El cáncer constituye una de las principales causas de morbimortalidad mundial1. Por ello, el Consejo de la Unión Europea recomienda la implantación de programas de cribado poblacional de cáncer de mama, cérvix y colorrectal2. Para potenciar el conocimiento teórico al respecto, contamos con el Código europeo contra el cáncer (CECC), auspiciado por la OMS3, y, en el ámbito nacional, con el PAPPS, implementado por la SemFyC4,5.
El objetivo de este estudio ha sido evaluar la percepción de los residentes de medicina familiar y comunitaria y de los estudiantes de medicina y enfermería, teniendo como base el CECC y las recomendaciones del PAPPS[1], sobre la conveniencia de las pruebas de cribado de cáncer.
Se trató de un estudio observacional, descriptivo, en el que cada participante cumplimentó un cuestionario creado ad hoc, que había sido sometido a un proceso de validación lógica-aparente y por consenso para que fuera autocumplimentado de manera anónima.
Obtuvimos un tamaño muestral de 740 sujetos con una media de edad de 22,10±4,537 (DT) años (IC 95%: 21,78-22,43), 89 fueron residentes de medicina familiar y comunitaria de la unidad docente del distrito sanitario Córdoba-Guadalquivir, 12 residentes de la unidad docente de Ceuta, 310 estudiantes de medicina y 341 estudiantes de enfermería de la Universidad de Córdoba y de la Universidad Francisco de Vitoria de Madrid. El 77,0% no era conocedor del CECC (IC 95%: 74,0-80,0) y el 71,8% no conocía el PAPPS (IC 95%: 68,5-75,0%). El 90,5% estuvo de acuerdo con la implementación de la citología, el 84,1% con la implantación de la SOH, el 89,2% con la mamografía y el 81,4% con el uso sistemático de PSA en mayores de 50 años.
Los estudiantes de la Universidad de Córdoba obtuvieron el porcentaje más alto para recomendación de citología (91,9%; p<0,001) y de SOH (86,2%; p=0,001), los de la Universidad Francisco de Vitoria lo alcanzaron en la recomendación de mamografía (94,3%; p=0,002) y el conjunto de posgrado en la realización de mamografía (92,4% frente a 88,7%; p=0,019), a la par que rechazó en mayor medida la determinación sistemática del PSA (18,5% frente al 7,4% del grupo de grado; p<0,001).
El conocimiento del CECC se relacionó positivamente con el grupo etario mayor de 21 años (p=0,01) y con la condición de ser posgraduado (p<0,001); por su parte, el del PAPPS lo hizo no solo con las 2condiciones anteriores (p<0,001 y p=0,001, respectivamente) sino que se vinculó a la no determinación rutinaria del PSA (10,04% frente al 8,29% de los no conocedores; p=0,038).
Respecto al CECC, los individuos de más edad presentaban una probabilidad de conocerlo 1,63 veces mayor que los de edad igual o inferior a 20 años; del mismo modo, el ser de posgrado otorgaba el doble de probabilidad para su conocimiento (OR=2,00). Respecto al PAPPS, los sujetos de más edad presentaban una probabilidad de conocerlo 5,15 veces mayor que los de edades inferiores, mientras que ser de posgrado denotó una probabilidad de conocimiento 2,16 veces superior respecto a ser estudiante de grado. Es decir, que conforme progresa el proceso de formación y la experiencia asistencial de nuestros profesionales, los conocimientos sobre las medidas de prevención del cáncer mejoran (tabla 1). Sería pertinente estudiar si aplican dichos conocimientos sistemáticamente en su práctica clínica.
Análisis de regresión logística binaria; relación entre variables independientes sociodemográficas y académicas, y el conocimiento o no del CECC y del PAPPS, respectivamente
Variables relacionadas con el CECC | B | p | OR | IC 95% de la OR |
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Edad (21 años o más vs. 20 o menos) | 0,489 | 0,015 | 1,63 | 1,10-2,41 |
Tipo de centro (posgrado vs. grado) | 0,695 | 0,005 | 2,00 | 1,23-3,25 |
Constante | −2,809 | |||
Variables relacionadas con el PAPPS | ||||
Edad (21 años o más vs. 20 o menos) | 1,639 | <0,001 | 5,15 | 3,33-7,96 |
Tipo de centro (posgrado vs. grado) | 0,769 | 0,001 | 2,16 | 1,35-3,43 |
Constante | −4,598 |
IC 95%: intervalo de confianza para el 95%; OR: odds ratio.
Test de Hosmer-Lemeshow en ambos modelos=0,000; p=1,00.
Por todo lo expuesto, pensamos que es necesario potenciar la formación de nuestros profesionales en materia de promoción y prevención de la salud, a través de la inclusión en sus programas de grado y posgrado de contenidos basados en las recomendaciones de organismos expertos.
FinanciaciónEste trabajo no ha recibido financiación.
Consideraciones éticasEl estudio fue aprobado por el Comité de Ética e Investigación Clínica del Hospital Reina Sofía de Córdoba; por tanto, se cumplen las normas éticas relevantes para su publicación.
Conflicto de interesesLos autores declaran no tener conflicto de intereses.
Los autores quieren mostrar su agradecimiento a los profesionales que han participado en el estudio (grupo colaborativo de estudios CECC-AP y CECC-PRO), así como a los miembros del organismo de coordinación del PAPPS y de la SemFYC, por apoyar y avalar este proyecto.