Estimado Sr. Editor
El año pasado (2009) se cumplieron 100 años de la descripción de la enfermedad de Chagas.1 En 1940, Mazotti informó de la existencia de los dos primeros casos humanos con enfermedad de Chagas en México.2 La mayoría de las investigaciones se han dirigido a la búsqueda del parásito, principalmente en la etapa aguda de la enfermedad, o al estudio de la serología en la fase crónica. Muy pocos trabajos han estudiado la cardiopatía chagásica crónica (CCC) en pacientes atendidos en los hospitales localizados en zonas endémicas del país, como Campeche, Colima, Chiapas, Guerrero, Hidalgo, Jalisco, Morelos, Nayarit, Oaxaca, Puebla, San Luis Potosí, Tabasco, Veracruz y Yucatán, quizás debido a la poca oportunidad y disponibilidad de métodos diagnósticos adecuados para ello, a la ausencia de estudios serológico o a la falta de sensibilización del clínico para reconocer éste padecimiento.
Una complicación frecuente en los pacientes con diagnóstico de CCC son los trastornos de la conducción, y las arritmias ventriculares.3 Tales trastornos son más prevalentes en la CCC que en aquellos pacientes con miocardiopatía dilatada de otra etiología, lo que confirma que las cepas o aislados de Trypanosoma cruzi en nuestro país son miocardiotrópicas.
En la última década, la búsqueda de anticuerpos a T. cruzi en donadores de sangre que acuden a los hospitales en los estados considerados endémicos ha permitido identificar a un mayor número de personas infectadas; sin embargo aún existe una gran cantidad de población sin acceso a clínicas u hospitales de salud, lo que puede subestimar la verdadera seroprevalencia a T. cruzi en nuestro país.
Recientemente, nuestro grupo de trabajo realizó la búsqueda de anticuerpos a T. cruzi en población abierta de la comunidad de Santo Tomás Ajusco, localizada a una altura de 3000 msnm. En total se analizaron 135 individuos tanto inmigrantes de zonas endémicas como originarios de la región. ELISA fue la técnica de escrutinio. Los resultados mostraron que no hubo presencia de anticuerpos dirigidos contra T. cruzi. Sin embargo este resultado negativo no es desalentador, pues se deben muestrear otras zonas, especialmente aquellas que cuenten con una migración importante de individuos provenientes de estados endémicos y donde las condiciones ambientales, sociales y demográficas favorezcan la propagación de la enfermedad.
Correspondencia: Maite Vallejo.
Departamento de Investigación Sociomédica, Instituto Nacional de Cardiología Ignacio Chávez. Juan Badiano N°1, Col. Sección XVI, Tlalpan, CP. 14080, México DF.
Teléfono: 55 (52) 55 73 29 11; extensión 1415.
Correo electrónico:maite_vallejo@yahoo.com.mx
Recibido el 4 de octubre de 2010;
aceptado el 24 de noviembre de 2010.
RESPUESTA DEL EDITOR
Estimada M. en C. Martha A. Ballinas Verdugo:
La enfermedad de Chagas es una causa de cardiopatía en ocasiones poco reconocida en nuestro país. Sin embargo, existe una percepción entre los médicos que atienden pacientes con insuficiencia cardiaca, que ésta puede representar un verdadero problema de salud pública. Estudios como el suyo se deberían llevar a cabo en las zonas de nuestro país donde esta enfermedad pudiera ser endémica. Todos los esfuerzos encaminados al procuramiento de la salud cardiovascular son loables.