Sr. Director: La diabetes tipo 2 es una enfermedad crónica que incrementa el riesgo cardiovascular. El control integral del riesgo cardiovascular en diabéticos retrasa la aparición de complicaciones1 y multiplica los beneficios para el paciente2,3. Sin embargo, el grado de control de esta enfermedad, así como de los factores de riesgo acompañantes, es bastante deficiente4-6. El objetivo de este trabajo es describir el grado de control de la diabetes tipo 2 en atención primaria e identificar las variables asociadas con dicho control. Para ello llevamos a cabo un estudio observacional, descriptivo, transversal, en 4 centros de atención primaria (23 profesionales) del Área 10 de Salud de la Comunidad de Madrid (municipios de Parla y Getafe), con una muestra aleatoria de 198 diabéticos tipo 2 de 45-85 años.
La información se extrajo de las historias clínicas informatizadas. Las variables dependientes son: el estado de control de glucemia basal en ayunas, glucohemoglobina (HbA1c), colesterol total, presión arterial sistólica y diastólica. Las variables independientes son: edad, sexo, tipo de tratamiento, comorbilidades, complicaciones y visitas al centro de salud. Se definió hiperfrecuentación como el registro de más de 6 visitas al centro de salud en 6 meses. Se llevó a cabo análisis de regresión logística multivariable por el método hacia atrás condicional con las variables que en los análisis univariables, mediante la pueba de la χ2, aparecían con una significación < 0,100 para identificar las variables asociadas con el control de dichas variables.
En la tabla 1 se presentan los resultados de este estudio. El porcentaje de pacientes con pruebas analizadas presenta un rango del 32,3% para la HbA1c al 79,3% para la presión arterial. Los valores de control oscilan del 24,7% para la glucemia al 62,5% para la HbA1c. El 50% presenta valores mayores que los recomendados para HbA1c, glucemia, colesterol y presión arterial sistólica (PAS). En el análisis de regresión logística, se observa que los pacientes con antidiabéticos orales tienen una menor probabilidad de glucemia controlada (odds ratio [OR] = 0,16; intervalo de confianza [IC] del 95%, 0,69-0,38), mientras que en los pacientes con más visitas la probabilidad aumenta (OR = 3,17; IC del 95%, 1,37-7,31). En el caso de la HbA1c, son los pacientes con antidiabéticos orales los que tienen un mayor riesgo de valores no controlados (OR = 0,36; IC del 95%, 0,04-0,32). Para el colesterol, son los pacientes con dislipemias los que presentan más riesgo de falta de control (OR = 0,23; IC del 95%, 0,06-0,82). Para la PAS, los hipertensos tienen probabilidad de que no esté controlada (OR = 0,36; IC del 95%, 0,19-0,70). No se observa ninguna variable asociada con el mal control de la presión arterial diastólica.
Estos resultados indican que el control del riesgo cardiovascular en pacientes con diabetes es mejorable. Se observa que el control de glucemia y HbA1c es mayor en pacientes sin tratamiento farmacológico. De aquí se puede deducir la inercia al retrasar la indicación de estos tratamientos hasta que es «absolutamente esencial»7 o para ajustarlos hasta alcanzar los objetivos de control8. La posibilidad del control glucémico es más complicada según evolucione la enfermedad, a pesar de que se utilicen múltiples tratamientos, incluida la insulina. Es preciso, por otra parte, insistir en la necesidad de ofrecer una atención integral al riesgo cardiovascular en estos pacientes, controlando no sólo el metabolismo glucídico, sino también los lípidos y la presión arterial, especialmente en los pacientes con comorbilidad.