Sobregrau fue en el campo de la revascularización de extremidades inferiores en los años setenta: impulsó la técnica de bypass frente a la endarterectomía e inició y consolidó el bypass femoropoplíteo y femorodistal como técnica de elección en la revascularización de los miembros inferiores. Destaca también su gran experiencia en la cirugía de los aneurismas de aorta abdominal, en la cirugía de las arterias renales y en la revascularización de los troncos supraaórticos proximales, siendo pionero en el país en la realización de estas técnicas. Su trabajo científico también fue prolífico: más de 90 publicaciones en revistas nacionales y extranjeras, 90 conferencias y múltiples simposios y mesas redondas.
Desde el punto de vista institucional, como no podía ser menos, recibió distintos reconocimientos y fue Presidente de la Sociedad Española de Angiología y Cirugía Vascular, de la Societat Catalana d'Angiologia i Cirurgia Vascular y representante en la Sociedad Europea de la especialidad, así como miembro de honor de varias sociedades científicas. En 1995 recibió la medalla President Macia como reconocimiento a su trayectoria profesional.
Pero lo que da trascendencia a toda esta trayectoria es la creación de una escuela de Cirugía Vascular reconocida en todo el país. En el Servicio dirigido por el Dr. Sobregrau se han formado muchos cirujanos vasculares que posteriormente han sido Jefes de Servicio en distintos puntos de España.
Para mí fue el maestro y un referente. Creo que las evidentes cualidades humanas que tenía, así como su capacidad de trabajo, su constancia en los objetivos y el ser inasequible al desaliento le llevaron a ser uno de los pioneros de la Cirugía Vascular.
Y para terminar, recojo unas palabras manuscritas por el Dr. Sobregrau en enero de este año: "Creo que el ejercicio de esta especialidad y la adquisición de experiencia tiene un símil con aquellas palabras de Churchill cuando de forma sincera y contundente afirmó que la guerra se ganaría con sangre, esfuerzo, sudor y lágrimas. La sangre de los pacientes, el esfuerzo y el sudor del cirujano angustiado por las dificultades y complicaciones y las lágrimas compartidas por los familiares y hasta por el médico cuando éste debe informarles de la gravedad y la muerte de un paciente".