La lactancia materna (LM) en tándem (LMT) se puede definir como la LM durante el embarazo o la LM de 2 o más bebés a la vez1-3. La American Academy of Pediatrics y American Academy of Family Physicians recomiendan que, ante una situación de embarazo normal o puerperio sin complicaciones, la LMT sea una decisión personal de cada mujer4,5. No obstante, esta práctica se ha asociado a factores biológicos (problemas durante el embarazo), emocionales (mayor apego madre-hijos) y socioculturales (lactancias prolongadas)1,6.
Con el objetivo de establecer unas recomendaciones que ayuden a mejorar la atención a estas mujeres, se llevó a cabo un estudio cualitativo de corte fenomenológico para explorar, mediante entrevistas en profundidad, las ventajas y desafíos de esta práctica.
Participaron 9 mujeres españolas, con edades comprendidas entre los 34 y 45 años. Las edades de los hijos mayores oscilaron entre 6 y 4,5 años, y de los menores entre 4 meses y 2,5 años. Todas convivían con sus parejas y tenían un nivel de estudios igual o superior a bachillerato. Solo 2 buscaron el embarazo del hijo menor. Ninguna había oído hablar de LMT hasta quedar embarazada e indicaron haberse informado mediante grupos de apoyo a la LM e Internet.
Durante la gestación, las madres mostraron dudas sobre si destetar o no («no sabía qué hacer»). Ninguna presentó problemas como sangrado o contracciones («todo siguió bien»). Siete mujeres indicaron que, en torno al segundo trimestre, presentaron una disminución de la cantidad de leche («me quedé seca»), así como alteraciones en el sabor («salada»), color («más amarilla») y textura («más espesa»). Estos cambios no interfirieron en sus lactancias, dado que sus hijos habían introducido la alimentación complementaria y utilizaban la LM sobre todo con fines de confort y apego («mamaba para tranquilizarse y dormirse»). Así mismo, 3 madres experimentaron dolor en los pezones y sensibilidad en los pechos («me dolían mucho»), acompañadas en ocasiones de molestias psicológicas («era horrible, era la agitación de la lactancia»). Estas molestias tampoco las llevaron a destetar.
Tras el parto, todas las madres indicaron que siempre priorizaron la alimentación del recién nacido («la leche era para el pequeño») y solo una refirió amamantar simultáneamente («me los ponía los 2 a la vez»). Así mismo reportaron un rápido suministro de leche en el posparto precoz («me subió enseguida») y un manejo rápido y eficaz de problemas como la ingurgitación («el mayor me vaciaba enseguida»). En ningún caso la LMT interfirió el normal crecimiento y desarrollo de los recién nacidos («creció más rápido y estaba más gordito»). A nivel emocional, las madres indicaron que la LMT tranquilizaba a sus hijos mayores, canalizando su mal humor y celosía («apenas tenía pataletas») y creaba una relación más íntima entre madre e hijos y entre hermanos («fue muy especial conmigo y entre ellos»).
Transversalmente, las mujeres expresaron la necesidad de un apoyo profesional adecuado, relevante y de calidad («los profesionales ponen cara de espanto»), que incluya respetar la autonomía de las madres en ausencia de riesgos («si va bien, ¿qué problema hay?») y aportar información imparcial para que puedan tomar una decisión informada («no se aclaran, cada uno te dice una cosa»). Así mismo, también remarcaron la necesidad de aprobación por su entorno cercano («les cuesta mucho entenderlo»). Finalmente, esgrimieron que amamantar más allá de la norma cultural o en público («vieron a mi hijo de 4 años mamar y les faltó llamar a la policía») son las razones socioculturales más determinantes de esta práctica.
Por todo ello, con el fin de mejorar la atención a estas mujeres, en la tabla 1 se presentan algunas recomendaciones para la práctica clínica.
Recomendaciones para la práctica clínica en mujeres que ofrecen o desean LMT
Recomendaciones | Actividades |
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Construir una relación de apoyo y seguridad que facilite una comunicación fluida, abierta y sincera entre las mujeres y los profesionales de la salud, como base para una buena atención | Ofrecer educación para la salud aportando la información disponible sobre la LMT |
Escuchar activamente a las madres y alentarlas a buscar apoyo en los profesionales y de forma complementaria en grupos de apoyo, laicos, asesores informales, Internet, etc. | Discutir si la práctica de la LMT le parece un método adecuado y seguro para alimentar a su hijo |
Desarrollar un plan de atención que incluya tanto los aspectos físico-biológicos, como los emocionales y socioculturales de la LMT | Debatir cuáles son sus metas personales y motivaciones en lactancia materna |
Promover la capacidad de las mujeres para tomar una decisión informada |