La cardiopatía isquémica es la primera causa de muerte en el mundo. En Europa explica alrededor del 40% de la mortalidad en menores de 75 años. Y la parada cardiorrespiratoria súbita es la responsable de más del 60% de las muertes por enfermedad coronaria en adultos1. Además, un tercio de todas las personas que desarrollan un infarto agudo de miocardio mueren antes de llegar al hospital, la mayoría en la primera hora tras el comienzo de los síntomas agudos1. Es bien sabido desde hace tiempo que los 3 factores de los que depende la supervivencia en caso de parada cardiorrespiratoria son la calidad de las guías de resucitación, la formación de los sanitarios que hacen soporte vital y el buen funcionamiento de la cadena de supervivencia2.
La tecnología está presente cada vez más en nuestras vidas. De una manera imperceptible va, poco a poco, imponiéndose hasta en los detalles más cotidianos como leer el periódico, comprar unas entradas para el cine o incluso hacer la compra diaria. Y, ¡cómo no!, también ha llegado a la enseñanza y a la forma de enseñar soporte vital.
En el año 2002 apareció la primera versión de Moodle, acrónimo en inglés de Entorno de Aprendizaje Dinámico Modular Orientado a Objetos (Modular Object-Oriented Dynamic Learning Environment)3. Moodle también es un verbo anglosajón que describe el proceso ocioso, perezoso incluso, de dar vueltas sobre algo, haciendo las cosas como vienen a la mente, una actividad amena que muchas veces desemboca en el proceso de comprensión y finalmente en la creatividad.
Moodle fue creado por Martin Dougiamas, quien fue administrador de WebCT en la Universidad Tecnológica de Curtin (EE. UU.). Basó su diseño en las ideas del constructivismo en pedagogía que afirman que el conocimiento se construye en la mente del estudiante en lugar de ser transmitido sin cambios a partir de libros o enseñanzas y en el aprendizaje corporativo3. Un profesor que trabaja desde este punto de vista crea un ambiente centrado en el estudiante que le ayuda a construir ese conocimiento con base en sus habilidades y conocimientos propios en lugar de simplemente trasmitirles a los estudiantes de forma oral o escrita la información que se considera que los alumnos deben de conocer4. Actualmente existen en el mundo cerca de 330.000 cursos registrados bajo la plataforma Moodle en 196 países y en 70 lenguas diferentes3.
Moodle es potente y sencillo y otorga una gran libertad a la hora de gestionar un curso ya que posibilita el aprendizaje no presencial de los alumnos, aspecto muy positivo en un momento en que la situación laboral no permite acudir a clase ni solicitar días de formación, muy mermados en todo nuestro sistema sanitario.
Desde 2010, el European Resuscitation Council recoge la posibilidad de utilizar todos aquellos métodos que puedan facilitar el aprendizaje del soporte vital tanto básico como avanzado1.
En el artículo de Cordero y Caballero5 que se publica en este número de Atención Primaria, los autores no han hecho más que eso, innovar en la metodología de la enseñanza del soporte vital avanzado, como aconseja el European Resuscitation Council, utilizando las nuevas herramientas de e-learning que actualmente están a nuestra disposición. Se trata de la primera publicación, no existe ninguna referencia en los buscadores internacionales habituales, en relación con la utilización de la plataforma Moodle para la enseñanza de soporte vital. Los autores nos describen su experiencia, dilatada, en la utilización de esta nueva metodología, que parece muy satisfactoria. Los cambios en las necesidades de los alumnos y profesores hacen que la división de los cursos de soporte vital avanzado en 2 fases, no presencial y presencial, y la utilización de la plataforma Moodle en la primera, tal y como nos describen, sea muy bien aceptada tanto por unos como por otros. Permite la planificación de los alumnos en función de su disponibilidad horaria y facilita el aprendizaje al ser un método altamente participativo en la fase no presencial previa al curso, lo cual mejora aún más el aprovechamiento de la fase presencial del curso. Y se demuestra que es una metodología bien aceptada; a pesar de su novedad, la curva de aprendizaje para su utilización es muy rápida y alcanza altos grado de satisfacción de los alumnos con excelentes resultados en los aspectos evaluados de tiempo dedicado, acceso, utilidad y aprovechamiento general. Además, tema no baladí, permite disminuir los costes de este tipo de cursos, altos por el tipo de infraestructura que necesitan, lo cual mejora sustancialmente la accesibilidad a los mismos.
Por supuesto, y tal como comentan los propios autores, existen algunos aspectos que se podrían mejorar fomentando una mayor participación de los alumnos en los foros de discusión. Es verdad que aún no estamos muy acostumbrados a interaccionar con otros a través de chats y foros, pero seguro que la utilización de estas herramientas y el empuje de las nuevas generaciones harán que poco a poco vayamos entrando en el juego.
El futuro ya está aquí, y las nuevas estrategias en enseñanza se imponen. La semFYC no podía perder este tren. Y no solo no lo ha perdido sino que ha sido pionera actualizando su programa de Enseñanza de Soporte Vital en Atención Primaria (ESVAP) con la utilización de la plataforma Moodle para la enseñanza del soporte vital a través del campus virtual GUAC-semFYC6. Recordando el lema del Barón de Coubertin con el que daban comienzo los primeros Juegos Olímpicos de la era moderna: «Citius, altius, fortius», más lejos, más alto, más fuerte. Intentando llegar más lejos con el desarrollo e implantación de novedosos sistemas de formación como Moodle en un ámbito hasta ahora inexistente; más alto, llegando a más gente, facilitando la accesibilidad y reduciendo el coste de los cursos de formación; y más fuerte, basando la formación en potenciar los conocimientos junto con el desarrollo participativo de las habilidades propias de cada alumno. Y bien se ha debido de hacer cuando los demás nos siguen en el camino.