Las tumoraciones carotídeas paracervicales son una entidad rara y con una incidencia baja, sobre todo si las comparamos con las malformaciones aneurismáticas intracraneales. La localización varía en función de la etiología: sífilis, tuberculosis y otras infecciones locales fueron la causa más común hasta hace 50 años, y hoy día lo son los traumatismos y la cirugía carotídea previa.
Caso clínicoVarón de 58 años con una tumoración cervical surgida tras la realización de un acceso venoso yugular temporal para hemodiálisis. Los estudios complementarios confirmaron la presencia de un pseudoaneurisma carotídeo. No hubo sintomatología neurológica o local asociada. El paciente precisó cirugía reparadora con buena evolución postoperatoria.
ConclusionesEl acceso venoso yugular suele ser la vía más utilizada para el catéter temporal de diálisis por su comodidad y fácil acceso, así como por la baja incidencia de yatrogenia. Una de las complicaciones más frecuentes es la punción accidental de la arteria carótida, que no suele ser problemática, puesto que la retirada de la aguja y la compresión de la zona evitan la aparición y progresión del hematoma. Los aneurismas carotídeos son una entidad poco frecuente, y es aún menor la incidencia de pseudoaneurismas pos-traumáticos.
Paracervical carotid tumours are a rare condition with a low incidence, especially if we compare them with intracranial aneurysmal malformations. The location varies according to the causation: syphilis, tuberculosis and other local infections were the most common cause up 50 years ago, and today these have been replaced by traumatic injuries and previous carotid surgery.
Case reportWe report the case of a 58-year-old male with a cervical tumour that appeared after a temporary jugular venous access had been opened for haemodialysis. Complementary studies confirmed the presence of a carotid pseudoaneurysm. There were no associated neurological or local symptoms. The patient required restorative surgery and post-operative progress was good.
ConclusionsVenous access through the jugular is usually the most commonly employed opening for a temporary dialysis catheter, due to its practical, easy access and also owing to the low rate of iatrogenic effects. One of the most frequent complications involves accidental puncture of the carotid artery, which does not usually represent a problem because withdrawal of the needle and application of pressure to the area prevent haematomas from appearing and developing. Carotid aneurysms are a rare condition and the incidence of post-traumatic pseudoaneurysms is even lower.