asociar el grado de dependencia funcional y la percepción de apoyo familiar del adulto mayor.
Métodosestudio descriptivo y transversal. Muestra no probabilística por conveniencia. Se incluyeron 298 pacientes de 60 a 86 años que participaron de forma voluntaria en la unidad de medicina familiar no. 21, Ciudad de México del Instituto Mexicano del Seguro Social (imss). Los instrumentos de recolección de datos fueron la Escala de Lawton Brody y el apgar Familiar. Se realizó análisis estadístico descriptivo e inferencial.
Resultadosal analizar la percepción de apoyo familiar por género con la prueba U de Mann Whitney, este fue mejor para las mujeres (puntaje 9), que para los hombres (puntaje 8.3), con diferencia significativa (p<0.003) y con Lawton Brody las mujeres mostraron menor dependencia (puntaje 6.37) que los hombres (puntaje 5.38), con diferencias significativas (p<0.0001) por lo que, en relación con el género sí se encontraron diferencias.
Conclusioneses importante detectar la dependencia funcional en sus inicios, con escalas validadas fáciles de aplicar en el primer nivel de atención, a fin de realizar estrategias de continuidad asistencial y acciones que incrementen la autonomía e independencia del adulto mayor.
to associate the degree of functional dependence and family support perception of the elderly.
Methodsdescriptive and cross-sectional study. Non-randomized sample by convenience. 298 patients of the Family Unit no. 21 of the National Social Security Institute (imss) in Mexico City were included, age from 60 to 86 years voluntary participated. The data collection tools were the scale of Lawton Brody and the Family apgar. Descriptive and inferential statistical analysis was performed.
Resultsby analyzing the family support perception by gender with the U Mann Whitney test, this was best for women (score 9), than that for men (score 8.3), with a significant difference (p<0.003) and with Lawton Brody women showed less dependence (score 6.37) than men (score 5.38), with significant differences (p<0.0001) so, in relation to the gender there are differences.
Conclusionsit is important to detect functional dependence at the earliest possible, with validated scales easy to apply in Primary Care level, in order to perform strategies of continuous care and actions that increase the autonomy and independence of the elderly.
associar o grau de dependência funcional e percepção do suporte familiar dos idosos.
Métodosestudo descritivo transversal. Amostra não-probabilística por conveniência. 298 pacientes de 60 a 86 anos que participaram voluntariamente na unidade de medicina familiar n. 21da Cidade do México, do Instituto Mexicano de Seguro Social. Os instrumentos de coleta de dados foram escala Brody Lawton e apgar Familiar. Realizou-se análise estatística descritiva e inferencial.
Resultadosao analisar a percepção do suporte familiar por gênero com a teste Mann Whitney o apoio da família foi melhor para as mulheres (pontuação 9) do que para os homens (pontuação 8.3), com diferença significativa (p<0.003) e com Brody Lawton mulheres apresentaram menor dependência (pontuação 6.37) do que os homens (pontuação 5.38), com diferença significativa (p<0.0001), de modo que em relação ao gênero as diferenças foram encontradas.
Conclusõesé importante detectar dependência funcional no início, com escalas validadas fáceis de aplicar no primeiro nível de atenção, a fim de realizar estratégias e ações para aumentar a autonomia e a independência dos idosos.
El envejecimiento es un fenómeno de mayor impacto en el siglo xxi, aludiendo al aumento de las personas de 60 años y más, debido al incremento de la esperanza de vida al nacimiento y disminución de la natalidad.1
En el adulto mayor, el mejor indicador de salud es su estado funcional, ya que es vulnerable y susceptible a presentar complicaciones con impacto negativo en sus actividades instrumentales de la vida diaria (usar el teléfono, hacer compras, preparar comida, cuidar de la casa, lavar ropa, usar transporte, ser responsable de su medicación, manejar su economía).
El riesgo de perder autonomía y funcionalidad es elevado, por lo que demandará atención y cuidado; lo cual tiene implicaciones en lo individual, tales como autopercepción baja de autoestima y bienestar; generando maltrato, abandono, marginación y mala calidad de vida.2
Estos cambios, en conjunto con las enfermedades crónico-degenerativas, limitan la realización de sus actividades, ya que estas condiciones de comorbilidad con consecuencias no letales, son graduales y progresivas, y conducen a la limitación de sus funciones, algo característico del envejecimiento; además restringen su participación social, la cual es muy relevante para el adulto mayor ya que ha consolidado su identidad personal, en la cual las funciones de afecto y cuidado son importantes, respecto al papel solidario y protector que cumple la familia con el adulto mayor.3–6 Por ello, detectar dependencia funcional en sus inicios es vital, para proponer un mejor abordaje dirigido a la participación de la familia y del equipo multidisciplinario de salud.7
Se ha estimado que para 2025 habrá 1 200 millones de adultos mayores, 12% de ellos estará en los países en vías de desarrollo,3 incluyendo a México, donde actualmente la población adulta mayor equivale a 6.1%, se prevé que irá en aumento7 y para 2050 alcanzará 28%, del cual 10.1% será dependiente.2
El aumento en la esperanza de vida no significa necesariamente una mejoría en las condiciones de salud, al contrario, uno de los problemas más importantes en la etapa de adulto mayor es la pérdida de las capacidades funcionales, emocionales y cognoscitivas,8 la valoración de la capacidad funcional se encuentra dentro de la Valoración Geriátrica Integral (vgi), entendiendo ésta como el proceso diagnóstico multidimensional e interdisciplinar, dirigido a las capacidades funcionales, médicas y psicosociales de un anciano, en orden para desarrollar un plan de tratamiento y seguimiento.
Tiene como objetivo mejorar la certeza diagnóstica, el tratamiento médico, los resultados evolutivos, y la capacidad funcional, que es la capacidad del sujeto para realizar las actividades de la vida diaria (avd) e instrumentadas (aivd), así como optimizar la calidad de vida, para reducir la utilización innecesaria de servicios.9 Participar en los problemas del adulto mayor y observar el apoyo familiar, es importante para saber cómo se desarrolla su entorno, con qué recursos se cuenta para su seguimiento y asegurar la continuidad en la atención, detectando factores de riesgo y protectores,10,11 para posteriormente establecer estrategias de intervención en lo individual, familiar y comunitario, con el fin de mantener, prolongar, recuperar la funcionalidad integral y la calidad de vida.2 El objetivo del trabajo fue asociar el grado de dependencia funcional y la percepción de apoyo familiar en el adulto mayor.
MétodosSe realizó un estudio, descriptivo transversal. Muestra no probabilística por conveniencia con nivel de confianza de 0.90 y variabilidad p=0.5, q=0.5, tamaño muestral de 298 pacientes de 60 a 86 años, de ambos sexos, derechohabientes del Instituto Mexicano del Seguro Social (imss); efectuado de septiembre a diciembre de 2015; en la unidad de medicina familiar no. 21 del imss.
Se aplicó escala de Lawton Brody, instrumento que mide los primeros grados de dependencia funcional en el adulto mayor, la puntuación de ocho se califica como independiente; de cuatro a siete dependiente parcial; y de cero a tres, máxima dependencia,12 fiabilidad 0.8513 y validez 0.94;12 y apgar Familiar, instrumento que muestra cómo perciben los miembros de la familia el nivel de funcionamiento de forma global, valora la dinámica de adaptación, participación, gradiente de recursos, afecto y capacidad resolutiva con validez de 0.83.14
El análisis estadístico descriptivo e inferencial, con aplicación de prueba de Kolmogorov-Smirnov para determinar normalidad, así como medidas de tendencia central para las variables. Se utilizó el coeficiente de asociación Spearman entre dependencia funcional y percepción de apoyo familiar y prueba U de Mann Whitney para medir la asociación entre género con dependencia funcional y apoyo familiar, todos con una significación de 0.05. La captura y análisis de la información se realizó en el programa estadístico spss 15.
El estudio se realizó de acuerdo con la Ley General de Salud de México, la Declaración de Helsinki, y se registró en el comité de ética local de investigación de Cofepris.
ResultadosLa muestra, conformada por 298 pacientes, tuvo una media de edad de 70 +7.9 años; con las características sociodemográficas que se describen en la tabla 1.
Variables sociodemográficas
Género | n | % |
---|---|---|
Masculino | 115 | 38.6 |
Femenino | 183 | 61.4 |
Estado civil | ||
Soltero | 27 | 9.1 |
Casado | 142 | 47.7 |
Divorciado | 23 | 7.7 |
Viudo | 102 | 34.2 |
Unión libre | 4 | 1.3 |
Ocupación | ||
Hogar | 139 | 46.6 |
Jubilado | 120 | 40.3 |
Desempleado | 10 | 3.4 |
Con empleo | 29 | 9.7 |
Escolaridad | ||
Analfabeta | 4 | 1.3 |
Básica | 246 | 82.6 |
Media superior | 30 | 10.1 |
Superior | 18 | 6 |
Manifestaron tener alguna enfermedad 249 pacientes (86.5%), predominando la hipertensión arterial sistémica en 28.4% y la diabetes mellitus tipo 2 en 28.1%; en la tabla 2 se muestran otras enfermedades menos frecuentes; 48 pacientes (13.5%) fueron sanos.
Tipo de patologías
Enfermedad | n | % |
---|---|---|
Hipertensión arterial sistémica | 101 | 28.4 |
Diabetes mellitus tipo 2 | 100 | 28.1 |
Enfermedades osteoarticulares | 35 | 9.8 |
Patología pulmonar (asma, enfermedad pulmonar obstructiva crónica, enfisema, fibrosis pulmonar) | 20 | 5.7 |
Cáncer | 11 | 3.1 |
Patología neurológica (crisis convulsivas, enfermedad vascular cerebral, esclerosis) | 9 | 2.5 |
Cardiopatía isquémica | 7 | 2 |
Patología ocular y auditiva | 7 | 2 |
Insuficiencia venosa profunda | 7 | 2 |
Patología gástrica (gastritis, colitis, hernia hiatal y hepatopatías) | 3 | 0.8 |
Otros | 56 | 15.6 |
Total | 356 | 100 |
Hubo predomino de familias urbanas (99%), tradicionales (86%), integradas (85.6%), nucleares (53.7%) y 39 vivían solos (13%), en la tabla 3 se enuncian las otras clasificaciones de las familias.
De los adultos mayores estudiados 116 (38.9%) mostraron independencia, 141 (47.3%) dependencia parcial y 41 (13.8%) dependencia total, en relación con la escala de Lawton Brody; respecto a la escala de apgar Familiar, se obtuvieron los siguientes puntajes de satisfacción de apoyo familiar: alto 252 (84.6%), medio 29 (9.7%), y bajo 17 (5.7%). A los datos anteriores se les aplicó la prueba de Kolmogorov-Smirnov presentando libre distribución y utilizando el coeficiente de asociación de Spearman (tabla 4), se encontró que no existía asociación entre ambas variables, por lo tanto son independientes.
Al realizar la comparación por género, utilizando la prueba U de Mann Whitney (tabla 4), para dependencia funcional, hubo mayor independencia en las mujeres que en los hombres, con una p<0.0001; y la percepción de apoyo familiar también fue más alta en las mujeres en relación con los hombres, con una p<0.003, revelando que sí hay diferencias en ambas escalas.
DiscusiónEn investigaciones realizadas en México y Sudamérica se demostró que la dependencia funcional incrementa con la edad en el adulto mayor,15–17 en este estudio se encontró dependencia total en adultos de 86 años, coincidiendo con lo reportado por otros autores, que relacionan la edad directamente con la dependencia funcional.
Sin embargo, se observó en mujeres de 70 (±7.9) años, una mayor independencia, difiriendo con otras investigaciones 16,18 en las cuales se menciona que las mujeres tienen mayor dependencia que los hombres, quienes mostraron dependencia parcial y total a los 70 (±7.9) años en este trabajo; aunque estadísticamente hay significancia, ésta es mínima entre ambos géneros, en relación con la edad y dependencia. 16,18
Al observar las características sociodemográficas, hubo predominio de casadas y viudas en el género femenino; datos que se deben resaltar, ya que la viudez lleva a la mujer a ser dependiente funcional, pues al estar sin pareja es más vulnerable.19 Se considera un factor protector el estar casado o con pareja, entendiendo que al presentar apoyo familiar se protege al adulto mayor mejorando su condición de salud.20
La educación fue mejor en las mujeres, aunque los hombres mostraron menor analfabetismo. La mayoría de las mujeres se dedicaba al hogar y los hombres, en su mayoría jubilados, se ocupaban en actividades extras al hogar.
Las variables de estado civil, ocupación y escolaridad se relacionan entre sí, para confirmar que la cultura15 y educación van ligadas a la economía y a tener mejor calidad de vida, alargando la aparición de patologías que como secuela llevan a la dependencia funcional,21,22 ya que si están sanos, por ende van a ser independientes y con posibilidad de tener un trabajo,19 manteniendo ingresos con mejor bienestar biopsicosocial.
La tipología familiar (tabla 3) se compuso por: familias nucleares (53%) con adultos mayores en las que predominaron los hombres (56.5%) con dependencia funcional; y aquellos que viven solos (13%) en su mayoría mujeres, de ellas 5.3% presentó dependencia funcional. Esto confirma18 que la necesidad de ser cuidados y convivir con los hijos o familiares vuelve al adulto mayor más dependiente, favoreciendo al senilismo, si no se sabe manejar bien los conceptos de cuidados y dependencia funcional.
Las enfermedades están relacionadas con la presencia de dependencia funcional:2,15 la hipertensión arterial sistémica (28.4%), diabetes mellitus tipo 2 (28.1%), enfermedades osteoarticulares (9.8%), enfermedades pulmonares (5.7%) cáncer (3.1%) y neurológicas (2.5%). La hipertensión arterial sistémica, en conjunto con las enfermedades osteoarticulares, son algunas de las principales causas de dependencia funcional en el adulo mayor, consideradas así en algunas regiones de México y Sudamérica.17 En cuanto al género, las enfermedades cardiacas y neurológicas afectan más a los hombres, mientras que los padecimientos osteoarticulares y mentales afectan más a las mujeres, todas asociadas al aumento de dependencia funcional.15
Contrario a lo que se esperaba, entre dependencia funcional y satisfacción familiar no existió asociación, en el estudio las variables fueron independientes; sin embargo, al analizar por género, las mujeres mostraron mejor independencia y mayor apoyo familiar.
Esto resulta relevante para el modo de vivir del adulto mayor ya que se piensa que durante su desarrollo se ve involucrado todo lo referente a la infancia, adolescencia y vida adulta, que determinan el inicio de enfermedades o las limita y por ende la aparición de dependencia funcional.23
Es importante destacar que una buena relación familiar se vincula con mejor salud en la vida adulta, el número de mujeres que mostraron independencia en este estudio tuvieron una mejor relación familiar; coincidiendo con investigaciones realizadas en San Luis Potosí, Mexico18 que mencionan que hay mayor dependencia en los hombres con un buen apoyo de su familia.
A esta situación se vincula la dependencia funcional que se mide en relación con las actividades instrumentadas que realiza el adulto mayor, pues éstas determinan el inicio de la dependencia funcional, esto se diversifica según el género, ya que las mujeres tienden a limitarse según su edad, estado físico y mental, en tanto que el hombre pierde su independencia por cuestiones, en ocasiones, meramente culturales, esto directamente relacionado con la familia, ya que se cree que al ser más atendido hay mayor dependencia funcional, lo cual no se comprueba en este estudio, y observamos que a mayor apoyo mejor independencia en el adulto mayor.16
ConclusionesSe cumplió con el objetivo primordial que fue asociar dependencia funcional con la percepción de apoyo familiar en el adulto mayor, con la Escala de Lawton Brody y apgar Familiar. Las mujeres obtuvieron menor dependencia funcional con mejor percepción de apoyo familiar y los hombres mostraron mayor dependencia parcial y menor percepción de apoyo familiar.
Sin embargo, ambas cuestiones están ligadas a los cambios futuros que experimente el adulto mayor en su última etapa de vida, ya que se incluye dentro de los problemas de salud más importantes; la dependencia funcional.
Esta situación de dependencia resulta secundaria a diversas enfermedades y otros motivos de discapacidad que limitan y llevan a presentar en forma prevalente la dependencia en el adulto mayor. Por ello, la prevención en las etapas iniciales evitará que se alcancen grados severos de trastorno funcional y dependencia. Existe una gran variabilidad en el deterioro de la funcionalidad en los adultos mayores, aquellos que antes eran capaces de realizar actividades diversas e independientes, se ven afectados por enfermedades crónico-degenerativas, estilos de vida deficientes, factores psicosociales, sociodemográficos o la combinación de ellos; en los que el deterioro funcional es predictor de mala evolución clínica y de mortalidad, independientemente de su diagnóstico.
Es vital detectar dependencia funcional en sus inicios, con apoyo de escalas validadas de fácil aplicación en el primer nivel de atención, para que se pueda mejorar con el equipo multidisciplinario su eficiencia y tratamiento oportuno; y asesorar a la familia para que brinde un apoyo adecuado para mejorar su calidad de vida futura y evitar más complicaciones.
Sugerencia de citación: Jiménez-Aguilera B, Baillet-Esquivel LE, Ávalos-Pérez F, Campos-Aragón L. Dependencia funcional y percepción de apoyo familiar en el adulto mayor. Aten Fam. 2016;23(4):129-133.