Uno de los símbolos de Madrid, el Metro, ha sido el hilo conductor por el que han discurrido las líneas del XXXVII Congreso de la semFYC. Una red accesible, rápida, próxima, eficiente, que comunica, conecta y articula la ciudad, de la misma manera que la Medicina de Familia y Comunitaria y la Atención Primaria vertebran el sistema sanitario. Próxima estación: Medicina Familiar y Comunitaria, ha sido un punto de encuentro donde han confluido la promoción y la prevención, la atención sanitaria, la planificación de las políticas de salud, la formación en la universidad y en el posgrado, la investigación y la intervención en la comunidad, y donde hemos podido compartir nuestro compromiso con las personas y con la sociedad.
Cuando hace más de un año y medio aceptamos formar parte de los comités científico y organizador del XXXVII Congreso de la semFYC sabíamos que el reto era especial, no solo por lo que suponía mantener la calidad y el rigor científico de los congresos semFYC, sino también porque teníamos que incorporar las propuestas resultado del proceso colaborativo sobre el nuevo modelo de congreso. Ese era nuestro desafío y tras el congreso creemos que el resultado ha respondido a las expectativas.
Este congreso ha sido un congreso que se ha construido entre todos y todas, con una estructura más dinámica, con actividades novedosas, de menor duración y más participativas, tanto en los contenidos, como en su estructura y su formato. Más de 200 propuestas de actividades recibidas con las que se han construido 8 debates, 24 actualizaciones, 16 talleres, 6 habilidades de gran formato, 6 casos clínicos interactivos de 1h de duración, 10 carruseles clínicos y la gymkhana de urgencias. Formatos que también se han incorporado en la mayoría de las actividades de los espacios y programas semFYC y en las que han participado 194 ponentes. Se han desarrollado 5 conferencias que han despertado un gran interés; 2 en el aula docente (enseñar o el oficio de aprender) y el foro de investigación (controversias sobre las modalidades editoriales contemporáneas) y las otras 3 en cada uno de los itinerarios del congreso, buscando vertebrar los contenidos del propio itinerario, y ser un punto de encuentro cada día, por lo que se programaron como actividades únicas en su tramo horario. Crisis de la resistencia a antibióticos un problema de salud global, nos llevó por el itinerario «de lo prevalente a lo prevenible: infecciones en un mundo globalizado», con la exploración neurológica masiva, sumamos competencias, un itinerario que nos recordaba que todo nos hace competentes y que nos ha permitido trabajar competencias y habilidades que nos permiten explorar con la palabra, con las manos, con el fonendo, con el ecógrafo,… y en el tercer itinerario Cuidarnos al 100%, desde el que nos hemos acercado desde una perspectiva amplia y abierta a las diferentes necesidades «de cuidados» según la etapa profesional.
Se recibieron más de 2.500 comunicaciones, de las que se aceptaron el 84%, 800 de ellas con defensa oral en las 24 sesiones de comunicaciones orales y 40 sesiones de póster con defensa. En este nuevo formato se apostó porque su presentación no compitiese con el resto de actividades diarias del congreso y han tenido una importante asistencia. Tanto la defensa de comunicaciones orales como la del póster han sido muy participativas, lo que constituye la mejor noticia, el interés por el trabajo de nuestros compañeros.
En el programa científico se incluyó una mesa que contó con la participación de asociaciones de pacientes y otra en colaboración con los diferentes recursos preventivos y asistenciales municipales que se prestan a la población, así como un acto de solidaridad con los refugiados sirios. Y de forma paralela al congreso científico se ha desarrollado otro XXXVII Congreso semFYC con la población. En la semana previa al congreso se puso en marcha junto con la Sociedad Española de Farmacia Comunitaria, una campaña de recogida de antibióticos sobrantes de los botiquines caseros en las farmacias comunitarias. En los días del congreso se organizaron: una representación teatral protagonizada por médicos de familia que abordaba la desmedicalización de los malestares de la vida cotidiana a la que se podía acceder con una entrada simbólica que consistía en la entrega de un envase de antibiótico sobrante o el compromiso escrito de no automedicarse con antibióticos; actividades para promover la actividad física en un polideportivo próximo al recinto del congreso y una marcha que finalizó en las instalaciones del congreso, compartiendo con los participantes un desayuno cardiosaludable. Se impartieron también talleres sobre compra saludable dirigida a escolares de 7 a 10 años.
El XXXVII Congreso de la semFYC ha sido un punto de inflexión en el cambio del modelo de congreso, los congresos están evolucionando y los socios y las socias están tomando el protagonismo, la respuesta de asistencia y participación creemos que debe interpretarse como un respuesta positiva a la pregunta sobre la oportunidad de este nuevo modelo de congreso. Y esto debe llevarnos, como sociedad científica, a pensar y repensar, en un debate abierto todo lo que se está construyendo con el compromiso de todos y todas los que formamos parte de la semFYC.
El XXXVII Congreso de la semFYC nos ha dejado imágenes llenas de emoción y complicidad. Hemos habitado el Palacio del Congreso y lo hemos hecho nuestro, salas llenas todo los días, alta participación en los debates, muchos, muchas residentes, más de 700, mucho aire fresco, ambiente de trabajo entusiasta, con una contagiosa ilusión por formar parte de la construcción colectiva de este congreso. Emoción en la entrega de premios semFYC, en el reconocimiento al trabajo en diferentes competencias de la medicina de familia, emotivo reconocimiento como médico 5 estrellas de WONCA a Verónica Casado y mucha emoción y mucha fuerza en las palabras de Carlos Calderón, premio a la trayectoria como médico de familia.
El congreso desde su acto inaugural era una apuesta por conversar, diálogo y escucha, con la palabra y con la música, el círculo de percusión dirigido por el musicoterapeuta Pau Gimeno nos permitió latir y compartir, celebrar y construir de forma colectiva. Para los que tuvimos la suerte de disfrutar ese momento será inolvidable ese latido, esa fuerza y esa capacidad de construir. Esa fuerza en la que confiamos y que nos convoca a todos, la próxima primavera en Barcelona.
Gracias a todas y a todos los que habéis hecho posible el XXXVII Congreso de la semFYC.