Este estudio reporta los hábitos de la población y las quejas oculares relacionadas con la salud visual en el contexto de la pandemia de COVID-19 a partir de visitas realizadas durante 2021 en España y en Portugal.
Material y métodosInvitación por correo electrónico a una encuesta transversal online y también realizada en persona a pacientes de clínicas de oftalmología de España y de Portugal de septiembre a noviembre de 2021. Participaron 3.833 encuestados mayores de 18años con respuestas anónimas válidas.
ResultadosEl 60% de los encuestados explicó mucha incomodidad causada por el aumento de los síntomas de ojo seco debido al trabajo digital más intenso y el empañamiento de los lentes al usar mascarillas. El 81,6% de los encuestados usaba dispositivos digitales al menos 3horas en promedio por día, y el 40% comenzó a usar dispositivos digitales más de 8horas en promedio por día. Además, el 44% de los encuestados sintió que su visión de cerca había empeorado en este período. El primer síntoma importante de la presbicia estaba relacionado con la dificultad para leer las letras más pequeñas de los paquetes. El 86% presentó los primeros síntomas a los 40años. Las ametropías más frecuentes identificadas fueron miopía (40,2%) y astigmatismo (36,7%). Para los padres, tener buena vista (87,2%) era el aspecto más valorado en la vida de sus hijos.
ConclusionesLos hallazgos brindan una idea de los desafíos durante la COVID-19 para las prácticas oftalmológicas. En una sociedad altamente dependiente de la visión, es fundamental centrarse en los signos y los síntomas que conducen a afecciones oftalmológicas. El uso excesivo de dispositivos digitales y el uso de mascarillas durante esta pandemia han agravado algunos, señalando la importancia de la referencia para planificar una atención ocular eficiente en situaciones similares.
This study reports visual health during the COVID-19 pandemic in 2021 in Spain and Portugal, focusing on eye complaints and population habits.
Material and methodsCross-sectional survey through an online email invitation to patients attending ophthalmology clinics in Spain and Portugal from September to November 2021. Around 3833 participants offered valid anonymous responses in a questionnaire.
ResultsSixty percent of respondents identified significant discomfort related to dry eye symptoms for increased screen time and lens fogging using facemasks. 81.6% of the participants used digital devices for more than 3h per day and 40% for more than 8h. In addition, 44% of participants referred to worsening near vision. The most frequent ametropias were myopia (40.2%) and astigmatism (36.7%). Parents considered eyesight the most important aspect of their children (87.2%).
ConclusionsThe results show the challenges for eye practices during the initial COVID-19 pandemic. Focusing on signs and symptoms that lead to ophthalmologic conditions is an essential concern, especially in our digital society highly dependent on vision. At the same time, the excessive use of digital devices during this pandemic has aggravated dry eye and myopia.
La COVID-19 fue identificada en Wuhan (China) en diciembre de 2019 por un oftalmólogo. La enfermedad se propagó rápidamente por todo el mundo, dando lugar a la pandemia de COVID-19. España y Portugal declararon cierres para limitar la propagación, restringiendo las interacciones y los movimientos de la población. Este confinamiento afectó a las prácticas laborales, a pesar de que los oftalmólogos eran trabajadores esenciales y podían mantener la atención oftalmológica. La pandemia modificó los hábitos cotidianos y las molestias visuales de la población, especialmente debido al mayor tiempo frente a pantallas y al uso de mascarillas y equipos de protección individual (EPI), repercutiendo en el ojo seco y en la progresión de la miopía1-3.
Este estudio describe las experiencias de los oftalmólogos de atención primaria durante las fases iniciales de la pandemia de COVID-19 para comprender mejor las quejas visuales, la distribución de los recursos y los intereses.
Material y métodosDiseño del estudioEncuesta transversal mediante invitación por correo electrónico a pacientes que acuden a clínicas oftalmológicas de España y de Portugal de septiembre a noviembre de 2021. El estudio obtuvo la aprobación ética en cumplimiento de los postulados de la Declaración de Helsinki. Los encuestados debían aceptar la participación mediante consentimiento informado online al inicio del cuestionario.
EncuestaEl cuestionario fue desarrollado por un grupo de expertos en la materia para identificar áreas de interés durante la pandemia. El cuestionario se distribuyó online y estuvo disponible en una plataforma web de septiembre a noviembre de 2021. Los criterios de inclusión estipulaban que los encuestados debían ser mayores de 18años que recibieron atención oftalmológica durante la pandemia en España y en Portugal. Los pacientes fueron remitidos a un sitio web seguro donde indicaron su consentimiento para participar tras leer una hoja informativa y aceptar el consentimiento. Los datos fueron encriptados y anónimos.
AnálisisEl análisis estadístico se realizó con SPSS (Statistical Package for the Social Sciences) utilizando estadísticas descriptivas y cuantitativas con desviaciones estándar.
ResultadosCompletaron la encuesta 3.833 participantes (fig. 1), correspondientes a 2.081 mujeres (54,3%) y 1.752 hombres (45,7%). El 60% refirió un aumento de los síntomas de sequedad ocular relacionado con un uso más intenso de pantallas y mascarillas. El 81,6% de los participantes utilizaba dispositivos digitales durante más de 3horas al día, y el 40% durante más de 8horas. Además, el 44% de los participantes refirió un empeoramiento de la visión de cerca. La dificultad en la visión de cerca se identificó como el primer síntoma de presbicia en el 86% de los encuestados. En el grupo, las ametropías más frecuentes eran la miopía (40,2%) y el astigmatismo (36,7%). A partir de los 45años, el 75% llevaba lentes progresivas para la presbicia (fig. 2).
Los encuestados que eran padres consideraban que la visión era el aspecto más importante de sus hijos (87,2%), antes que una buena higiene bucal (78,2%) o los hábitos dietéticos saludables (77,2%). Los padres identificaron el uso de dispositivos digitales como un factor de riesgo para la miopía (86%); sin embargo, solo el 37,8% consideró limitar su uso. Además, los padres consideraron que podían reconocer las manifestaciones de la miopía en sus hijos (74,8%).
Los participantes se revisaban los ojos una vez al año en el 34,9% de los casos, cada 2años en el 30%, entre 2 y 5años en el 17,4%, rara vez en el 1,4%, y solo cuando había problemas en el 16,2%. Los profesionales de referencia fueron los oftalmólogos en el 61,94%, los optometristas en el 45,62%, los ortoptistas en el 8,52%, los médicos laborales en el 6,36% y los médicos de cabecera en el 0,72%. La encuesta permitía respuestas múltiples).
DiscusiónLa pandemia de COVID y los sucesivos cierres han modificado nuestros hábitos cotidianos. De ahí que la expansión del tiempo digital haya aumentado la sequedad ocular y la progresión de la miopía, repercutiendo en las dolencias visuales.
La fatiga visual digital (FVD) relacionada con el ojo seco se asocia con el estrés visual acomodativo, la disminución del parpadeo, el enfoque visual y otros aspectos como iluminación insuficiente, malas posturas o errores de refracción no corregidos. Normalmente, el individuo es consciente de la situación cuando las necesidades visuales superan la tarea. Como consecuencia, los pacientes pueden quejarse de sequedad, incomodidad, visión borrosa, fatiga y dolores de cabeza. Las medidas correctoras incluyen la refracción, el tratamiento del ojo seco, los descansos frente a la pantalla y el mantenimiento de una distancia de trabajo correcta4,5. La FVD se presenta en algún grado en el 90% de los usuarios de dispositivos de pantalla6, y en mayor medida en las personas que los utilizan más de 4horas al día7. La prevalencia de la FVD ha aumentado8 con el incremento del tiempo digital entre el 40%9 y el 50%10 de los casos, mostrando ojo seco en el 78% de los casos11. El 93,6% de los sujetos manifestó un aumento del tiempo digital desde la pandemia, con un incremento de 4,8±2,8horas al día, lo que supone 8,65±3,74horas al día. El 95,8% de los participantes experimentó algún síntoma de ojo seco, y el 56,5% reconoció un aumento relacionado con el confinamiento12. Los resultados de nuestro estudio destacan que el 81,6% de los sujetos utilizaron pantallas durante más de 3horas diarias y aumentaron los síntomas de sequedad ocular hasta un 60% durante la pandemia.
El desarrollo de la miopía ha aumentado por el tiempo digital prolongado y el trabajo de cerca, lo que repercute de por vida en los niños. Promover hábitos saludables y actividades al aire libre en los niños es esencial para corregir los efectos miopigénicos de la pandemia. Los resultados de este estudio extrapolan que, a pesar de que el 86,8% de los padres reconoce las pantallas digitales como un factor de riesgo para la miopía, solo el 37,8% habla de limitar su uso. Una estrecha colaboración con los profesionales de la visión, los padres y los educadores es vital para fomentar los enfoques de gestión de la miopía13-19.
El estudio tiene limitaciones por la metodología como encuesta y la distribución. La distribución online limita la representatividad de la población y cabe esperar sesgos entre los participantes. Además, nuestro estudio fue una encuesta basada en síntomas no relacionados con la visita al oftalmólogo, la refracción o los problemas oculares. La opinión subjetiva del paciente puede variar el compromiso de participación y los resultados. La autopercepción del tiempo frente a la pantalla también puede diferir de la realidad. Los sujetos con sintomatología avanzada de ojo seco tienden a referir molestias leves, lo que lleva a un infradiagnóstico en los cuestionarios autodeclarados20-21.
ConclusionesEl presente estudio señala algunas dolencias visuales durante la pandemia, como el aumento del ojo seco y las necesidades refractivas. Además, esta investigación pone de relieve las influencias negativas del uso de pantallas en el ojo seco y la progresión de la miopía.
Conflicto de interesesLos autores declaran no tener ningún conflicto de intereses.
