De forma preferente se realizó resección del aneurisma y bypass AFS-poplíteo con prótesis (PTFE anillada de 8mm) por abordaje posterior (figura 1). El paciente presentó una evolución postoperatoria favorable, con recuperación de pulsos distales, reducción de datos inflamatorios y edema, siendo dado de alta a los 5 días de la intervención y permaneciendo asintomático a los 8 meses del seguimiento.
La indicación de tratamiento quirúrgico se establece por tratarse de un aneurisma sintomático, con riesgo de desarrollar complicaciones isquémicas agudas (bien trombosis del aneurisma, bien ateroembolia de territorios arteriales distales) o rotura del mismo1.
Descartamos el tratamiento endovascular porque el paciente presentaba clínica compresiva venosa (que no se resolvería) y por el elevado riesgo de persistencia de geniculares permeables generando endofugas, dado el tamaño del saco aneurismático2.
Escogimos el abordaje posterior ya que ofrece una buena exposición de la fosa poplítea, salvo en territorio distal (no siendo necesario en nuestro caso). Queda demostrada su utilidad para el tratamiento de aneurismas localizados exclusivamente en la fosa poplítea y para pacientes con síntomas compresivos, ya que permite la extracción del trombo y la ligadura de todas las colaterales geniculares. Ravn et al.3 y Björcka et al.4 demuestran en su estudio que existe una expansión tardía en los casos tratados mediante bypass por abordaje medial. Esta complicación, que prácticamente no existía después de una operación por abordaje posterior se asoció con síntomas en la mayoría de los pacientes, con necesidad de reintervención en algunos casos.
Respuesta correcta: d.