Desde que Parodi colocó la primera endoprótesis (EP) en 1991, la terapéutica endovascular ha tenido una evolución creciente y su utilización forma parte de la práctica quirúrgica diaria. Con el paso del tiempo han surgido nuevas complicaciones cuya resolución no siempre está consensuada.
Caso clínicoVarón de 74 años con alto riesgo quirúrgico que fue tratado con una EP de tipo Vanguard bifurcada por un aneurisma de aorta abdominal. El postoperatorio cursó sin complicaciones. En la radiografía de abdomen a los seis meses se observó una rotura de la sutura proximal; la tomografía computarizada (TC) no informó de complicaciones. A los dos años, la TC mostraba una fuga de contraste en las ramas, aunque se mantenía el diámetro del saco. Medio año después, el tamaño del aneurisma había crecido 1cm. La angiografía por sustracción digital mostró una fuga de tipo II que requirió la embolización con coils. En los controles posteriores, la TC demostró la disminución del aneurisma y las radiografías evidenciaron una progresiva angulación y elongación de la EP. A los seis años y medio de la colocación de la EP, el paciente acudió a urgencias por un dolor lumbar e hipertensión. En la TC de urgencias se observaba una migración de la EP con extravasación de contraste en el saco sin sangrado retroperitoneal. El paciente fue intervenido y se encontró una extracción de la EP dificultosa. Finalmente falleció por shock hemorrágico.
Since the first stent was placed by Parodi in 1991, endovascular therapy has continued to develop and grow and it is now commonly used in daily surgical practice. As time goes by new complications have arisen and specialists do not always agree on how to resolve them.
Case reportOur study involved the case of a 74-years-old male with a high surgical risk who was treated for an abdominal aortic aneurysm by means of a bifurcated Vanguard-type stent. No complications occurred during the post-operative period. An X-ray of the abdomen taken at six months revealed breakage of the proximal suture; a computerised tomography (CT) scan did not show any complications. At two years, the CT showed a contrast leak in the branches, although the diameter of the sac was preserved. Half a year later, the aneurysm had grown 1cm. Digital subtraction angiography showed a type II leak that required coil embolisation. In later revisions, the CT scan showed that the aneurysm had got smaller and x-rays evidenced a progressive kinking and lengthening of the stent. Six and a half years after placement of the stent, the patient visited the emergency department because of lower back pain and high blood pressure. The emergency CT scan revealed migration of the stent with contrast extravasation in the sac and no retroperitoneal bleeding. The patient was submitted to a surgical intervention and extraction of the stent was found to be a complicated procedure. The patient finally died due to haemorrhagic shock.