Introducción
Tradicionalmente el elemento primordial que han tenido los profesionales sanitarios para mantenerse al día acerca de las últimas novedades en la medicina ha sido la lectura de los artículos que se publican en las materias de su interés. La tarea de seguimiento regular requiere un enorme esfuerzo y consume gran cantidad de tiempo.
Con el uso de Internet este problema se ha agrandado. Si consideramos que la base de datos Medline incluye 400.000 nuevos artículos al año, que el número de páginas web se incrementa en 20 millones cada mes, y que diariamente se envían varios cientos de miles de mensajes a las listas de discusión, la visión no es muy esperanzadora. El problema hoy día no es encontrar información sino saber seleccionar la más relevante1.
Es conocido que para que un artículo médico sea publicado en una revista biomédica ha de pasar una revisión por un comité editorial, que será más rigurosa en la medida del impacto y el prestigio de dicha publicación. En contrapartida, la información médica que aparece en la web no es filtrada de igual forma. Esto permite que puedan aparecer en la pantalla del ordenador informaciones contradictorias e incluso erróneas con apariencia de publicaciones fiables, y así buena parte de la información que aparece en las páginas web médicas es «basura electrónica» y sólo un porcentaje cada vez menor es información veraz y de calidad contrastada2.
Existen algunas iniciativas como el HONcode3, la web médica acreditada4, la web médica de calidad (WMC)5 que desarrollan un sistema de acreditación-sello de calidad de las páginas web. Ninguna de ellas aporta información sobre las revisiones realizadas en las páginas web que suscriben sus códigos de conducta.
Por ello, el objetivo del presente trabajo es evaluar las páginas web en lengua española útiles para el médico de atención primaria a partir de criterios de calidad determinados por los propios médicos.
Material y métodos
Estudio descriptivo y transversal desarrollado durante el período comprendido entre octubre de 2001 y abril de 2002.
Se elaboró una encuesta utilizando como modelo las recomendaciones de la British Healthcare Internet Association (Bhia)6, American Medical Association (AMA)7, del HONcode3 y webs médicas de calidad (WMC)5, entre otras8-10; que incluía 20 preguntas sobre los criterios más importantes que debería tener una página web médica, y se envió a todos los médicos de atención primaria del área sanitaria del Área IV de Asturias (163 médicos de familia y pediatras), que evaluaban cada una de las preguntas de 0 a 10 puntos según el grado de interés que suscitaban.
A partir de los resultados de la encuesta se elaboró un cuestionario de evaluación (tabla 1) constituido por una parte general común a toda página web que constaba de 8 preguntas y una parte específica con 5 preguntas aplicables a cualquier web médica y dos especiales modificables en función de la especialidad hacia la que va dirigida, en este caso atención primaria; estableciéndose unas normas de cumplimentación de éste agrupadas como normas generales y especificaciones para cada pregunta.
Se realizó una búsqueda en www.Google.com y www.Yahoo.com empleando como palabras clave el nombre de las especialidades médicas y quirúrgicas reconocidas por el Ministerio de Educación y Ciencia, así como atención primaria, medicina general, medicina de familia, guías de práctica clínica, medicina basada en la evidencia, EPOC, obesidad, dislipemia, hipertensión arterial y diabetes, utilizando como único limitador de la búsqueda que el idioma de la página fuese el español.
Se incluyeron para el estudio los 100 primeros enlaces encontrados por los buscadores para cada una de las palabras clave o todos los enlaces si el número encontrado era inferior a 100.
Para el filtrado de las páginas encontradas y evitar su repetición se creó una hoja de cálculo en «Microsoft Excel XP» y se diseñó un programa en «Visual Basic» para automatizar el proceso.
Se establecieron los siguientes criterios de exclusión: a) páginas de pago (aquellas que para el acceso a cualquiera de sus contenidos es necesario el aporte de una cantidad económica), al igual que aquellas que exigían la pertenencia a una determinada sociedad o institución; b) páginas comerciales (aquellas destinadas exclusivamente a la venta o promoción de un producto comercial); c) páginas destinadas exclusivamente a pacientes; d) páginas constituidas exclusivamente por enlaces con otras direcciones; e) páginas de contenido no clínico (aquellas páginas destinadas a profesionales sanitarios que carecen de contenidos útiles en la clínica); f) páginas que contienen únicamente la versión «en línea» de una revista impresa, y g) miscelánea: en este apartado se incluyeron páginas no operativas, no médicas y las de idioma distinto del español.
Las páginas no excluidas se distribuyeron aleatoriamente entre 6 evaluadores de modo que cada una fue evaluada por dos examinadores independientes, calculándose el coeficiente de correlación intraclase (CCI)11 entre éstos.
En el anexo 1 (disponible en la versión para Internet) se representa de forma esquemática la metodología utilizada para obtener las puntuaciones otorgadas a cada cuestionario.
En primer lugar se realiza una ponderación de cada una de las preguntas del cuestionario basada a los resultados de la encuesta, de modo que se calcula la diferencia entre la mayor y la menor puntuaciones obtenidas en la encuesta y este resultado se divide proporcionalmente entre cada una de las preguntas mediante una regla de tres simple.
En total cada página web obtiene 3 resultados: una puntuación específica (PES), una puntuación general (PGE) y una puntuación global (PGlob) que es la media de las dos anteriores.
Una vez calculadas las puntuaciones, las páginas se clasificaron según el siguiente criterio para la PGlob: a) mala: 0 a 3,5; b) regular: 3,51 a 5,5; c) buena: 5,51 a 7,5, y d) excelente: 7,51 a 10.
El análisis de las puntuaciones de las distintas páginas se realizó utilizando el análisis de varianza para variables continuas. Asimismo, se empleó la correlación lineal de Pearson para evaluar la relación entre la parte general y la específica del cuestionario. Para el cálculo de los resultados del cuestionario y el análisis estadístico se utilizó el paquete SPSS v 10.0 en español (SPSS INC Chicago; IL), introduciéndose previamente las variables en una base de datos creada en «Microsoft Access XP».
Resultados
De 163 cuestionarios enviados respondieron 85 (52,14%), 44 varones (51,8%), 31 mujeres (36,5%) y 10 personas que no especificaron el sexo (11,8%). La media de edad fue de 41 años (DE, 7,95); 72 (84,7%) habían utilizado Internet en alguna ocasión, 4 (4,7%) nunca han navegado, y 9 (10,6%) no contestan a esta pregunta.
En la tabla 2 se muestran los resultados de la encuesta realizada en la que se preguntaba a los médicos aquellos aspectos más importantes que habría que tener en cuenta para valorar la calidad de una página web orientada al médico de atención primaria.
Se encontraron 2.095 páginas, de las cuales 1.218 (58,14%) estaban repetidas; analizándose 877 páginas. Quinientas noventa y siete (68,07%) cumplían algún criterio de exclusión. En la tabla 3 se muestran los motivos de exclusión de dichas páginas.
Se le administró el cuestionario a 280 páginas, cada una de las cuales fue examinada por 2 evaluadores independientes. El CCI fue de 0,62 (IC del 95%, 0,52-0,70%; p < 0,05) para la parte general del cuestionario y de 0,70 (IC del 95%, 0,63-0,76%; p < 0,05) para la parte específica; con una PGlob de 0,73 (IC del 95%, 0,66-0,78%; p < 0,05).
Si clasificamos las páginas en función de su calidad, observamos que el 72,2% tiene una calidad «mala-regular», mientras que sólo un 1,8% obtiene la calificación de «excelente» (tabla 4).
En el anexo 2 (disponible en la versión para Internet) se muestran las páginas evaluadas que alcanzaron una calificación de buena o excelente.
La tabla 5 muestra los resultados del análisis de las páginas por especialidad.
Al realizar una correlación de Pearson entre las PGE del cuestionario y la PES se observar una r = 0,259 con una p < 0,01; por lo tanto, cuanto mejor es la PGE mejor es la PES y viceversa.
El análisis de los distintos apartados del cuestionario (tabla 6) muestra en la parte general de éste que la mayoría de las páginas obtienen resultados positivos excepto en la «fecha de actualización». La parte específica del cuestionario presenta resultados negativos para la mayoría de las páginas analizadas.
Discusión
El presente trabajo analiza la calidad de las páginas web en lengua española en función de su utilidad para el médico de atención primaria.
Los intentos de evaluar la calidad de las páginas web médicas han sido y son abundantes12,13. Se ha estudiado la calidad de la información sanitaria publicada en Internet sobre varias enfermedades14-16 y se han emitido códigos de conducta comunes para las páginas web relacionadas con la salud17,18. Igualmente se han evaluado los portales sanitarios en español dirigidos a la atención primaria19, a partir de las recomendaciones de la AMA; pero no se han encontrado estudios previos que analicen las páginas web en función de su utilidad para la atención primaria de salud.
El cuestionario obtenido no incluye criterios considerados fundamentales por otros autores y organizaciones6-9, como son la autoría de la información publicada, la citación de las fuentes en que se basa la misma y la revelación de los conflictos de intereses y de los patrocinadores económicos. La no inclusión de estos requisitos puede constituir una de las limitaciones de este estudio.
La evaluación del cuestionario obtuvo una concordancia excelente entre evaluadores, lo que le convierte en un instrumento reproducible para medir la calidad de la información médica «en línea».
La búsqueda se llevó a cabo usando dos buscadores «generales»: Google y Yahoo, debido al escaso número de enlaces aportados por buscadores «médicos» al emplear las mismas palabras clave. Se incluyeron en el estudio los cien primeros enlaces aportados por los buscadores para cada palabra clave, lo cual puede ser otra de las limitaciones del trabajo, por la posibilidad de haber dejado fuera recursos de interés. Esa limitación parece ser común a cualquier búsqueda de información en Internet20, cualquiera que sea la estrategia de ésta, dado el carácter mutante y caótico de la red, así como la deficiente indexación de las páginas web. Por otro lado, llama la atención la gran cantidad de enlaces repetidos que se encontraron, lo que plantea la duda de si en realidad hay muchas páginas originales que no se hayan recogido.
Respecto a los resultados globales, es destacable la abundancia de direcciones calificadas como regulares o malas (un 72,2% con puntuación inferior a 5,5). Igualmente destaca el escaso número de direcciones que consiguieron una puntuación por encima de 7,51, dado que los requisitos exigidos tampoco parecen ser estrictos. Cabe preguntarse cuántas páginas hubieran sido consideradas excelentes de aplicarse los criterios de calidad excluidos, quedando este interrogante para ulteriores estudios.
Del análisis de las páginas por especialidad se observa que las puntuaciones más altas corresponden a páginas de medicina familiar y comunitaria seguidas de las de pediatría debido al peso de la parte específica del cuestionario que incorpora 2 preguntas destinadas a atención primaria. Éstas podrían variar en función de la especialidad a estudio. Por ello, si bien en la parte general las mejores puntuaciones las obtienen páginas de pediatría, la existencia de estos dos ítems en el cuestionario específico determina que éste, al igual que la calificación global, se incline a favor de las páginas de medicina familiar y comunitaria.
Es importante señalar la correlación existente entre la parte general y la específica, a mayor valoración de la parte general, mayor la de la específica y viceversa.
Finalmente Internet, como medio de comunicación, información y llave de nuevas tecnologías, permite abrir el interrogante de si la información en este soporte debe ser tratada de forma distinta de la publicada en otros formatos21-23. ¿Acaso existen organismos que emitan sellos de calidad a las revistas médicas en formato impreso? o ¿deben ser los propios usuarios a través de sus conexiones y referencias los que marquen el impacto de una determinada web médica?
Agradecimientos
Nuestro más sincero agradecimiento a A. López, M. Pizarro, S. Tranche, C. Monte y C. Alonso, así como a todas las personas que nos dedicaron su tiempo para que fuese posible este trabajo.
Datos complementarios del presente trabajo están disponibles en: http://www.cristosalud.com
Correspondencia: Dr. Rubén Villa Estébanez. Centro de Salud El Cristo. C/ Álvaro Flórez Estrada, 21. 33006 Oviedo (Asturias). España. Correo electrónico: rubenve@telecable.es
Manuscrito recibido el 18 de septiembre de 2002.
Manuscrito aceptado para su publicación el 24 de enero de 2003.