La evaluación de la frecuencia cardiaca (FC) forma parte de la atención que reciben los pacientes en los servicios de urgencias pediátricos (SUP). El objetivo es detectar posibles alteraciones fisiopatológicas con implicaciones pronósticas. La taquicardia es un hallazgo frecuente en los niños que tiene muchas causas de diferente gravedad. Se han realizado pocos estudios pediátricos sobre la taquicardia como factor pronóstico de morbimortalidad en los SUP, siendo los resultados discordantes1,2.
El objetivo de este estudio es analizar si la presencia de taquicardia en niños con fiebre y sin enfermedad previa se relaciona con un aumento de morbimortalidad definida como: mayor tasa de ingreso, necesidad de medidas terapéuticas relevantes (administración de oxígeno, de antibiótico o de volumen intravenoso), mayor tasa de infección bacteriana grave ([IBG] infección del tracto urinario, bacteriemia, meningitis], de secuelas o mortalidad.
Se ha realizado, desde enero a diciembre de 2018, un estudio unicéntrico, observacional y retrospectivo en pacientes menores de 18 años, previamente sanos, que consultaron en el SUP de un hospital pediátrico y tenían la FC registrada. Posteriormente, se seleccionó a aquellos que además tenían fiebre (temperatura axilar o rectal≥38°C constatada en el SUP) y se distribuyeron en 3 grupos: grupo 1 con FC normal, grupo 2 con taquicardia y grupo 3 con taquicardia extrema (TE). Se consideró taquicardia cuando la FC superaba el valor del percentil 90 para la edad del paciente y TE cuando era mayor que el percentil 993. Se realizó un análisis estadístico de los distintos desenlaces planteados como objetivos con STATA v.15.
Durante el año 2018 se registraron 65.301 episodios en el SUP, de los cuales, 27.024 tenían la FC registrada y 1.756 asociaban fiebre. Para el análisis se eligieron 540 pacientes de forma aleatorizada simple con secuencia oculta de aleatorización, 180 en cada grupo. Las características de los pacientes eran homogéneas en cuanto a edad, género, temperatura y tiempo medio de evolución de la fiebre.
No se obtuvieron diferencias significativas (p>0,05) en ninguno de los desenlaces (tabla 1) entre los pacientes con FC normal, taquicardia o TE. Sin embargo, se produjo un fallecimiento en una paciente con TE que reconsultó 24horas después, con un triángulo de evaluación pediátrica inestable. Falleció por un shock séptico secundario a un Streptococcus pyogenes.
Tasa de ingreso, medidas terapéuticas relevantes y tasa de IBG en los 3 grupos
Grupo I (FC normal) | Grupo II (taquicardia) | Grupo III (taquicardia extrema) | Valor significación estadística | |
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Ingreso n (%) | 13 (7,2) | 11 (6,1) | 9 (5) | p>0,05 |
Medidas terapéuticas relevantes n (%) | 17 (9,4) | 15 (8,3) | 12 (6,6) | p>0,05 |
IBG n (%) | 8 (4,4) | 7 (3,9) | 4 (2,2) | p>0,05 |
Secuelas/fallecimientos n (%) | 0 | 0 | 1 (0,56) | p>0,05 |
En la literatura la taquicardia ha sido asociada a un aumento de la morbimortalidad en la población adulta4, pero en pediatría hay pocos estudios al respecto y con resultados no uniformes. Wilson et al.. encontraron que la presencia de taquicardia al alta se asociaba con una tasa de reconsulta a las 72horas mayor, pero no de intervenciones clínicas importantes1. Hayakawa et al., sin embargo, que los pacientes atendidos por dolor abdominal con taquicardia tenían una incidencia mayor de enfermedades que requerían tratamiento urgente2.
La principal limitación del trabajo actual es su carácter retrospectivo; es posible que no se hayan incluido pacientes y que hayan reconsultado con alguna complicación. Por otro lado, la FC se mide en los pacientes febriles porque la taquicardia es un hallazgo frecuente en aquellos con IBG. Sin embargo, la baja tasa de IBG que existe en el momento actual (0,5-4% en niños mayores de 3 meses5; 20% en menores de 3 meses6) hace necesario un número de pacientes mucho mayor para conseguir la suficiente potencia estadística capaz de demostrar diferencias estadísticas significativas.
En conclusión, la taquicardia en niños sanos con fiebre por sí misma no parece ser un factor pronóstico de morbimortalidad, si bien es cierto que el único fallecimiento se produjo en una paciente con TE, por lo que estos resultados se deben valorar con cautela.