Caso clínico. Varón de 70 años de edad que acude a urgencias por dolor abdominal, fiebre de 38,4 °C y melenas. Cuatro años antes por un aneurisma de aorta abdominal infrarrenal roto se realizó una resección e injerto recto de Dacron ® y presentó un postoperatorio complejo con dos meses de ingreso en la UCI. A los 10 meses se le diagnosticó infección de prótesis aórtica. Se trató con ceftazidima, linezolid, fluconazol y metronidazol durante seis meses y presentó una gammagrafía con 99mTc de control negativa. El paciente rechazó la intervención quirúrgica. En la exploración física destaca abdomen agudo y ausencia de pulsos en miembros inferiores sin flujo distal arterial. La angio-TC abdominal mostró abundantes burbujas de gas a la altura de la aorta, diagnóstico de infección, trombosis terminoaórtica y asas de intestino delgado en contacto con la aorta compatible con fístula aortoentérica (Fig. 1).
Tras laparotomía media se apreció contenido hemático en el intestino delgado y dos fístulas aortoentéricas. La pared aórtica era friable, necrosada y presentaba dos roturas contenidas, una en cada anastomosis (Fig. 2). Se retiró la prótesis, se suturaron el muñón aórtico y las fístulas, y se realizó un bypass axilobifemoral con politetrafluoretileno. La evolución fue hacia fallo multiorgánico y falleció al quinto día. El cultivo de la pared aórtica fue mixto aerobio-anaerobio, y el hemocultivo, positivo para Streptococcus sp. grupo viridans.
Discusión. La infección de injertos aórticos tiene una incidencia baja (0,44%) similar entre cirugía abierta y endovascular. Se presenta con más frecuencia durante el primer año postoperatorio [1]. La clínica puede ser sepsis, íleo paralítico, sangrado digestivo, lumbalgia (erosión vertebral) y/o bacteriemia (infección de la pared arterial, del trombo mural o endocarditis segunda) [2]. Los microorganismos más asociados son Staphylococcus aureus, Staphylococcus epidermidis, Escherichia coli, Enterococcus, Pseudomonas aeruginosa y Candida sp. [1]. Se ha relacionado con septicemia, contaminación durante su implante e infección de herida quirúrgica (principalmente con abordaje femoral).
El tratamiento tradicional es la retirada completa de la prótesis, la sutura del muñón aórtico y una revascularización extraanatómica, pero se asocia a un 15-75% de mortalidad, 5-23% de rotura del muñón aórtico, 7-37% de pérdida de la extremidad y una permeabilidad primaria del 43% a los tres años [3]. Las alternativas terapéuticas son múltiples: reconstrucciones con vena, aloinjertos criopreservados, prótesis sintéticas o la preservación (completa o parcial) de la prótesis. El tratamiento exclusivo con antibióticos no es curativo [2,3].