Sr. Director: La osteonecrosis no traumática (ON) es una enfermedad que ha sido relacionada con una serie de factores de riesgo1. Entre éstos se incluyen el tratamiento con corticoides, el consumo abusivo de alcohol, hemoglobinopatías, coagulopatías, enfermedades del tejido conectivo, arteritis o vasculitis, radioterapia, embarazo, disbarismo, enfermedad de Gaucher, pancreatitis e hiperuricemia. No obstante, hay situaciones en las que no se puede encontrar una relación causal clara, considerándose entonces el caso como «idiopático».
En los últimos años se ha atribuido a la infección por VIH una mayor propensión a padecer ON2,3. Diversos razonamientos se han presentado para justificar esta relación4: una mayor exposición a factores de riesgo conocidos de ON, el patrón de consumo de alcohol, la presencia de concentraciones elevadas de anticuerpos anticardiolipina, diversos trastornos de la coagulación, la prevalencia de hipertrigliceridemia, la cuantificación de linfocitos CD4 y la reconstitución inmunológica tras el tratamiento, el papel de los inhibidores de la proteasa e incluso el propio virus han sido estudiados como posibles factores etiológicos del cuadro.
La mayoría de los estudios concluyen que no es posible imputar a ninguno de ellos un papel determinante en la génesis de la ON, considerando que esta enfermedad tiene un origen multifactorial.
Sí parece reconocerse que la incidencia de ON en pacientes positivos para el VIH se está incrementando o al menos parece más prevalente que en la población sana5.
Nosotros queremos llamar la atención al médico de atención primaria en dos reflexiones que creemos de interés. Por un lado, creemos que en los pacientes VIH ya conocidos que presenten determinados síntomas osteomusculares puede estar detrás un cuadro de ON de localización variable (la cadera es la más frecuentemente afectada, aunque puede aparecer en otros lugares e incluso con varios focos). Por otro, consideramos que en pacientes con un cuadro de ON sin una etiología sospechada puede ser de gran utilidad, y así lo recomiendan algunos autores6, realizar una determinación analítica del virus.