He leído la carta publicada en su revista de Sánchez Marín et al.1 donde exponen los resultados de un estudio cualitativo con revisión de los registros en las historias clínicas de cuidados paliativos (CP) y en el que los autores concluyen que son deficientes y que no se registran suficientemente los aspectos emocionales, intelectuales o espirituales. En otra carta con un estudio descriptivo acerca de la calidad de los CP en atención primaria y el grado de continuidad asistencial en pacientes oncológicos terminales se señalaba que el objetivo sería lograr una atención compartida con la atención especializada y un sistema integral entre niveles que actuase como órgano clínico y asesor2. Como profesional interesado en los CP quisiera hacer algún comentario sobre la organización de la atención a los pacientes terminales.
La Estrategia Nacional de Cuidados Paliativos3 plantea un modelo de atención colaborativo e interdisciplinar, basado en la coordinación entre niveles asistenciales y entre los recursos convencionales y específicos de CP y propone, además, situar el domicilio como lugar idóneo de atención y promover la atención domiciliaria desde los equipos de atención primaria con el apoyo de las diversas modalidades existentes de equipos de soporte domiciliarios: Programa de Atención Domiciliaria-Equipo de Soporte (PADES), equipos de soporte de la Asociación Española contra el Cáncer (AECC), Equipos de Soporte de Atención Domiciliaria (ESAD) y Hospitalización a Domicilio (HAD). Otros autores han propuesto estándares de organización de recursos, planes estratégicos de formación y el establecimiento de sistemas integrados de atención compartida al paciente terminal4,5.
En Cataluña y en el País Vasco se han creado las Organizaciones Sanitarias Integradas (OSI), concebidas como redes de servicios de salud que ofrecen una atención coordinada mediante un continuo de prestaciones a una población determinada con el objetivo último de mejorar la continuidad asistencial y la eficiencia global del sistema; estas organizaciones no son un objetivo en sí mismas sino una estrategia de coordinación de los proveedores y pueden contribuir a mejorar la continuidad asistencial en cuanto que sean capaces de crear un entorno que favorezca la colaboración entre los profesionales de diferentes niveles asistenciales6. La OSI Bidasoa de Osakidetza-Servicio Vasco de Salud atiende a una población de unos 75.000 habitantes de las localidades de Irun y Hondarribia (Gipuzkoa); la integran un hospital comarcal de 100 camas que cuenta con una Unidad de Media Estancia con disponibilidad de camas para CP y de una Unidad de Hospitalización a Domicilio, 3 centros de salud y 2 residencias geriátricas. Este año hemos iniciado una experiencia piloto de atención integrada de CP con la participación de todos los recursos asistenciales disponibles en nuestra área coordinados por HAD. Utilizamos una metodología basada en la identificación y gestión de casos atendiendo a su complejidad y disponemos de una herramienta muy útil como es la historia clínica electrónica. Confiamos en que este tipo de organización pueda mejorar la continuidad asistencial y la atención de los pacientes que reciben cuidados paliativos, y el principal problema que debemos resolver en esta fase es cómo dar una respuesta adecuada a las situaciones que requieren ingreso hospitalario.