Sres. Directores: En el actual proceso de descentralización de la gestión de los centros de salud, las gerencias de atención primaria asignan recursos, tanto presupuestarios como de servicios, en función de la población adscrita a cada centro de salud, sin tener en cuenta la repercusión que los usuarios desplazados tienen en dicha asignación de recursos. Para conocerla, realizamos un estudio durante un año (desde el 1 de junio de 1997 hasta el 31 de mayo de 1998) en el Centro de Salud de Oropesa (Toledo), que durante el período estudiado contó con una población adscrita que osciló entre 6.715 y 6.814 usuarios. La plantilla del centro de salud se compone de 7 médicos y 6 enfermeros distribuidos en 8 municipios. Consideramos desplazado a toda persona que en el momento de la demanda de asistencia no tuviese su tarjeta sanitaria individual adscrita a ningún facultativo del centro. Aprovechamos los datos registrados en el TAIR, cruzándolos cada mes con los de la base de datos que nos remite la gerencia de atención primaria con las tarjetas sanitarias adscritas al centro para saber qué pacientes no pertenecen a ningún cupo del centro. No se ha registrado la demanda al servicio de urgencias que funciona desde las tres de la tarde hasta las ocho de la mañana. Durante el período estudiado se registraron solamente un 95,42% de los días de consulta debido a fallos del sistema TAIR. En esos días se realizaron 64.933 consultas, de las que 6.063, es decir el 9,34%, eran de pacientes desplazados; el mes de mayor demanda de asistencia por parte de los usuarios desplazados fue en agosto, con 1.202 consultas (suponiendo un 22,15% del total de las consultas) y el de menor demanda febrero, con 281 consultas (5,81%), como se aprecia en la figura 1. Las 6.063 consultas las realizaron 2.192 pacientes desplazados, lo que supone una media de 2,76 consultas por usuario desplazado y año. Durante el período estudiado se realizaron 111.833 recetas, de las que 10.917, el 9,76%, fueron prescritas a pacientes desplazados, que además consumieron 65 derivaciones a especialistas (4,44%), 14 derivaciones a radiodiagnóstico (4,68%) y 134 derivaciones a laboratorio (6,54%).
El porcentaje de consultas generadas por la población desplazada en nuestro centro es mayor que el de los centros de salud urbanos1,2 (que son generadoras, mientras que las rurales son receptoras de población desplazada). El porcentaje de consultas del Pallars Sobirà3 es superior al nuestro, quizá como consecuencia de que se trata de una comarca más turística. Es de destacar la existencia de los «desplazados de larga duración»: 93 personas acudieron a la consulta más de 10 veces a lo largo del año y 22 consumieron más de 20 consultas al año (un usuario consumió 54 consultas), lo que nos hace constatar la falta de legislación adecuada para obligar a los pacientes a efectuar el cambio de médico cuando residen largas temporadas en otro municipio, situación que crea una gran insatisfacción en los profesionales que los atienden. Quizá lo más importante en cuanto a materia presupuestaria sea que un 9,76% de las recetas lo haya consumido los desplazados, lo que a nuestro juicio ocasiona un gran perjuicio a los centros receptores de desplazados (generalmente los rurales) frente a los generadores (urbanos) siempre que se elaboren los presupuestos sobre la base de la población adscrita al centro de salud sin tener en cuenta a los desplazados. Para un mayor conocimiento de la realidad asistencial creemos necesario que la Administración haga un esfuerzo en la informatización de las consultas (no con el actual sistema TAIR, que mayoritariamente es considerado inútil por los profesionales), y que la elaboración de los presupuestos se haga sobre la base de la realidad asistencial de cada centro de salud.