Sr. Director: He leído con mucho interés el artículo de reflexión sobre la medición de la morbilidad en atención primaria, escrito en su Revista por Juncosa y Bolíbar1, como he leído y utilizado algún trabajo anterior sobre el mismo tema en el que ambos eran coautores2, porque, como ellos, yo también he dedicado tiempo y entusiasmo al estudio de la morbilidad. De hecho, he analizado la morbilidad desde distintas perspectivas, a partir de los datos proporcionados por el único estudio de morbilidad atendida realizado en España con cierta ambición, en el que participaron 44 médicos distribuidos en 10 comunidades autónomas que, de forma voluntaria, registraron durante un año todos los encuentros habidos tanto en consulta como en domicilio.
Este estudio, promovido por la Red Española de Atención Primaria (REAP), que contó con una ayuda FIS y cuyo investigador principal fue García Olmos, ha permitido calcular tasas de incidencia y prevalencia utilizando como unidad de análisis el episodio de atención, y como denominador, la población atendida. Con los datos recogidos se podía caracterizar a los médicos participantes y sus condiciones de trabajo, identificar a los pacientes, conocer las características de las consultas atendidas y diferenciar los tipos de episodios.
El trabajo de campo se realizó entre el 1 de mayo de 1993 y el 31 de abril de 1994 y, aunque fue un estudio «de lápiz y papel», como escriben Juncosa y Bolíbar en su artículo, ha proporcionado abundante información empírica3-7, información que también se ha podido contrastar con estudios europeos similares en la reunión del Euro-Med Data Project celebrada en Bruselas el año pasado.
A través de la discusión en los originales antes citados, en algunas comunicaciones a congresos y en una tesis doctoral7, hemos analizado las ventajas y limitaciones de este tipo de estudios; por ejemplo, el problema de la elección del denominador, los aspectos relativos a la utilización del episodio, la representatividad de las muestras de médicos, los problemas de la codificación o el método de estandarización de tasas empleado.
Las fuentes que cito pueden servir para que los lectores iniciados, o aquellos a los que el artículo de Juncosa y Bolíbar les haya despertado la curiosidad, amplíen sus conocimientos sobre la medición de la morbilidad.