Durante muchos años el desarrollo de colecciones en las bibliotecas de hospitales se integraba por colecciones recomendadas en listas de gran prestigio, todas ellas anglosajonas (Brandon/Hill y American College of Physicians, principalmente)1, que se adaptaron a la realidad de las bibliotecas de ciencias de la salud españolas2,3. Considero oportuna la propuesta de SEMFYC4 dado que estas listas han dejado de actualizarse, con el valor añadido de incorporar publicaciones de nuestro entorno. Sobre esta propuesta Verónica Juan-Quilis5 realiza un estudio en el que, entre otras cosas, menciona la Biblioteca Virtual del Sistema Sanitario Público de Galicia, sobre las que considero oportuno hacer una serie comentarios y precisiones.
Para evaluar la visibilidad, la autora realiza una búsqueda en Google en castellano y en otras lenguas autonómicas. El problema que he detectado es que, de las 3 lenguas autonómicas existentes, tan solo se han incluido el catalán y el vasco, no se ha incluido ningún término en gallego, en concreto saúde. Si se realiza la estrategia de búsqueda que sugiere la autora (biblioteca + virtual + saúde + galicia), puede comprobarse que no es necesario pasar 5 páginas de Google para visualizar la Biblioteca Virtual (BV) de Galicia. Me gustaría resaltar que con los métodos de búsqueda utilizados, lo que se evalúa es la visibilidad para los ciudadanos, no la accesibilidad al sistema de los usuarios naturales de las BV que siempre recurrirían a otros accesos.
De acuerdo con la búsqueda determinada por la autora, «Para encontrar la página principal de la biblioteca de Galicia hay que conocer su nombre no oficial pero, sin duda, más utilizado: bibliosaúde», me gustaría matizar este punto: Bibliosaúde no es el nombre oficioso, sino el término oficial, tal y como queda reflejado en la orden de creación, en junio de 20116. Además, en la URL hay un error, nuestra dirección no es http://bibliosalude.sergas.es, sino http://bibliosaude.sergas.es y http://mergullador.sergas.es. Mergullador (buceador en español) es la puerta de acceso de Bibliosaúde a través de Internet, desde la que se puede acceder como invitado a todos los recursos disponibles en la BV. Si el recurso se encuentra en acceso gratuito o abierto, cualquier invitado puede acceder a él. También se pueden utilizar otras herramientas disponibles en la plataforma. En Mergullador se encuentran disponibles más de 2.800 revistas de ciencias de la salud, entre las que pueden localizarse todas las revistas gratuitas o de acceso abierto, incluidas las que relaciona la autora.
El estudio comparativo de los recursos disponibles en las diferentes bibliotecas virtuales que menciona en la tabla 3 está basado en un cuestionario enviado a los diferentes responsables de las mismas. Independientemente de lo que se haya contestado en el cuestionario, las revistas de acceso libre y/o gratuitas deberían ser adjudicadas a todas las comunidades autónomas, ya que todos accedemos a ellas sin restricciones. Si fuera así los datos de todas las BV españolas mejorarían en el cumplimiento de las recomendaciones de SEMFYC.
Durante el tiempo transcurrido desde la elaboración del estudio y su publicación, el avance de la crisis económica ha obligado a ajustar y reformular los gastos, algunas comunidades ya no podríamos incorporar determinadas suscripciones, por ejemplo la BV de Galicia canceló algunas revistas como Family Practice, si bien se ha suscrito a nuevos recursos como Uptodate. Mientras otras como la BV de Andalucía han cancelado el acceso a Fisterra, el recurso recomendado en primer lugar por SEMFYC, pero en absoluto estos datos restan interés al estudio.
La propuesta de SEMFYC es muy interesante ya que determina la colección que cubre las necesidades de información en atención primaria. Esperemos que otras sociedades científicas elaboren propuestas similares, de la misma manera que las bibliotecas virtuales podrán aportar información de interés, como son los datos estadísticos de uso de los diferentes recursos. Estas recomendaciones trasladadas a El Consejo Nacional de Especialidades en Ciencias de la Salud dispondría con ello de un elemento más para incluir entre los criterios de evaluación de las unidades docentes para los especialistas en formación.