¿Cómo se fortalecen y consolidan las disciplinas médicas? ¿Cuál es el motor que las impulsa? ¿Qué aspectos han sido esenciales en su desarrollo? La respuesta sin lugar a dudas es la investigación, sin embargo, la investigación es una estructura integral que relaciona la identificación de un problema de estudio, su abordaje y la difusión de los hallazgos obtenidos; en ese mismo sentido, si no se difundiesen los conocimientos adquiridos a través de la investigación, todas las disciplinas científicas se encontrarían varadas y con ello, los aportes que hasta la fecha han existido en los diferentes campos del saber. Un ejemplo del impacto de la investigación ha sido el aumento en la esperanza de vida de los seres humanos; hacia 1880 el promedio global de vida de la humanidad era de 29 años, cifra que había sido constante a lo largo de la historia, pero a principios del siglo xx la esperanza de vida empezó aumentar considerablemente;1 en la actualidad más de 25 países en el mundo tienen una esperanza de vida para sus habitantes por encima de los 80 años,2 todo esto ha sido posible gracias a la difusión del conocimiento dentro de las distintas disciplinas científicas.
Una disciplina médica se define por un cuerpo sólido de conocimientos procedentes de áreas activas de investigación, los cuales proporcionan legitimidad al trabajo que se realiza y conducen a la innovación.3,4 Investigar en el primer nivel de atención es indispensable para entender y contextualizar las diferentes enfermedades y padecimientos de la población, ello posibilita al médico familiar el generar estrategias de promoción de salud y prevención de enfermedades, en suma, proporciona herramientas para una mejor atención de los pacientes. Las publicaciones en Medicina Familiar sirven de base y guía para emitir recomendaciones más acertadas sobre decisiones clínicas, diagnósticas, epidemiológicas y etiológicas,5 pero lo más importante de todo, sirven para innovar tratamientos y permitir el avance y fortalecimiento de esta disciplina médica.
En México ha existido un progreso significativo respecto a la difusión e impacto de los trabajos publicados en Medicina Familiar, sin embargo, hay grandes desafíos por afrontar en cuanto a la generación de conocimiento en esta disciplina médica, situación que de igual manera se extiende a otros especialistas. En el país, medicina y ciencias de la salud es el área con el menor número de investigadores pertenecientes al Sistema Nacional de Investigación (sni).6 En el año 2015 de los más de 23 mil investigadores registrados en el directorio del sni, únicamente 0.06% estaba relacionado directamente con clínicas de medicina familiar, este número es muy pequeño para el enorme conocimiento que se puede generar en este campo y sobre todo para la cantidad de enfermedades y padecimientos que pueden ser estudiados por médicos de primer contacto. Un ejemplo de lo antes mencionado ocurre en el Instituto Mexicano del Seguro Social (imss), en el que los médicos familiares generan solo 3% de la investigación realizada en esta institución, esta situación se agudiza aún más ya que 90% de los trabajos publicados son descriptivos y ejercen poco impacto en la disciplina médica;7 si bien las razones por la que esto ocurre son multifactoriales y atienden a diferentes causas,8,9 un hecho innegable es la urgente necesidad de aumentar de forma significativa la cantidad y calidad de los trabajos publicados en Medicina Familiar.
De acuerdo con el portal www.scimagojr.com, que proporciona información sobre distintos indicadores de calidad e impacto de publicaciones y revistas arbitradas, respecto a Medicina Familiar, México a lo largo de la última década se ha posicionado en el lugar 27 de 130 países, del año 2006 a 2015ha producido 100 artículos relacionados con Medicina Familiar internacionalmente y sus trabajos tienen un promedio de 3.4 citas por artículo, el índice h que mide la calidad profesional en relación con la cantidad de citas de estos trabajos es de 8; en comparación, Reino Unido en el mismo periodo se ha ubicado en segundo sitio con 8 193 publicaciones, las cuales tienen 9.44 citas por artículo y un índice h de 91, esto significa que han publicado 80 veces más y sus trabajos tienen un índice h 11 veces mayor.10
Ante tal escenario, la Medicina Familiar en México necesita dar pasos importantes en la generación de conocimiento que repercutan de manera directa en el fortalecimiento de esta disciplina médica, para ello es importante que los médicos familiares contemplen la investigación y su difusión no como un ente ajeno a su quehacer clínico, sino como el eje que guíe el desarrollo de la Medicina Familiar en el país de cara al futuro.