Las sociedades científicas de cardiología ibero americanas siempre han mantenido un estrecho contacto y han colaborado muy activamente en diferentes iniciativas científicas, académicas y sociales. Esta relación tan especial se fundamenta en profundas raíces culturales comunes, que nos identifican y que nos unen, y cuyo mejor exponente son los idiomas que compartimos (el castellano y el portugués). Además, nuestras raíces no se circunscriben simplemente al ámbito sociocultural, sino que trascienden a esferas académicas, universitarias y científicas donde, una vez más, compartimos una visión y unos retos relativamente uniformes. Las sociedades cardiológicas iberoamericanas tradicionalmente han mantenido importantes vínculos y acuerdos docentes, tanto en pregrado como en posgrado, y los diferentes congresos nacionales de cardiología siempre se han visto enriquecidos por una nutrida participación de cardiólogos iberoamericanos de otros países. Basta recordar los múltiples congresos hispano-lusos de cardiología que se han celebrado, así como las reuniones de la Sociedad Interamericana de Cardiología y la Sociedad Centroamericana y del Caribe de Cardiología.
Las revistas biomédicas constituyen uno de los elementos más importantes de las sociedades científicas.1-13 Estas revistas tienen como objetivo funda mental publicar artículos científicos de máxima calidad, alcanzar la excelencia en el proceso edito rial y conseguir la mayor difusión posible de sus contenidos. De esta forma logran un mayor prestigio y reconocimiento internacional y se hacen más atractivas para los diferentes grupos de investiga dores y para sus propios lectores. Los artículos publicados en las revistas biomédicas son fundamentalmente de dos tipos: artículos de investigación original —donde los investigadores comparten y di funden sus hallazgos que, básicamente, intentan hacer avanzar el conocimiento— y artículos de revisión, cuyo objetivo es proporcionar formación médica continuada, de calidad.
Las Revistas Cardiovasculares Nacionales Iberoamericanas (RCVIB) están formadas por todas las revistas cardiovasculares oficiales de las distintas sociedades nacionales de cardiología de Latinoamérica y de la península Ibérica. Aunque estas publicaciones pueden parecer muy heterogéneas,1-13 lo cierto es que comparten elementos fundamentales (entre otros, el idioma), tienen aspiraciones parecidas y se enfrentan a retos editoriales similares, en un mundo científico que cada vez es más competitivo y globalizado. Hasta el momento, la colaboración entre las diferentes RCVIB ha sido anecdótica y coyuntural, pero no ha habido una colaboración formal ni acuerdos institucionales en este sentido.14,15 Sin embargo, resulta evidente que las RCVIB deben colaborar estrechamente para conseguir mejorar su visibilidad y la difusión de sus contenidos y para diseñar estrategias editoriales de interés común.
Con este objetivo se organizó la «I Reunión de Editores de Revistas Cardiovasculares Iberoamericanas», auspiciada por Revista Española de Cardiología y celebrada el 30 de marzo de 2009 en Orlando (Florida, Estados Unidos de América) durante el Congreso del American College of Cardiology. Todos los editores jefe de RCVIB fueron invitados a participar. Previamente se diseñó y se envió un cuestionario estructurado, detallado (40 apartados), que los responsables de cada revista completaron con sus principales datos editoriales y bibliométricos.
En este documento se describen los resultados de dicha reunión, se presentan los datos editoriales más importantes de las diferentes RCVIB, se re cogen las propuestas e iniciativas editoriales dis cutidas y se resumen los acuerdos alcanzados.
I Reunión de Editores de Revistas Cardiovasculares Iberoamericanas
Los editores jefe de todas las RCVIB fueron invitados a la reunión. En los casos en que los editores jefe no pudieron acudir, los representaron sus editores asociados o el presidente o secretario general de la sociedad nacional correspondiente.
Acudieron a la reunión 22 representantes oficiales de 17 RCVIB pertenecientes a 16 países. Tras re pasar los objetivos fundamentales del encuentro, cada editor realizó una presentación formal de su revista al resto de los editores asistentes. Posteriormente se preparó toda la información necesaria para confeccionar una base de datos conjunta y se revisó el correcto cumplimiento del mencionado cuestionario estructurado.
Finalmente, se estableció una fructífera discusión sobre diferentes aspectos editoriales y científicos de interés común. Inicialmente se trataron temas suscitados durante la presentación de cada una de las revistas (con sugerencias realizadas por diferentes editores dirigidas a conseguir mejoras). Posteriormente se realizaron propuestas formales para su valoración y discusión. Entre ellas, destaca la sugerencia de establecer lazos oficiales entre las diferentes sociedades nacionales de cardiología para compartir recursos editoriales comunes. En este sentido, se consideró adecuado desarrollar acuerdos estables para favorecer una estrecha colaboración editorial entre sociedades geográficamente cercanas o con algunas sociedades sin revista oficial. Asimismo, se suscitó el tema de la falta de tradición investigadora de muchos países latinoamericanos. Se destacó la vigencia que en México tiene la conocida frase del Dr. Ignacio Chávez: “Estoy íntimamente convencido de que nuestra única redención posible en el terreno científico, es producir”. Se recordó que los editores son responsables, al menos en parte, de promocionar un mayor reconocimiento de los méritos de la investigación dentro de los aspectos curriculares valorados en cada país para conseguir una promoción profesional o académica. Sin duda, iniciativas en este sentido podrían servir de estímulo para la investigación y la publicación entre las nuevas generaciones de cardiólogos iberoamericanos. Por otro lado, se insistió en la importancia de facilitar una transición hacia ediciones electrónicas de las publicaciones,16 idealmente con acceso abierto, y con los retos que ello conlleva, incluyendo las medidas necesarias para garantizar la conservación de los contenidos. Las ediciones electrónicas representan un desafío urgente y permiten reducir costos de edición y, sobre todo, mejorar la difusión internacional de las RCVIB. Además estas ediciones podrían ayudar a paliar algunos problemas como la falta de indización, las demoras en la edición y las tiradas reducidas de algunas RCVIB. Existen bases de datos iberoamericanas con una reconocida trayectoria y una gran aceptación como, por ejemplo, el Sistema Latindex y el Proyecto SciELO.17,18 Estas se han basado en las nuevas formas de comunicación y de consulta de la información para registrar, evaluar y permitir el acceso al texto completo de sus revistas. En España la base de datos Índice Médico Español19 y en México la base de datos Artemisa20 constituyen interesantes iniciativas, con objetivos similares. Indudablemente, la hegemonía del inglés como idioma ve hicular en el mundo científico no puede ser cuestionada, pero ¿no deberíamos poder medir de alguna forma nuestra influencia en el conocimiento y el impacto científico real que producimos?21,23 Además, se destacó la importancia de que los editores velen por que las sociedades nacionales, garanticen la prioridad de la publicación oficial frente a otras publicaciones, bien de diversas subespecialidades, bien de áreas geográficas concretas que, en determinadas circunstancias, podrían competir por los recursos de patrocinio de la publicación oficial. Se sugirió que, en caso de existir publicaciones adicionales, éstas deben estar adecuadamente coordinadas y nunca competir con los intereses generales de la revista oficial. Este aspecto resulta especialmente pertinente en periodos de crisis económica generalizada, como los que actualmente vivimos, que limitan los presupuestos para la edición. También se discutió el tema de que las revistas cardiovasculares nacionales deben obtener la máxima prioridad para recibir ayudas oficiales para investigación y desarrollo.24 Nuestras revistas deben as pirar a alcanzar y mantener los más altos estándares de calidad editorial. Este proceso es delicado, laborioso, prolongado en el tiempo y, sobre todo, caro. Por eso no deja de ser sorprendente la falta de ayudas estatales que lo garanticen. Es necesario buscar el apoyo de las autoridades involucradas en la planificación científico-tecnológica y de las entidades de docencia e investigación para favorecer el desarrollo de medidas de calidad y conseguir un mayor reconocimiento de las RCVIB.21,22 Los editores tienen la responsabilidad de transmitir a los organismos correspondientes la importancia de mantener publicaciones de excelencia como elemento clave para permitir el adecuado desarrollo de la investigación en cada país.21,22 Desgraciadamente, los cambios institucionales producidos en algunas sociedades nacionales de Latinoamérica han condicionado cambios en los presupuestos y en la periodicidad de las publicaciones científicas que, ocasionalmente, han tenido implicaciones muy negativas en la valoración internacional de la calidad de sus revistas. De forma similar, aunque en algunos países iberoamericanos la publicación en revistas nacionales está adecuadamente estimulada y recogida específicamente —tanto en los ámbitos académicos y universitarios, como en los organismos de ciencia y tecnología—, sigue habiendo situaciones paradójicas en las cuales estas publicaciones son menospreciadas y/o discriminadas.21 Si no incrementamos la calidad de nuestras revistas no podremos quejarnos de que la investigación generada en nuestros países se vea obligada a difundirse desde otras publicaciones. Esto nos hace renunciar no sólo al patrimonio científico de nuestros países, sino también a beneficios intelectuales y económicos sustanciales.24 Por lo tanto, parece evidente la necesidad de invertir para mejorar la calidad, la di fusión y el prestigio internacional de nuestras revistas y conseguir que, en último término, el producto final de la investigación pueda ser publicado en RCVIB, que hayan alcanzado la excelencia. Además, la investigación generada en el ámbito local es absolutamente imprescindible no sólo para garantizar el avance en el conocimiento, sino porque esta información es fiel reflejo de necesidades sociales y asistenciales específicas y proporciona respuestas a problemas que no pueden transferirse desde otros ámbitos. Como ejemplos paradigmáticos de esta situación están algunas formas de enfermedad cardiovascular que afectan de modo predominante a países latinoamericanos.25,26 No podemos aceptar que toda la información requerida para la toma de decisiones provenga sistemáticamente de soluciones adaptadas de investigaciones realizadas lejos de nuestra realidad. Además, no se puede asumir la claudicación intelectual derivada de esperar siempre a que la investiga ción «la hagan otros». Una vez más, los editores han de asumir el papel fundamental de garantizar el adecuado reconocimiento curricular de los trabajos de investigación publicados en las RCVIB. Final mente, se destacó la función de los editores para fa vorecer el desarrollo de la medicina basada en la evidencia y para difundir las guías de práctica clínica de las diferentes sociedades científicas.4,27,28
Los asistentes coincidieron en que la re unión fue un éxito y se debe considerar como un hecho histórico, tanto por ser la primera vez que se realiza como por el interés y la trascendencia de los contenidos tratados.
Datos editoriales generales
La información presentada en la reunión y el análisis del cuestionario estructurado permitieron generar una base de datos común cuya información está disponible en todas las RCVIB. Aunque pueda resultar sorprendente, hasta este momento ni si quiera se conocía el número exacto o la dirección correcta de las diferentes RCVIB. Los datos editoriales más importantes de las RCVIB se presentan resumidos en la Tabla 2, mientras que sus direcciones URL se detallan en la Tabla 1.
Tabla 2. Datos editoriales más importantes de las Revistas Cardiovasculares Iberoamericanas.
Actualmente existen 17 RCVIB. Hay 7 sociedades que en este momento no editan su revista, incluidas 3 que previamente sí la editaban. La Sociedad Puertorriqueña ha expresado su intención de poner en marcha una nueva revista, mientras que la Sociedad Cubana de Cardiología también comenzará este año una publicación nacional (CorSalud) de edición exclusivamente electrónica. Dos países (Argentina y México) tienen dos sociedades oficiales de cardiología diferentes y cada una de ellas edita su propia revista científica.
La primera revista en editarse fue Archivos de Cardiología de México, fundada en el año 1930, y la última ha sido Revista de la Sociedad Paraguaya de Cardiología, que comenzó a editarse en 2003. Cuatro revistas tienen más de 50 años de existencia y 12 llevan editándose más de dos décadas. Todas las revistas analizadas tienen una edición completa en papel y 15 tienen además una versión electrónica (en todos los casos con acceso gratuito a sus contenidos completos). Catorce revistas admiten para valoración manuscritos enviados de forma electrónica y 6 han incorporado un sistema completo de gestión electrónica de manuscritos. Cuatro revistas tienen página web propia, mientras que las 11 restantes se ubican en la página de su sociedad. El número de ejemplares de la edición impresa oscila entre 11,000 (Arquivos Brasileiros de Cardiologia) y 400 (media 2,494; mediana 1,500). Sólo 3 revistas son mensuales y 5 publican más de cuatro números al año. Quince revistas publican los resúmenes de todos los artículos en inglés. Dieciséis revistas se editan en español (5 de ellas también en inglés a texto completo) y 2, en portugués (Revista Portuguesa de Cardiologia traduce además sus con tenidos completos al inglés en la misma edición en papel, mientras que Arquivos Brasileiros de Cardiologia los traduce tanto al castellano como al inglés dentro de sus ediciones electrónicas). Todas las revistas analizadas publican artículos originales y 15 de ellas siguen un sistema de valoración por pares (peer review). Diez publicaciones editan suplementos autofinanciados29 aparte de los números regulares (media 2.4 suplementos anuales). Quince revistas incluyen ilustraciones en color y 10 de ellas lo hacen sin costo adicional alguno para sus au tores. Dieciséis publicaciones hacen referencia en las instrucciones para los autores a la necesidad de seguir los requisitos uniformados del Comité Internacional de Editores de Revistas Médicas.30-36 En cuanto a las bases bibliométricas internacionales, 7 revistas están incluidas en Latindex, 5 en SciELO y 5 en MEDLINE (Revista Portuguesa de Cardiologia, Arquivos Brasileiros de Cardiologia, Archivos Mexicanos de Cardiología, Revista Mexicana de Cardiología y Revista Española de Cardiología). Tan sólo una revista (Revista Española de Cardiología) ha obtenido factor de impacto (Thomson ISI), aunque es muy posible que pronto otras se incorporen en este popular índice bibliométrico.
Propuestas de colaboración editorial
1. Establecer enlaces electrónicos preferenciales que permitan conectar directamente las páginas web de las diferentes RCVIB
La idea es facilitar a los investigadores el envío de manuscritos a las distintas RCVIB. Las características, los temas, los índices bibliométricos y el grado de aceptación de manuscritos son diferentes en cada RCVIB. Estos datos son valorados por los investiga dores a la hora de enviar sus manuscritos para publicación. Además, mientras algunas revistas reciben para valoración más manuscritos de los que pueden publicar, otras tienen una clara necesidad de artículos originales. Un flujo de información abierto y multidireccional será muy apreciado por los posibles autores y beneficiará a todas las RCVIB.
2. Redactar y publicar conjuntamente un documento de forma simultánea en todas las RCVIB
Los datos, acuerdos y propuestas que se presentan en este manuscrito han sido revisados y finalmente aceptados por todos los Editores Jefes firmantes del documento.
3. Mantener una base de datos común donde se describan las características editoriales y bibliométricas más importantes de las RCVIB
Los editores de las diferentes RCVIB se comprometen a mantener actualizada esta base de datos electrónica anualmente.
4. Establecer un «Foro de Editores Iberoamericano»
Este foro tendrá como objetivo fundamental poder discutir temas editoriales de interés común, seguir la evolución de las propuestas aquí presen tadas y mantener reuniones editoriales conjuntas de forma periódica.
5. Implementar las normas editoriales básicas del Comité Internacional de Editores de Revistas Médicas (previamente conocido como grupo Vancouver) en las distintas RCVIB30-36
Estas normas establecen unos requisitos uniformados ampliamente aceptados y validados que tienen como objetivo mejorar la calidad del proceso científico y editorial. Los requisitos atienden a muchos aspectos técnicos y formales, pero cada vez más, enfatizan la necesidad de establecer normas éticas de actuación (autores, revisores y editores) para preservar la credibilidad del proceso científico.30-36 La adopción de estas normas generales no afecta a la independencia de la política editorial de cada revista.
6. Colaborar y valorar las diferentes propuestas editoriales generadas desde otras asociaciones internacionales de editores
a) Revistas generales: Comité Internacional de Editores de Revistas Médicas (World Association of Medical Editors [WAME]) y Consejo de editores en Ciencia (Council of Science Editors [CCI]).37,38
b)Revistas cardiovasculares: el grupo HEART (Heart Editors Action Round Table) y el Club Europeo de Editores Cardiovasculares (ESC Editor’s Club).39,40
7. Ayudar a dar la máxima difusión posible a los contenidos científicos generados en las diferentes RCVIB
Actualmente muchas de nuestras revistas no están incluidas en las bases de datos bibliométricas internacionales de mayor prestigio. Esto se debe, al menos en parte, a que algunas de estas bases de datos tienden a favorecer a las publicaciones editadas en inglés.21,22,41-45 De esta forma se genera un círculo vicioso —difícil de romper— por el cual nuestros trabajos originales son mucho menos citados y, lo que todavía es peor, nuestras propias citaciones no son valoradas. De hecho, muchos trabajos ampliamente citados en RCVIB —es decir, con una importante repercusión científica— aparecen infrarrepresentados en la valoración realizada por algunos índices internacionales que no computan estas citaciones. Este problema, unido a los sesgos negativos por parte de muchos investigadores hacia trabajos no escritos en inglés, y a la menor citación de trabajos europeos y latinoamericanos por parte de los investigadores norteamericanos, ayuda a explicar la pobre difusión y valoración de nuestros artículos científicos.21,22,42,43
En este sentido, los editores de RCVIB nos comprometemos a favorecer la difusión y la citación de los trabajos científicos originales atendiendo exclusivamente a su rigor y contenido científico.
Los editores de RCVIB también nos comprometemos a colaborar para conseguir que el mayor número posible de nuestras revistas se encuentre disponible en los más prestigiosos repositorios y bases de datos internacionales.
Conclusiones
Las RCVIB son heterogéneas pero tienen similitudes muy importantes y, sobre todo, retos comunes que deben asumir conjuntamente en un mundo científico cada vez más competitivo y globalizado. Los editores de las RCVIB estamos con vencidos de que las iniciativas aquí expuestas ayudarán a incrementar la colaboración entre nuestras revistas y estimularán, todavía más, las relaciones entre nuestras respectivas sociedades nacionales. Estas propuestas están dirigidas a incrementar la difusión, la credibilidad y el prestigio internacional de todas nuestras publicaciones.
Agradecimientos
Por su colaboración en la facilitación de información para la base de datos conjunta, nos gustaría agrade cer el apoyo de los Doctores. Liders Mercado y Edgar Pozo, Presidente y Presidente Anterior respectivamente de la Sociedad Boliviana de cardiología, Alejandro Villeda, Presidente de la Sociedad Hondureña de Cardiología, Nelson Salazar, Presidente de la Sociedad Nicaragüense de Cardiología y Héctor Delgado, Presidente de la Sociedad Puertorriqueña de Cardiología.
*La Revista de la Asociación Salvadoreña de Cardiología se editó en el periodo 2003-2005.
Autor para correspondencia:
Revista Española de Cardiología.
Sociedad Española de Cardiología. Nuestra Señora de Guadalupe, 5-7. 28028 Madrid. España.
Correo electrónico: rec@revespcardiol.org
Recibido el 11 junio de 2009;
aceptado el 25 de junio de 2009.