El desarrollo del ultrasonido ha revolucionado la práctica médica, pues en un profesional entrenado incrementa precisión y la resolutividad con un método económico y reproducible, cada vez más accesible en los servicios de atención primaria1,2. Hasta hace unas décadas la ecografía fue considerada una prueba de imagen limitada al servicio de radiología y realizada por especialistas en imágenes diagnósticas; sin embargo, durante los últimos años el ultrasonido se ha venido trasladando a la cabecera de la cama del paciente e incorporando a la práctica clínica de numerosas especialidades, como es el caso de la medicina de urgencias y de la medicina familiar2-4.
Los términos «ecografía a pie de cama» o «ecografía clínica» hacen referencia a la correlación clínica con hallazgos de ultrasonido dirigidos realizados por médicos no radiólogos cuyo objetivo es resolver problemas concretos identificados durante la valoración clínica, facilitando la aproximación diagnóstica y terapéutica3,5, aumentando la capacidad resolutiva, disminuyendo el tiempo de estancia hospitalaria y el número de remisiones, especialmente en ámbitos rurales y dispersos6.
La ecografía en atención primaria constituye una herramienta que optimiza la práctica clínica del profesional y genera en el paciente una sensación de ser más valorado2,3. Sin embargo, su beneficio continúa siendo una herramienta explorador-dependiente, por lo cual su aplicación debe estar condicionada por el cumplimiento de un plan de formación controlado y acreditado ofrecido por especialistas radiólogos y no radiólogos entrenados que aseguren un alto grado de concordancia durante su proceso de entrenamiento7, a pesar de no ser periodos formativos excesivamente largos6.
La ultrasonografía en manos del médico familiar, urgenciólogo u otros especialistas de atención primaria con un adecuado entrenamiento mejora la efectividad y la resolutividad en diferentes escenarios clínicos descritos por el doctor Sánchez-Barrancos2,5. Lejos de invadir terrenos que no son propios del especialista de atención primaria, se debe recalcar que la ecografía clínica por especialista no radiólogo no debe ser confundida con la toma y la interpretación de ultrasonografías de cribado multiórgano en pacientes asintomáticos, lo cual corresponde al especialista en imágenes diagnósticas3,7.
Es momento entonces de aumentar el esfuerzo formativo de ecografía clínica en residentes de especialidades médicas dedicadas a la atención primaria, no solo en España, sino a nivel global, especialmente en Colombia y en América Latina8, siempre en colaboración de los servicios de radiodiagnóstico2. En el sigloxxi no se concibe la práctica de la medicina familiar sin bases sólidas de ecografía; sin embargo, su papel de generalista cursa como una barrera para lograr una curva de aprendizaje adecuada durante el posgrado5. En un abrir y cerrar de ojos llegará el día donde no se conciba que un médico de familia no lleve en el bolsillo de su bata una sonda ecográfica conectada a un dispositivo electrónico portable, así como hoy es inconcebible un médico de familia sin fonendoscopio1,3.
FinanciaciónLos autores declaran que la realización del presente manuscrito fue autofinanciada.
Conflicto de interesesLos autores declaran no tener ningún conflicto de intereses en la publicación de este manuscrito.