Objetivo. El objetivo de este estudio es estimar la prevalencia del síndrome de burnout entre los médicos de atención primaria españoles e identificar los factores que se relacionan con el desgaste profesional.
Diseño. Descriptivo transversal. Forma parte de un estudio europeo multicéntrico sobre prevalencia de burnout en médicos de familia.
Emplazamiento. Médicos de familia españoles.
Participantes. Fueron invitados a participar en el estudio 285 médicos de familia miembros de la Sociedad Española de Medicina de Familia y Comunitaria (semFYC). La muestra se obtuvo a partir de un muestreo aleatorio sistemático del registro de socios de la semFYC proporcional al número de asociados por cada comunidad autónoma.
Mediciones principales. Se elaboró un cuestionario anónimo que fue enviado por correo a cada médico seleccionado junto con una carta de presentación del estudio y un sobre franqueado. Las mediciones fueron:
Variables demográficas del médico (edad, sexo, estado civil, número de hijos) y características relacionadas con el trabajo (ubicación del centro, años desde la licenciatura, años trabajados en atención primaria, pacientes por semana, satisfacción con el trabajo, consideración de dejar el trabajo, días de incapacidad temporal, guardias nocturnas y de fin de semana). Consumo de medicamentos psicoactivos.
El síndrome de burnout se estudió mediante el Maslach Burnout Inventory (MBI). Una vez obtenido el permiso para utilizar la escala, 2 personas bilingües realizaron una traducción/retrotraducción. El MBI mide 3 dimensiones del síndrome de desgaste profesional: cansancio emocional (CE), despersonalización (DP) y realización personal (RP). Los niveles altos de burnout son indicados por puntuaciones altas en las subescalas de CE y DP y por puntuaciones bajas en la subescala de RP. La puntuación de cada subescala se categoriza como baja, media o alta.
Se estudiaron las diferencias en la distribución de las variables respecto a los resultados de la escala de burnout mediante la prueba de la *2 en el caso de variables cualitativas y el test de la U de Mann-Whitney para las cuantitativas.
Resultados. Respondieron al cuestionario 86 médicos (30,17%). De ellos, el 70,9% (n = 61) era mujer; la edad media ± desviación estándar de los profesionales fue de 35,39 ± 7,47 años. El 57% (n = 49) estaba casado y un 46,5% tenía hijos, 18 de ellos < 5 años. En cuanto a las variables de trabajo, un 98,8% trabajaba en el sector público y, de ellos, un 28,2% era residente; la mayoría (89,5%) trabajaba en equipos y en zonas urbanas (72,1%). La mediana de años trabajados en atención primaria fue de 3 y la mediana de años desde que se licenciaron, de 8. Los médicos declaraban atender una media de 193,59 pacientes semanales y una mediana de 200; trabajaban una media de 42,86 ± 10,60 h semanales. La mitad hacía guardias nocturnas (55,8%) y el 76,7% declaraba hacer guardias de fin de semana; la mediana de fines de semana trabajados al año era de 12. Los profesionales manifestaban ganar una media de 1.895,8 e (intervalo de confianza [IC] del 95%, 1.744-2.046) y una mediana de 1.900, con un máximo de 4.000 e y un mínimo de 1.100. El 25,6% de los profesionales estaba considerando cambiar de trabajo. La satisfacción con el trabajo (entre 0 y 6) presentaba una media de 3,88 (IC del 95%, 3,63-4,13). Un 24,4% puntuaban entre 5 y 6 en satisfacción. El 24,4% de los entrevistados tomaba medicamentos psicoactivos. Respecto al síndrome de burnout, los porcentajes de cada dimensión y la mediana y media se encuentran resumidos en la tabla 1. Los médicos que presentaban cansancio emocional de alto eran en mayor porcentaje posgraduados (p = 0,03), con una edad media superior (p = 0,008), hacía más tiempo que habían acabado la licenciatura (p = 0,003), tenían más fines de semana de guardia (p = 0,04), manifestaban baja satisfacción en el trabajo (p < 0,0001) y habían pensado cambiar de trabajo (p = 0,006). La despersonalización alta se asociaba con realizar guardias de noche (p = 0,01). La realización personal baja se asociaba con una peor puntuación de la satisfacción (p = 0,01) y con el deseo de cambiar de trabajo (p = 0,07).
Discusión. En este estudio, la tasa de respuesta es muy baja y, en consecuencia, las características de los que contestaron difieren de las que cabía esperar. El gran número de residentes participantes proporciona una muestra de profesionales jóvenes, con un porcentaje bajo de casados y un número importante de profesionales que hacen guardias nocturnas y de fin de semana. En otros estudios realizados en nuestro país en los que se excluía a los residentes, la media de edad estaba en 40-43 años, un 83% estaba casado y llevaban trabajando una media de 14 años1-4. Por ello, no se puede considerar los resultados como generalizables.
Sin embargo, vale la pena resaltar algunos de los resultados obtenidos. A pesar de que se trata de una muestra de médicos jóvenes, que lleva pocos años trabajando en atención primaria, un tercio de los médicos presenta puntuaciones altas de cansancio emocional. Si tenemos en cuenta que éste es uno de los factores clave en el desgaste profesional, los resultados de nuestro estudio indican prevalencias algo más bajas que las publicadas en otros estudios españoles1-4, que se sitúan entre un 53,3 y un 38,9%. Se observa despersonalización en un tercio de los médicos, también algo menor que en los estudios mencionados (47-33%), y un cuarto de los profesionales manifiesta una realización personal baja, más próxima a la encontrada en estudios nacionales (28-38%).
En los trabajos de burnout no hay una consistencia clara en la relación entre las variables demográficas y la estructura del trabajo con el desgaste profesional, con resultados dispares en los estudios mencionados con anterioridad. En este trabajo parece que el hacer guardias y los años en la profesión se asocian con el cansancio emocional y la despersonalización, relación ya descrita por otros autores5.
Los resultados de este estudio muestran una relación entre la satisfacción en el trabajo con el desgaste profesional. Esta relación también ha sido descrita en algunos trabajos realizados en España2,4, en los que se ha obsevado que una mayor satisfacción se relaciona con menores niveles de burnout. Incluso algún estudio ha descrito la satisfacción como un elemento protector ante el estrés laboral. En el trabajo de Ramírez et al6 se observaba que, en cada punto de la escala de estrés, los profesionales con baja satisfacción tenían una mayor probabilidad de presentar cansancio emocional o despersonalización. Deben estudiarse medidas que puedan mejorar la satisfacción laboral ante un desgaste profesional que hace ya mella en nuestros médicos más jóvenes.