Estudiar la presencia de psicopatología en pacientes que demandan tratamiento a consecuencia del abuso de cocaína.
DiseñoEstudio de casos y controles.
EmplazamientoUnidad de conductas adictivas. Tratamiento de la adicción a drogas legales e ilegales. Atención primaria.
PacientesPacientes que demandan tratamiento por abuso de cocaína (n = 35). Grupo control formado por sujetos sin problemas de abuso de drogas (n = 40).
Mediciones y resultadosEvaluación de la psicopatología mediante el Brief Symptom Inventory (BSI) (Derogatis, 1975). Los pacientes que abusan de la cocaína muestran puntuaciones elevadas en las dimensiones del BSI, en especial en las dimensiones ideación paranoide (media, 1,48) y en obsesivo-compulsivo (media, 1,25). Cuando el grupo cocaína se compara con el grupo control, se detectan diferencias significativas en 9 de los 12 indicadores. La significación más relevante surge en las dimensiones ideación paranoide y psicoticismo (p = 0,000).
ConclusionesSe confirma la alta prevalencia de sintomatología psiquiátrica en pacientes que solicitan tratamiento por abuso de cocaína. Las elevadas puntuaciones en las dimensiones obsesivo-compulsivo, ansiedad e índice de malestar global dificultan el proceso de tratamiento orientado al cese del uso de la sustancia, puesto que aunque disminuyen cuando cesa el consumo aparecen intensamente los días posteriores. Dadas las características que presentan estos pacientes, el BSI parece ser un instrumento útil que oriente en el diagnóstico y tratamiento de las personas que abusan de cocaína.
To study the presence of psychopathology in patients seeking treatment for cocaine abuse.
DesignCase/control study.
SettingAddictive conduct unit. Treatment of addiction to legal and illegal drugs. Primary care.
PatientsPatients seeking treatment for cocaine abuse (n = 35). Control group of people with no drug-abuse problems (n = 40).
Measurements and resultsEvaluation of psychopathology through the Brief Symptom Inventory (BSI, Derogatis, 1975). Patients who abused cocaine scored high in the BSI, especially in the paranoid ideas (mean = 1.48) and obsessive-compulsive (mean = 1.25) dimensions. When the cocaine group was compared with the control group, there were significant differences in 11 of the 12 indicators. The most relevant significance occurred in the paranoid ideas and psychotic dimensions (p = 0.000).
ConclusionsThe high prevalence of psychiatric symptoms in patients seeking cocaineabuse treatment was confirmed. The high scores in the obsessive-compulsive, anxiety and general malaise dimensions hindered the process of treatment in order to stop using the drug, in that the scores drop when consumption stops but start up again intensively in the following days. Given the characteristics of these patients, the BSI seems a useful instrument for guiding the diagnosis and treatment of people who abuse cocaine.