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Vol. 29. Núm. 9.
Páginas 529-530 (mayo 2002)
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Médicos en formación: un impulso para la sociedad
Doctors in training: a stimulus for society
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R. Vinyetaa
a Vocal de Residentes de semFYC.
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La vocalía de médicos residentes de semFYC desarrolla sus actividades sobre dos vertientes, la científica y la organizativa. Como actividad científica, las Jornadas de Médicos Residentes son su máximo exponente. Este año, llegamos a la sexta edición de las Jornadas, que al igual que las cuatro últimas tendrán lugar en la ciudad de Toledo, los días 23 a 25 de mayo. La característica más peculiar de las Jornadas de Médicos Residentes de la semFYC es el modo en que se hace efectiva su asistencia: abierta a todos los médicos de familia en formación, deben presentar una comunicación científica en forma de caso clínico o trabajo de investigación, y después de la valoración por parte del comité científico, constituido exclusivamente por médicos residentes provenientes de distintas sociedades federadas, se acepta un máximo de 84 comunicaciones; puesto que se permiten tres autores por comunicación, llegamos a los 252 asistentes previstos anualmente. Este año, se han recibido 386 comunicaciones, lo que confirma el interés que edición tras edición despiertan estas Jornadas. Además de las comunicaciones, también se realizan talleres de habilidades prácticas, y se ha reservado un espacio para una mesa redonda sobre formación y para el debate sobre nuestra especialidad.

No obstante, lo que hacen estas Jornadas es reflejar la necesidad que desde el colectivo de médicos residentes se tiene de eventos específicamente orientados a ellos. En este sentido, las sociedades científicas han identificado estas necesidades y estimulado tanto la creación de las vocalías de médicos residentes como su actividad científica y representativa. Así, las vocalías de médicos residentes de cada sociedad federada también desarrollan sus propias jornadas. La actividad de las vocalías hace que se comporten como entidades representativas de los médicos residentes, y sea adonde se dirigen para obtener información y coordinación. La fuerza que nos otorga la estructura federal de la semFYC nos permite llegar a la gran mayoría de los médicos residentes. De hecho, prácticamente somos las únicas entidades que pueden comportarse como auténticamente representativas de nuestro colectivo, puesto que las oficiales no son suficientemente funcionales (representantes en comisiones asesoras y en la Comisión Nacional de la Especialidad), probablemente debido a la escasez de recursos precisos para el buen desarrollo de la formación especializada. Por este motivo, la semFYC ofrece un servicio básico para los médicos residentes. Y en este marco, las Jornadas de Médicos Residentes son punto de encuentro de médicos de todo el país, donde se puede apreciar la tarea formativa de cada comunidad y unidad docente y debatir sobre los vicios y las virtudes de nuestra especialidad.

En lo concerniente a la actividad organizativa, ya se ha comentado que las vocalías de médicos residentes han adquirido un carácter auténticamente representativo, por su estructura y por el potencial de comunicación con todo el colectivo. Debe hacerse hincapié en el apoyo explícito que todas las vocalías de médicos residentes han recibido desde las juntas permanentes de cada sociedad científica y desde la de semFYC. Prueba de ello es que en la reciente polémica a raíz de la ley de consolidación de empleo en el territorio Insalud, posteriormente generalizada a todo el Sistema Nacional de Salud, la semFYC ha respondido a la creación de la Coordinadora de Médicos Especialistas en Formación con todo su soporte institucional, a pesar de que muchos de sus asociados podían beneficiarse de la ley. La explicación a esta actitud emana de una creencia profunda de la sociedad, y es que la mejor vía, y única reconocida como ordinaria para la formación especializada, es la vía MIR, con todos sus defectos. Desde las vocalías de médicos residentes se ha denunciado el ataque a la formación especializada que se deriva de esta ley, hasta tal punto que se ha elaborado un documento que se está consensuando con otras entidades en las que hay médicos residentes, de todas las especialidades, en defensa de la vía MIR, que se quiere presentar a las autoridades competentes para que conozcan la postura del gran colectivo de médicos residentes de nuestro país que, no lo olvidemos, son los médicos del mañana.

La formación especializada genera debates en todos los ámbitos. Hay fases de nuestra residencia en que nos sentimos como mano de obra barata, pero hay otras en las que nos sentimos inútiles por no tener ningún cometido específico en alguna rotación. Desde las unidades docentes se pelean con los gestores para conseguir que el programa se respete lo máximo posible, evitando la tendencia a hipertrofiar nuestra dedicación asistencial en detrimento de la formativa. Recientemente la vocalía de médicos residentes de la sociedad catalana presentó el resultado preliminar de una encuesta realizada sobre médicos residentes; en ella se preguntaba sobre dos aspectos asistenciales (horas de guardia mensuales y anuales, y tiempo dedicado a la asistencia en el tercer año, con y sin tutor) y dos formativos (realización de sesiones clínicas y contacto de los R1 con el centro de atención primaria [CAP] y formación en asistencia familiar). Los resultados fueron explícitos: nuestra formación está basada en la asistencia médica. Por todos es reconocido que no puede haber una buena formación sin adquirir experiencia, pero esto no obvia que los aspectos formativos queden frecuentemente olvidados o relegados. De igual manera, la figura del médico residente adquiere una realidad contractual distinta de la de los médicos de atención primaria especialistas, punto este que también frecuentemente es motivo de controversia. Finalmente, no podemos quedarnos sin hacer un ejercicio de autocrítica para reconocer que a veces los médicos residentes no hacemos lo suficiente para exigir la máxima calidad docente, descargando toda la responsabilidad en los formadores y evitando desarrollar la parte que nos corresponde. Lo cierto es que la formación especializada ha cambiado mucho desde sus inicios. Las salidas profesionales no son tan amplias; los médicos residentes son más exigentes individualmente con la calidad de su formación, pero más acomodados y poco reivindicativos en el ámbito colectivo; las facultades de medicina siguen nutriendo en exceso a la sociedad de médicos que luego no va a poder absorber, desbaratando una inversión preciosa; la sanidad hace tiempo que arrastra una crisis ideológica y económica a la que no se vislumbra una salida o mejora cercana; la insatisfacción profesional está a la orden del día; los tutores hace tiempo que reclaman mejoras para poder dedicarse más a la docencia, etc.

Todo esto nos lleva a pensar que estamos en un período de inflexión: desde la semFYC, junto con la CNE, se ha creado un grupo de trabajo para estudiar la mejora del programa de formación, bajo la coordinación de Verónica Casado; las recientes sentencias de Luxemburgo, y algunas de distintos Tribunales Superiores de Justicia autonómicos, en la línea de la acotación de la jornada laboral y su remuneración, con las repercusiones que sobre los médicos residentes puedan tener; la sentencia favorable en Baleares para la libranza de los médicos residentes después de una guardia de presencia física, y su aplicación ya en estos momentos en algunas comunidades autónomas; la comentada ley de consolidación de empleo; la creación de la Coordinadora de Médicos Especialistas en Formación; el trabajo sindical que se está desarrollando en Aragón, Castilla y León y Castilla-La Mancha, por parte de médicos residentes, y la creación de diversos sindicatos de atención primaria en varias comunidades; el contacto con médicos residentes de otras especialidades; la elaboración junto con la vocalía de posgrado de la OMC del Estatuto del Médico Residente; la sensación por parte de las unidades docentes de que no se puede formar correctamente manteniendo el ritmo actual de presión asistencial, etc.

En este punto la participación de todos los colectivos afectados de manera coordinada se hace a todas luces fundamental. Tenemos la impresión de que las vocalías de médicos residentes han superado la primera fase de su existencia, como se tiene en cuenta en las sociedades científicas y entre los compañeros residentes. El siguiente paso es consolidar su funcionamiento y adquirir oficialmente la representatividad que ya tiene otorgada por el volumen y calidad de sus actividades. Quién sabe si en un futuro no muy lejano las sociedades científicas dejarán de ser aquel grupo de médicos que se empeñan en aprender y hacer las cosas bien para pasar a ser parte indispensable en el diseño y desarrollo de todo lo concerniente a la especialidad y la formación especializada.

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