Introducción. El síndrome de Parsonage- Turner es una neuritis del plexo braquial, principalmente de las ramas superiores1-4. Presenta una incidencia de 1,5 casos/100.000 habitantes, con predominio en el sexo masculino (2:1).
La etiología es desconocida pero en algunos casos se ha descrito en relación con infecciones víricas o bacterianas, procesos inflamatorios o intervenciones quirúrgicas, y suele tener una evolución favorable.
Es una enfermedad poco frecuente, pero hay que tenerla presente como diagnóstico diferencial ante la presencia de dolor en las extremidades superiores de características no mecánicas o con pérdida de fuerza muscular y sensibilidad cutánea.
A continuación presentamos el caso de un varón de 71 años de edad afectado del síndrome de Parsonage-Turner después de la infección por herpes zoster.
Caso clínico. Varón de 71 años de edad, sin alergias medicamentosas conocidas, ex fumador de 20 cigarrillos/día desde hace 15 años, sin otros hábitos tóxicos.
Antecedentes patológicos. Enfermedad pulmonar obstructiva crónica, diabetes mellitus tipo 2, hipercolesterolemia e hipertensión arterial con hipertrofia ventricular izquierda.
Tratamiento habitual. Ibesartán 300 mg/día, atorvastatina 20 mg/día, bisoprolol 5 mg/día, amlodipino 5 mg/día, metformina 850 mg/8 h, salmeterol/fluticasona 50/500 1 puf/12 h y bromuro de ipratropio 3 puf/8 h.
Consulta por presentar lesiones vesiculosas desde la cara anterior del hombro izquierdo hasta el bíceps humeral compatibles con herpes zoster. Se inicia tratamiento con famciclovir 750 mg/día durante 7 días con buena respuesta clínica.
A las 4 semanas vuelve a consultar por dolor en el hombro izquierdo e impotencia funcional, sin antecedente traumático. El dolor era lancinante con disestesias y parestesias, en el territorio de C4.
En la exploración se objetiva impotencia funcional en todos los planos de movimientos con un balance articular de 3/5 en la extremidad superior izquierda.
Ante la sospecha de 2 complicaciones posibles del herpes zoster: neuralgia postherpética y parálisis motora segmentaria, se solicitó radiografía, ecografía y electromiografía de la extremidad superior izquierda.
La radiografía y la ecografía no mostraron alteraciones significativas. La electromiografía fue informada como indicativa de neuralgia amiotrófica del hombro izquierdo.
Se inició tratamiento con gabapentina, dosis iniciales de 300 mg/día, que se incrementaron progresivamente hasta obtener el control del dolor con una dosis de 800 mg/día, repartido en 2 tomas; el paciente siguió un programa especial de rehabilitación con recuperación de la movilidad al cabo de unos 4 meses.
Discusión y conclusiones. El síndrome de Parsonage-Turner o neuralgia amiotrófica del hombro es una plexopatía braquial inflamatoria inespecífica.
La etiología y la patogenia son desconocidas, aunque una respuesta inmunológica anormal desempeña un papel importante. De hecho, una reacción inflamatoria intensa, una vacunación, una infección viral o bacteriana o un proceso autoinmunitario o neoplásico aparecen en muchos de estos pacientes, como en nuestro caso, en el que la parálisis se produjo después de la infección por el virus del herpes zoster.
Clínicamente cursa con dolor intenso localizado en el hombro y la región proximal de la extremidad superior, con predominio nocturno, seguido de amiotrofia y pérdida de fuerza, en particular por la elevación y abducción del hombro. Generalmente revierte en pocas semanas, aunque a veces pueden pasar meses o años hasta la recuperación total.
El diagnóstico es clínico y electromiográfico. La radiografía simple del hombro generalmente es normal, a veces muestra subluxación inferior de la cabeza humeral, por afectación del músculo deltoides y el manguito de los rotadores. La electromiografía revela denervación aguda, es decir, afectación axonal. De manera reciente, la resonancia magnética proporciona una imagen altamente indicativa, de gran utilidad para su diagnóstico, tanto por la imagen característica que detecta como porque ayuda a descartar otras causas posibles de parálisis. La RM muestra una señal hiperintensa que puede afectar a los músculos supraespinoso o subescapular, compatible con un edema neurogénico, que caracteriza a este síndrome.
El diagnóstico diferencial se ha de realizar con enfermedades que afectan la musculatura del hombro y causan dolor, como rotura del manguito de los rotadores, hernias discales, espondilosis cervical, tumores medulares, hemorragias del plexo braquial y esclerosis lateral amiotrófica.
El tratamiento está enfocado a disminuir los síntomas, con analgésicos y a veces corticoides, inmovilización y rehabilitación.
Tiene un buen pronóstico a largo plazo, aunque el tiempo que se necesita para su resolución completa es variable.