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ORIGINALES
By-pass
f6moro-dista!
con
vena
safena
aut61oga
<<in
situ>>:
revisión
a
cinco
años
Femorodistal
~(in
situ),
saphenous
vein
bypass:
five
years
review
Migiiel
Gr~tiér~ez
Rnz
-
lrrlio
Riirlr(~rrez
de
In
Cnll~
-
Mwrlrel
Qtiintoiín
Corriori
-
lorgr
Cirrr~cn
Mni7
trcrr
-
Bclét~
Gnrrin
Mnrfíiii*~
-
Miiifíi~
Veras
Troncosu
-
Ave
J.
Rodrígrrcz
Motitnibdii
-
Iriis
Fri.irOiirire-
L7xrlrIt.irnrrin
-
Rirnrdo
Gesfo
C~stroiiiil
lix)m
dC1
injmto
secpiíil
ciihl
fuern
el
vaso
ITL'PY!~~.
El
~ilí~i~rr~i
Servicio
de
Angiologia
y
Cirugia
Vascvlar
Ac
nnipufncioiies
ineizores
nsoriialinfie
iiinyor
ninrido
la
arte-
(Dr.
R.
Gesto
Castromil)
rin
pm.orwa
fue
el
vaco
reqtor.
Hospital
Universitario
12
de
octubre
Madrid
(España)
Palabras
clave:
Bypass
fémoro-dista!
con
VSA
-in
situ-;
RESUMEN
OItjctizms:
De
1111
totnl
dc
118
tipnss
n
Ircincos
disfalcs
en
ílciil?
s~fciin
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Iial
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In
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Mnferinl
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De
jr~iiio
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1987
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junio
de
1997
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41
(34%)
C~SIJS,
o
ln
tiliial
posterior
en
25
(21
%),
a
In
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32
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del
72%
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Iiilirlnd
scciiirdnsin
n
los
cinco
ailoc
de1
52%.
Lo
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Coriclirsiori~s:
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tasa
de
saIoaci6ti
dt
t'xtrrr~iidmi,
siti
tq.uistir
difrvnrcins
~stadísticarnente
sig~zifica-
salvación
de
extremidad;
injerto
en
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amputaciones
menores
asociadas.
SUMMARY
Obj~~tiriec:
To
detei-iiriirt-
glohi
f~chnicnl
pntmnj
nnd
b~ypflss
pntciiy,
eiqwndi~ig
mi
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reripimt
vtissel
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118
cmes.
Mefhods:
Ec*[7¿'~~1a
J~nr
1957
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1997,
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perwreabi-
Angiologia
-
1/99
2
3
Miguel
Gutierrez
Baz
-
Julio
Rodnguez
de
la
Calfe
-
Manuel
Qulntana
Gordon,
et
a!.
lity,
reg~rdlms
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~ssuci~terf
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lmwr
urlicn
th
ji~ror~t'nl
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y
uias
used.
Key
words:
Fernorodistal
-in
situ-
saphenous
vein
bypass.
Limb
salvage.
Minor
associated
amputations.
Hernodynamic failure.
Introducción
Dcñde
Sa
~alkaci61i
del
primer
bypass
f&moropopPi-
teo
por
Kirirliir
(1)
en
1949,
la
utilizacihn
de
la
vena
safe-
iia
autólo~a
se
ha
considerado
como
el
mejor
coriducto
para
la
revasctilarizaci6n
rnfraing~inal.
Inicialmente
se
utiIiz6
rle
foma
miversal
en
su
modo
ii-ivcrtido
hasta
que
Hnll
(2),
en
1962,
ide6
el
metodo
(cin
situ)>,
el
mal
hie
ampliamente
di~ulgado
por
Lenth~r
(3)
d
modificar
el
valvulotorno
de
Mil&
en
1979.
Desde
entonces
esta
tecnica
se
ha
generalizado
para
Ea
revascularixaci6n
idragenicular.
Con
el
paso
del
tiempo
se
ha
ido
sirnpli-
ficando
gracias
a
la
intrducaó~i
de
valvulotamos
de
Mcil
uso,
como
es
el
de
hrrnitrr.
La
progresi611
de
la
patología
atermclcrhtica
es
la
causa
niás
frecuente
de
isqiiemin
de
miembros
inferio-
res,
y
seal
el
estadio
evolutivo
que
se
encuentre
se
iridicará
o
no
la
revascrilnrizaci6n.
En
el
sector
inh-
popliteo existe
un
acuerdo
prácticamente
undnime
en
operar
5610
aqut?Ilos
pacietites
que
se
encuentren
en
situación
de
isquemia
crítica,
según
el
rqAd
HOC
Comi-
tee
of
Critica1
Isquernia>,
(4).
La
permeabilidad
tarclía
del
bypass
puede
ser
aitera-
da
por
cambios
anatbmicos
y
hernodiiiárnicos del
flujo
proxlrnal,
salida
dista1
y
del
propio
bypass.
Los
dos
pmos
que
afectan
en
mayor
medida
son
la progre-
sicin
de
In
aterwsclerosis
y
la
hperpIasia
intimal(5).
Material
y
métodos
De
junio
de
1987
a
jtinio
de
1997
se
efectuaron
eti
el
Servicio
de
Angiolog'a
y
Ciruea
Vamlar
del
itHospi-
tal
Universitario
Doce
de
Octubre,,
287
bypas~
~in
situ»
de
los
cuales
116
(41%)
heron
a
tronms
distalec.
Se
ha
sealizado
un
estudia
de
coliortes
hist6ricas
con
cardaer
retrospectivo
de
aquellos
injertos
cuya
anasiornosis
dis-
tal
fuera
infrapoplitea.
La
edad
media
de
la
poblacibn
a
estudio
es
de
70
años
(R
39-92),
á8,04*10
para
los
varorics
y
77&,9
para
Ias
mujeres
(p<0,01).
El
61
5
cic
los
pacienkec;
son
hima-
dores
y
el
40%
'0iaMticns.
Por
isqiiemía
aguda
fuero11
ciyerados
18
(15%)
pa-
cientes,
distribiiidos
en
partes
iguales
en:
seis
trombe
sis
agudas,
seis
oclusiones
de
uri
bypass
previo
v
seis
trombosis
de
uir
ancurisn~a
de
poplítea.
En
e!
resto,
100
pacientes
@S%),
la
causa
de
la
cirugía
fue
una
isquernia
dtica
se@n
eI
c<Rccoi.riinerided
standards
for
reports
dealing
tvitli
lower
extremity
ischernia:
Revised
ver-
siom
de
seytietnbre
de
1997
(4).
De
los
100
pacientes
cm-i
isqtiernia
crítica,
el
75%
estaban
en
un
grado
iV
de
la
ctasificacibn
de
Fo?iinine.
A
tdm
los
pacientes
se
les
redizó
de
forma
rutinaria
uti
Doppler
v
una
arteriograffa
de
miembros
inferiores
eii
el
prmperatorio.
Al
alta
se
les
había
realizado
uti
diiplex
control
del
bypass
y
poSterionnente
a
IOS
seis
meses
y
anual.
Analizarnos
en
este
atirdio
la
permeabilidad
de
la
Maiica
según
cudf
sea
el
vaso
receptor,
dada
la
diferen-
te
anatomfa
de
las
arterias
Fnfrapoylfteas:
la
arteria
peronea
a
diferencia
de
las
arterias
tibiales
anterior
y
posterior
no
conecta
directamente
con
el
pie.
Cc
ha
con-
siderado
permeabilidad primaria
si
110
w
ernple6
pro-
cedimiento
quirúrgico
o
radioldgico
durante
la
vida
del
bypass,
y
permeabilidad
secundaria
si
desipu&
de
Ia
oclusión
del
bypass
se
realiz6
trombectomía,
tromboli-
sis
o
angioplastia
translumiiial
y
lo
si
hubiera proble-
mas
con
el
bypasc
o
sus
anastomosis,
aíui
estando
per-
meable
y
fuera
necesario.
ka
anaskornosis
dista1
se
realiz6
a
la
arteria
tibia1
an-
terior
en
41
(341%)
ocasiones,
al
troiico
tibioperoneo
en
20
(161),
a
la
peronea
en
32
(27%)
y
en
25
a
la
arteria
tibia1
pwterior
(215).
El
aridlisis
estadístico
empleado
fue
mediante
tablas
de
vida
dc
Knplnn
M&T,
tabla
de
vida
con
análisis
por
iritcrvalos,
el
test
de
Log
Rmik
y
mediante
el
método
de
lo
aji
a1
niadradon.
Los
parhetros
qiie
se
siguieron
para
la
bwsqueda
de
riii
injerto
en
riesgo
fijeron
los
criterios
de
Bandyk
(6).
Didio
autor recomíenda
íinicmei~te
un
pico
de
veloci-
dad
sistólica
de
menos
de
45
cmlseg.
en
el
segmen-
to
distal
del
bypass
para
realizar
un
mapeo
completo.
Para
61,
una
estenosis
del
75%
con
comlaci6n
angiográ-
fim
es
indicacihn
de
reintervencibn.
Estenosis
de
más
del
50%
tienen
una
incideticia
del
trombosis
del
26%
frente
al
2%
de
10s
bypass
revisados.
Otro
criterio
segui-
do
fue
el
encontrar
un
pico
de
velocidad
sistólica
máxi-
By-psss
f&mmdi
con
vena
safena
autóioga
win
situ-:
misión
a
cinco
ab
nio
de
>W)
mlsg.
en
el
lugar
de
la
atenmis
o
una
razh
de
velocidad
S,4
localizada
proximd
a
la
mas-
tomosIc.
ia
pnneabilidad
opemtoria
(primeros
treinta
dias)
fue
de
100
pacientec
(85%)
en
un
total
de
188
extremi-
dades.
Twimos
18
obstmccionea
precoces
(15%),
de
las
cuales
se
reintervino
de
fom
inmediata
a
nueve,
consiguiéndose
mpembilizar
el
bpas
en
cuatro
de
ellas.
Se
redhmn
diez
amputadones,
Qnco
en
padentes
que
no
se
reoperaron
y
las
otras
ánco
en
aquellos
injer-
tas
que
no
se
consiguieron
"pedk,
io
cuai
expresa
la
situaci6n
de
kpmia
crítica
en
la
que
se
en-
coritraban
los
pacientes
prevíammk
a
la
arugía.
Hubo
un
&tus
pmpratorio
(0,85%),
por
infarto
agudo
de
mido.
Durante
el
seguimiento
registraron
34
dusionea
tardias
(28,8%),
más
aüá
de
los
prhmr<~s
hta
días.
Se
rwikmhieron
por
grado
de
isquemia
no
tulaable
(dolor
de
repasa)
a
13
pacientes,
rdizhdcise
tromk-
tomía
y
extensión
dista1
del
injerto
con
wgmento
de
VSA
a
7
pacienb;
4
-as
y
swtitug6n
de
frapmto
venoso;
1
tr0mktod.a
y
&6n
de
hd-
válvuia
y
una
fibrin6lWs
y
posterior
angioplastia
tms-
luminal
pemifAnea
de
la
anastomosis
M.
De
estos
bem
paaenks,
7
fueron
amputadm
posierionnente
por
nueva
obsttucci6n
del
prodimienta
En
5
p&w-
tes
se
reW
una
amputaci6n
dwcta
por
no
posi-
bilidad
de
rwlascuiarbdón
ylo
Iesiones
isquémicas
no
recuperables.
Los
16
padenles
restantes
no
fueron
intervenidos
por
pmentar
una
isquemia
tolerable
(gra-
do
II)
bien
de
entrada
o
posteriormente
al
tratamiento
con
antiwaguian&
y
lo
hernorrrolspim,
Por
injerto
en
riesw
se
operaron
a
cuatro
pacientes
{3,3E%):
a
dos
se
le
)lizo
una
extensi611
distal,
a
uno
una
sustitución
de
segmento
verioso
y
al
títtimo
uria
ligadu-
ra
de
flstula
arkriwenum
residual.
Se
realiz6
una
angiopiastia
Wumjnai
percutánea
(0,85%)
de
anas-
tomosis
distaI,
asimismo
par
fracaso
hemdhámico
del
bypass.
Estos
injertos
en
riesgo
fueron
mcatados
por
haUarse
en
el
dúplex
de
control
un
picu
de
vefddad
sistólia
45
m
J
sg.'en
el
segmento
distal
del
bypass
o
un
picu
de
velocidad
sistólica
1W1
anlsg.
en
el
lugar
de
la
estenosis
o
una
razón
de
velacidad
L3A
I&da
proximal
a
la
anastomosis.
A
tcdos
das
se
1-
reaJizó
una
arteriograh
preoperatoria
para
confumar
el
diag-
ndstico,
o
localizar
el
lugar
exacto
de
la
leión.
La
permeabikiad
priniariay
secunüarh,
analizadas
mediante
tablas
de
vida
de
hplan-Me2r
a
los
cinco
aAos
es
del
50
y
5%
-vamente
(Fip.
1
y
2).
Viendo
la
tabla
de
vida
con
anslisis
por
intervaim,
la
mayorla
de
las
obstruccionies
mxmieron
duranke
ei
pri-
mer
afio,
teniendo
enttmm
una
permeabilidad
acumu-
lada
del
62%
Rabia
1)-
Hubo
wia
@&da
de
se@-
Mi
GuüBnaz
Baz
-
Juli
Radrlguez
de
la
Calb
-
Manoel
Qliintana
Gordon
et
al.
miento
¿le
18
(15,2%)
pxienb
a
lo
largo
de
diez
mios
de
eshidio.
No
hemos
encontrado
diferencias
estadísticamerite
si@cativcbs
de
permeabilidad
en
hd6n
de
cuál
fue-
ra
el
vaso
receptor,
trcts
el
análisis
ectadlstiw
con
el
test
de
iq
Rwk;
aun
cuando
la
arteria
peronea
no
es
un
vaso
qye
conecte
directm~ente
con
el
pie
(Fig.
3).
De1
mismo
modo
no
hay
diferencias
de
permeabili-
dad
estadicticamente
sigmiicativas
entre
los
diawcos
y
no
diaMtiax
(Fig.
4).
Wizamos
25
amputaciones
menores
(el
21%)
du-
rante
el
mismo
ingreso,
ya
fuera
en
e1
mismo
acto
qw-
núgico
o
durante
d
postoperatoria
inmeciiato.
18
fueron
amputaciones
&@tales
y
7
transmetatarsianas.
Mediante
una
tabla
de
la
di
al
cuadradm
se
estudid
la
asicociaci611
eiihe
el
vaso
reoeptor
de
la
drugfa
de
revas-
cularizaci611
y
la
amputación
menor
asociada
(Tabla
11).
El
vaso
ni6s
frecuente
implicado
en
esta
hadón
fue
la
arteria
portea.
De
las
25
arnputaciones
meno-
res,
13
(52%)
se
realizar~n
criando
la
revascularizaa6n
By-w
%moro-dista1
con
vena
safena
autbloga
*in
situ*:
revisi
a
chico
aAos
Tabla
I
se
hizo
a
este
vaca.
M,
el
valor
esperado
de
ampub-
ciones
digitales
era
de
49
para
la
&a
peronea
mien-
tras
que
el
valor
real
fue
de
12
(p4,Ol).
La
ma
de
salMci6n
de
extremidad
fue
del
72%
a
los
ciiico
aAos
(Fig.
5).
La
supervivenda
global
es
del
68%
a
los
cinco
aAos
(Fig.
6).
La
anigfa
de
revasculanZau6n
de
trQncos
distales
es
una
Mca
ampliamente
emplerida
por
la
mayda
de
Ias
equipos
de
-a
vadar.
Existe
un
a~uerdo
pdc-
ticamente
unhhe
de
emplearla
sola-
mente
en
aquellos
mas
de
iquemia
crltia,
según
es
definida
por
el
comité
ad
hwm,
y
y
lo
tanto
no
empicarse
en
casos
de
claudicación
intermitente.
No
obstante
hay
autores,
como
Mkin,
que
ofrece
buenas
tasas
de
permeabrli-
dad
en
una
serie
de
57
pacientes
clau-
dimtes
(el
&%),
y
piensa
que
es
una
cirugía
que
se
puede
ofertar
a
aquellos
pacientes
cuya
claudicaci6n
le
ocasio-
na
importante
invalidez
(7).
Segiin
escuelas,
la
Wca
que
se
em-
plea
B
la
de
La
vena
safena
autóloga
invertjda
0
la
de
la
vena
dena
autblo-
Tabla
cruzada:
ahputaciones
menores
frente
e
vaso
receptor
del
injerto,
valores
obsewadws
y
esperados
GX2).
P4,Ol
No
TMi
Total
ampuw
~19m12
e1
ip
52
TA.
38~2
w3
u
41
7P
21
ty
2
aa
2
16
m
17
iM
2
a1
1
la
2Q
89m
18~~
7m
a-
-
--
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..
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4.
.&.O
1.1
.
-:
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.........
:
......
.....
.
.....
....
1p
.
-
.,
.
.,
..,,.
,,..,
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...
,
............
...
op
..-
-;-
.-
.
,
,
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&#
.-.
.
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i
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..
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...
.
,
..
,
,.
,.
OA
-'
..,
....
.
..
.>.
,
41
,
.
.,
Y
010
O
ll2~:#wa8424854I
M-
Fig.
6
ga
uin
sib.
Es
mcil.
comparar
los
resultados
pubii-
cados
sobre
las
de
técnicas
ya
que
el
porcentaje
de
pacientes
daudimntes
y
la
locaIizaci6n
de
la
mste
mosis
dista1
del
injerto
(tercera
yorci6n
de
poplitea
o
vasos
tibii)
es
muy
variable
en
las
diferentes
series.
Aunque
Taylor
xefíera
buenos
dtados
mn
la
Wca
de
la
vena
safena
invertida,
Veith
lo
aitim
ya
que
un
20%
de
su
poblaci6n
no
fue
intervenida
en
situación
de
isquemia
crftia,
y
por
lo
tanto
los
multados
varían.
IEnrris
(8)
realiza
m
estudio
pospectivo
y
randomiza-
do
en
el
que
no
encuentra
diferencias
de
permeabilidad
estadisticamenk
mcativas.
Cuando
el
dihetm
es
menor
de
3
rnm
la
pmeabilidad
de
la
vena
ha
invertida
disminuye.
Por
otro
lado,
con
venas
menores
de
2,5
mm,
el
riesgo
de
pruducir
un
tratunatismo
al
usar
ei
valvulotomo
hace
que
la
wbilidad
del
uin
sihia
también
sea
menor
(9).
Nuestra
permeabilidad
secundaria
del
ein
situ#
es
By-pass
f6rnoro-dista1
con
vena
safena
autóloga
ein
situ.:
revisión
a
cinco
años
del
725,
a
los
5
anos
(10)
mientras
que
mando
analiza-
nios
solameirte
cirugía
de
revasnilarizaciliii
a
vasos
di$-
tales
teneiiios
una
tcisa
de
pet-n~eahilidad seniridaria
del
52%.
El
grupo
de
Rrigliani
Rr
Woriieii's
Hospital
dc
la
Harvard
Medtcal
Scliool
Rostoir,
Mass
(1
1)
publica-
ron
en
1995
utia
pernieabilidad
senilidaria
del
60,9
y
de1
53,8%
se@
fueran
bypass
a
tercera
porcibii
de
po-
plftea
o
a
trancos
distales, respechvamente.
Al
igual
que
otros
autores
(12)
consideramos
qtie
el
vaso
infrapopllteo
al
que
debe
reahzizarse
la
anastomosis
distal
está
en
fimci6n
de
ct161
sea
el
de
mejor
calidad,
y
no
desechar
en
un
primer momento
la
'arteria
petonea
por
el
hecho
de
la
menor
implicacihn
de
esta
arteria
eii
la
vasdarizaci6n
directa
del
pie.
La
incidencia
de
amputaciún
menor
asociada
a
la
cirugía
de
revascularizaci6n
por
vaso
receptor
es
mayor
para
la
arteria
peronea
con
mayor
núniero
de
aniputa-
ciones
digitales
y
transmetatxsianas
que
el
resto
de
los
vasos.
Esto
es
explicable
por
la
escasa
conhibu~íin
de
esta
arteria
a
la
vascularización
del
pie,
que
en
ausencia
de
coriexi6n
con
la
tibial
anterior
y
la
tibial
posterior
dific~ilta
la
acatrización
de
lesiones
Isquémicas
previas,
aimqiie
no
ensombrece
la
permeabilidad
del
bypass.
El
seguimiento
de
los
pacientes
se
ha
hecho
con
du-
plex
a1
alta,
al
mes,
semesmi
y
posteriormente
anual.
Se
siguieron
los
oiterios
de
Bond@
para
el
diagnbstico
del
injerta
en
riesgo
(ver
rnb
arriba).
Tras
el
mismo,
se
xealiz6
de
forma
preoperatoria
una
astenopafía.
El
80%
de
las
nbstnimioiies
que
acontecen
durante
el
primer
ario
y
después
del
primer
mes
son
debidas
a
alteracioiies
de
la
propia
vena
Esepentoc
flebíticoc).
Las
oclusjones
del
injerto
despuk
del
primer
año
se
deben
en
~sn
60%
.a
progresión
de
lesiones
más
distales,
mientra5
que
las
que
ocurren
en
el
primer
mes
son
pw
niala indicaci6n
0
por
defectos
técnicos
(13).
EE
hecho
de
qrie
en
nuestra
&e
la
mayoría
de
las
obstrucciones
ocurriera
en
el
transcurso
del
primer
ajo
(pernieabili-
dad
del
h2%),
hace
pnsx
que
se
trataba
de
enfermos
con
el
mienibro
cn
isquemia
crítica
a
los
que
se
les
rea-
liz6
el
bypass
con
vena
safena
no
adecuada.
Concluyendo,
el
bpass
f6rnorcxiistaI
con
vena
safe-
iia
aritciloga
«in
sihi-
ha
dernosbado
ser
itna
buena
téc-
nica
de
slllvnci6n
de
exhemidad,
sin
haber
encontrado
diferencias
estadisticaniente significativas
en
la
pcrme-
abilidaci
según
firera
el
vaso
receptor.
Si11
embargo,
los
injertos
a
arteria
perotiea
precisaron
de
un
tiiayor
riir-
mero
de
amputacioiies metiores peropcratorias, siendo
estadísticamente
sigtiificativw
c011
rtspecto
a
otros
va-
sos
distales.
La
presencia
de
cirabetes
mellitus
no
influ-
y6
en
la
permeabilidad
de
nuestra
serie.
1.
KUNI-IN,
J.
L.:
Le
traitemenh
de
I'arterie
obliteran-
te
par
le
greffe
veineuse.
Arrli.
MRI.
Coeirr,
1949;
42:371-374.
2.
Hnr.~,
K.
V.:
The
great
saylienous
uwd
ain
situ»
as
an
arteria!
shtint
after
extirpation
od
vein
val-
ves.
Sl~rg~ry,
1962;
Sl:492-495.
3.
LEA~R,
R.
P.;
PDWW,
S.
R.;
Knmo~u,
A.
M.:
A
reppraisal
of
the
~(in
situ»
saphenous
win
arteria1
bypaw:
it's
rise
in
lirnbs
salvage.
SEEY~C~~,
1979;
863453-460.
4.
R~HERFORD,
R.
R.;
RAKFR,
J.
D.;
ERNST,
C.;
JHONS-
TON,
K.
MI.;
POI~~FA,
J.
N.;
AHN,
S.
et
al.:
Reconi-
niended
standars
for
rcports
dcaling
with
lower
extrernity
ischemia:
revise$
vcrsion.
J.
Vacc.
S~ig,,
1997;
26517-538.
3.
BERGAMIYI,
J.
M.;
TOHINE,
J.
R.;
BANUYK,
D.
F;
SEA-
BR~K,
G.
R.;
SCHMTDT,
D.
D.:
Experiencc
with
trin
sifilm
saphenoiis
vein
bypasses
durjñtg
1981
to
1989:
Deterrninant
factors
of
Ioizg
term
patency.
1.
Vnsc.
Srrrg.,
1991;
13:137-149.
6.
B~h.nn<,
D.
F.;
SCHMTDT,
D.
D.;
SEARROQK,
G.
R.;
ADAMS,
M.
B.;
Toww.,
J.
R.:
Monitoring
fuiictio-
nal
patency
of
«in
citun
saphenous
veiii
bypas-
ses.
The
irnpact
of
a
surveiliance
protocol
and
elective
revision.
J.
Vasc.
Surg.,
1989;
9:286-296.
7.
CO~TE,
M.
S.;
BELKTN,
M.;
DONAI~DSON,
M.
C.
et
al.:
Feniorotibial
bypass
for
claudicatiori:
do
re-
sult
justify
and
agresive
approadi?
J.
Vnsc.
Sur'?.,
1995;
21
3873-881.
8.
HARRIS,
P.
L.;
HOW,
T.
V.;
JONES,
D.
R.:
Prospec-
tive
randonuzed
clinical
tnal
to
compare
«in
si-
tila
and
reversed
saphenous
vein
graft
for
femo-
ropopliteal
bypass.
Br.
J.
Surg.,
1987;
74:
252-267.
9.
WENGERTER,
K.
R.;
VEIRI,
F.
J.;
GUPTA,
S.
K.;
As-
CER,
E.;
RTVEIIS,
S.
P.:
Infliience
of
vein
size
(dia-
meter)
of
infrapopliteal
reversed
vein
graft
pa-
tency.
J.
Vasc.
Surg.,
1990;
11:525-531.
10.
ROPR~GUEZ
MONTALBAN,
A.
1.;
ARROYO,
A,;
Ro-
DII~GWEZ
GONZALEZ,
C.;
SAWZ,
F.;
RODR~GLTZ
DE
LA
CALLE,
J.,
PORTO,
J.;
GESTO,
R.:
Resultados
de
las
reintervenciones
de
la
cirugia
femoropoplítea
y
Miguel
Gutierrez
Baz
-
Julio
Rdriguez
de
la
Calle
-
Manuel
Quintana
Gordon,
et
al.
-
femoradistal
con
vena
safena
autóloga
dqín
situ,,.
12.
DARI,ING,
R.
C.;
SHAN,
D.
M.;
CHANG,
B.
E.
et
al.:
Airgiologíli,
1995;
6:317-324.
Arteria1
recoiistructions
for
limh
calvage:
is
hhe
BELKIN,
M.;
CONTE,
M.
C.;
DONAL~K,
M.
C.;
terniiiial
yescineal
artery
a
disadvantaged
out-
MANNICK,
J.
h.;
WHITTEMORE,
A.
D.:
Preferred
flow
tract?
Siirpy,
1995;
118:763-767.
stratcgics
for
secoi-iday
infrainguinai
by-pass:
13.
WHI~MORE,
A.
D.;
CLOWES,
A.
W.;
COUCH,
N.
P.;
lessons
Icarti
froni
300
consec~itive
reoperationc.
MANNICK,
J.
A-:
Seconciary
femoropopliteal
rc-
J.
VRSC.
S~irg.,
1995;
21985-295.
constniction.
Ann.
Srrrg.,
1981;
1:35-42.
-
.
.
.
.
.
-
.
10
3
Angioiogia
-
1/99