Introducción. Los efectos secundarios más frecuentemente descritos en el tratamiento con fluoroquinolonas son gastrointestinales. No obstante, aunque en menor número, también se producen fototoxicidad, afección en el cartílago de crecimiento y la inflamación y consecuente rotura de tendones.
Describimos un caso en relación con la toma de un tipo de quinolona y la aparición de clínica compatible con una tendinitis.
Caso clínico. Mujer de 37 años con antecedentes personales de obesidad de grado II, fumadora de 20 cigarrillos día e hipotiroidismo en tratamiento médico.
Acude al servicio de urgencias de atención primaria por dolor en el hombro, de características mecánicas, cuyo inicio coincidió con la toma de norfloxacino en dosis de 400 mg/12 h a raíz de un cuadro compatible con una infección urinaria. Debido a ello suspendió el tratamiento, con lo que los síntomas mejoraron.
En la exploración destaca limitación en la abducción, principalmente contra resistencia a 90 grados, junto con dolor a la rotación interna del brazo; la clínica era
compatible con una tendinitis del supraespinosa, por lo que se pautaron antiinflamatorios y se evitaron los desencadenantes.
Discusión y conclusiones. La toxicidad que ejercen las fluoroquinolonas sobre el tendón y los cartílagos se conoce desde 1983. La fisiopatología de la tendinitis asociada con la toma de estos medicamentos parece que no está aún clara, aunque se ha descrito una disminución de prostaglandinas con la consecuente elevación de ciertas interleucinas1.
De los numerosos artículos revisados en relación con la tendinitis asociada a la toma de fluoroquinolonas2-5 se pueden extraer los siguientes puntos, a modo de resumen y con utilidad para la práctica clínica diaria:
Entre las fluoroquinolonas que con más frecuencia implican la aparición de tendinitis se encuentran ciprofloxacino, norfloxacino y perfloxacino4 (no comercializado en España), a pesar de que ya se han descrito casos asociados con la toma de las más recientemente comercializadas, como levofloxacino y moxifloxacino.
El tendón afectado con más frecuencia es el aquíleo3 y en la mitad de los casos la afección es bilateral.
Predomina en los varones alrededor de la quinta o sexta década de la vida3.
Tanto la edad3 como la toma de corticoides4 se ha asociado con mayor riesgo de rotura tendinosa.
La aparición de los síntomas se describe tanto durante como después de finalizar la medicación5 y causa suficiente para suspender el tratamiento, ya que ello disminuye el riesgo de rotura tendinosa3.
La resonancia magnética será útil para distinguir entre tendinitis y rotura parcial.