La cirugía cardiaca ha presentado avances importantes en las últimas décadas, es un recurso imprescindible para el manejo de diversas patologías. El reto quirúrgico cada vez es mayor ya que a través de los años el perfil de riesgo ha aumentado considerablemente, más aun en países como México en donde se conjuga la patología de países desarrollados como la cardiopatía isquémica y los países emergentes en donde la prevalencia de cardiopatía valvular reumática es todavía importante y el tratamiento es generalmente tardío.
A este panorama de alto riesgo se suma una gran diversidad de escenarios posquirúrgicos ya que en la actualidad los avances en la tecnología han permitido desarrollar una gama muy amplia de técnicas quirúrgicas complejas e innovadoras (tratamiento quirúrgico de la falla cardiaca avanzada, tromboendarterectomía pulmonar, cirugía de aorta con técnicas híbridas, asistencia ventricular compleja, trasplante cardiaco etcétera). El panorama es tan complejo que se requiere de personal altamente especializado para el manejo posquirúrgico de estos pacientes, de hecho se plantea la necesidad de una nueva subespecialidad que reúna lo mejor de dos especialidades: la cardiología y la medicina crítica. Del cardiólogo se requieren los conocimientos profundos de la función ventricular y su amplia experiencia en el manejo de la falla cardiaca aguda y del intensivista la experiencia y bases sólidas para el manejo del paciente críticamente enfermo.
Existe un importante vacío de información en la literatura actual en este campo, el nivel de evidencia es todavía muy bajo por lo que el manejo se da en función a la experiencia de cada centro con las limitantes que esto implica, es por ello que hemos considerado que el desarrollo de unas guías de manejo que concentren los conocimientos y experiencias de los principales centros de cirugía cardiovascular en México, puede tener grandes implicaciones al estandarizar los protocolos posquirúrgicos de tratamiento y con ello mejorar la calidad de atención aún en centros de menor experiencia.
Éste es el primer consenso publicado en la literatura en esta área de la medicina y enfrenta grandes retos, se tiene proyectado que estas recomendaciones se actualicen cada tres años y desde luego se trata de una carta abierta a todos los centros de cirugía cardiaca del país para que participen y hagan que este consenso sea extensivo al resto de la república.
Quisiera hacer un reconocimiento especial a los médicos e instituciones participantes por su entusiasmo, compromiso y trabajo para la realización del presente consenso, entendiéndolo como un esfuerzo común en beneficio de nuestro país.