Sres. Directores: Hemos leído con sumo interés la carta de Dueñas et al respecto a nuestro artículo. Tras la lectura de su carta considero, sin embargo, necesario hacer las siguientes puntualizaciones.
Estamos de acuerdo con el infradiagnóstico de las intoxicaciones agudas por monóxido de carbono (ICO), tanto en atención primaria como en las urgencias hospitalarias, así como que sería muy interesante y resolutivo que todos los hospitales y laboratorios de referencia de atención primaria dispusieran de un cooxímetro que midiera los valores de carboxihemoglobina (COHb) para confirmar el diagnóstico en estos casos.
En nuestro trabajo, a diferencia de Dueñas et al, concretamente en los meses de verano, sólo detectamos un caso, que fue debido a un incendio, probablemente por infradiagnóstico, ya que debemos tener en cuenta que las ICO pueden producirse en estas épocas a causa de calentadores de agua y calefacción de gas relacionados con las duchas, como muy bien describen.
Destacamos la vital importancia de los controles posteriores una vez resueltos los casos de intoxicación, ya que, primero, nos permite detectar los síndromes tardíos por CO, a los 15-30 días del alta hospitalaria (en nuestro estudio se realizó a los 6 meses, ya que se trataba de un estudio retrospectivo) y, segundo, para preguntar a la población afectada si había revisado el aparato que causó la ICO. En nuestra experiencia, a diferencia de lo que Dueñas et al han observado, la mayoría de pacientes no los revisó. Ello puede ser debido a que la población que fue atendida en nuestra comarca corresponde a un nivel socioeconómico bajo y a que las viviendas donde presentaron las ICO son segundas residencias o casas de fin de semana, lo cual contribuye a aplazar las reparaciones o a dejar las instalaciones tal y como estaban.