Objetivo. Este estudio pretende descubrir cuáles son los factores individuales, microsociales, macrosociales y del medio que llevan al actual patrón de consumo de alcohol en los adolescentes.
Diseño. Se realizó un estudio descriptivo transversal con elección no aleatoria.
Emplazamiento. Atención primaria. Población escolarizada de la Zona de Salud del Bajo-Asón CAP-1 de Cantabria.
Pacientes y otros participantes. Adolescentes escolarizados de 11-15 años. También se incluye un grupo de elementos clave de la población.
Mediciones y resultados principales. Se aplicó el modelo PRECEDE de educación sanitaria a 3 grupos de adolescentes y se realizó un grupo de discusión con elementos clave de la población relacionados con los adolescentes y el alcohol. Los resultados más destacables son la desinformación reconocida por los implicados, la accesibilidad de los menores al alcohol, la influencia de la aceptación social, la escasez de habilidades sociales y la falta de alternativas.
Conclusiones. A la vista de los resultados, queda patente la necesidad de actuar sobre estos factores, para lo cual se crea un programa de prevención para adolescentes de ámbito comunitario tomando como puntos clave la información a padres y alumnos, formas de comunicación y habilidades sociales, creación de alternativas y creación de comisión local para seguimiento del cumplimiento de normativa sobre dispensación de alcohol a menores.
Objective. This study aims to discover the individual, microsocial and macrosocial factors and the milieu which lead to today's pattern of adolescent alcohol consumption.
Design. A descriptive, crossover study without randomisation.
Setting. Primary Care. School population from the Bajo-Asón Centre 1 Health Area, Cantabria.
Patients and other participants. Adolescents between 11 and 15 in school. A group of key people from the population was also included.
Measurements and main results. The PRECEDE health education model was applied to three groups of adolescents. A discussion group with key people connected with adolescents and alcohol was formed. The main results were the wrong information recognised by those involved, the easy access of minors to alcohol, the influence of social acceptance, scant social skills and the lack of alternatives.
Conclusions. In view of these results it is clear that action must be taken. Therefore, a community-based prevention programme for adolescents was set up, its key points being information to parents and pupils, ways of communicating and social skills, creation of alternatives and the creation of a local committee to monitor the rules on provision of alcohol to minors.
Introducción
Este estudio se centró en la investigación de las causas que incitan a los adolescentes, de la zona básica de Ampuero (Cantabria), a consumir alcohol. Esta necesidad se percibió ante la demanda de algunos sectores de la población, al colectivo sanitario, por los problemas que causa en los colegios y en el medio en que se desenvuelven los adolescentes. También se detectó un incremento de casos asistidos en el propio centro de salud, durante los fines de semana, por intoxicación etílica en adolescentes; según los registros, se atendían 1 o 2 casos semanales; incluso se llegó a aumentar la vigilancia policial debido al aumento del gamberrismo durante los fines de semana.
El consumo de alcohol juvenil se presenta a nivel general, con una prevalencia en aumento, con graves secuelas y costes sociales, por lo que se considera un problema de primer orden social sobre el que se debe actuar1-4. Estudios realizados hasta el momento, mediante test validados2,5,6, ponen de manifiesto esta problemática, la necesidad de abordarla e incluso destacan factores tales como accesibilidad2,5-7, aceptación social por parte de la familia y el entorno2,5,8 o falta de conocimientos.
Todos estos factores, y el hecho de existir trabajos que ponen de relevancia el éxito en sus intervenciones, nos anima a plantear estos objetivos:
1. Buscar los factores predisponentes que inducen al consumo de alcohol y los que les inducen a no consumirlo.
2. Reconocer las actitudes del adolescente hacia el problema.
3. Proponer actividades de intervención a partir de los factores encontrados.
Material y métodos
Ampuero es una población de 3.700 habitantes, situada junto al río Asón y a 7 km de la población costera de Laredo. Cuenta con 43 locales públicos donde se dispensa alcohol, solamente en el centro del pueblo, sin incluir los barrios periféricos, lo que corresponde a un bar por cada 86 habitantes.
Esta población se considera centro de reunión de los jóvenes los fines de semana, acudiendo en gran número.
En el diseño se incluyó a todos los grupos implicados en el problema, realizando un estudio de tipo observacional.
1. La población diana han sido adolescentes escolarizados de 11-15 años, siendo elegido como referencia el colegio «José Antonio Primo de Rivera» de Ampuero, donde se encuentra escolarizado un 70% de la población infantil de la zona.
También se eligieron elementos clave de sectores implicados de la población, tales como asociaciones de padres de alumnos, ayuntamiento, asociación hostelera y profesores.
2. El modelo de trabajo utilizado con los adolescentes fue mediante la aplicación del modelo PRECEDE de educación sanitaria9. Para ello se eligieron 3 grupos de alumnos con las siguientes características:
Cada uno de los grupos estaba formado por 8 o 10 alumnos.
Un grupo era de alumnos de sexto, otro de séptimo y otro de octavo de EGB.
En cada grupo hubo siempre un moderador, que fue el mismo en todos los casos para evitar sesgos, y un observador o convidado de piedra.
La elección de los sujetos fue realizada por el profesorado de cada curso debiendo tener en cuenta las siguientes premisas:
Debían elegir a los 2 o 3 elementos clave de cada curso, dado que podían marcar negativamente el estudio si se les dejaba fuera, pudiendo ser importante su aportación al grupo.
El resto de sujetos debían ser elegidos aleatoriamente por listado de clase, siendo el 50% varones y el 50% mujeres.
La actuación con cada grupo fue la siguiente:
Se les citó, a través de sus profesores, con una semana de antelación y en horario de clase.
Las sesiones se llevaron a cabo en la propia biblioteca del colegio, preparándola en forma de mesa redonda y utilizando la pizarra como referencia.
El encuadre inicial era de 90 minutos, desglosados de la siguiente manera:
* Quince minutos para una breve presentación de todos los asistentes.
* Quince minutos para explicar el objetivo de la reunión y la metodología de trabajo.
* Cuarenta y cinco minutos para el desarrollo del modelo.
* Quince minutos para finalizar, despedida y agradecimiento.
Para desarrollar cada uno de los grupos de factores del modelo se estableció un turno rotatorio hasta agotar ideas, pasando a continuación al siguiente grupo.
3. El sistema de trabajo utilizado con los agentes sociales fue el de Grupo de Discusión10,11.
Se eligieron grupos paritarios, siendo invitados por carta con 10 días de antelación:
Asociación de padres de alumnos, eligiendo la propia asociación sus representantes.
Colegio donde se realizó el estudio, sugiriendo que asistieran profesores de los cursos implicados. Siendo finalmente los asistentes un profesor de uno de estos cursos y otro de uno inferior.
Asociación de hosteleros de la zona, eligiendo ellos mismos sus representantes.
Ayuntamiento de Ampuero, invitando al concejal de Cultura y al alcalde.
Un moderador, que fue el mismo que trabajó con los grupos de alumnos.
Se utilizó el sistema de grabación en cinta magnetofónica de todo el contenido en la reunión, con el beneplácito de la totalidad de asistentes.
El encuadre fue de 90 minutos repartidos de la siguiente manera:
Quince minutos de presentación.
Diez minutos de exposición de objetivos.
Sesenta minutos de discusión.
Cinco minutos para finalizar y despedida.
El sistema de trabajo fue el clásico de grupo de discusión con preguntas dirigidas por el moderador.
Resultados
Podemos empezar por destacar la coincidencia de algunos resultados, como vemos en las tablas 1-4, con los obtenidos por otros autores2,5-8,12, habiendo utilizado una metodología diferente:
Todos los grupos reconocen una desinformación sobre el problema del alcohol, además de no considerarlo como tal en muchos casos (tablas 1 y 4).
Accesibilidad que tienen los menores a pesar de la legislación, que parece no cumplirse ni hacerse cumplir, pudiendo comprar con toda tranquilidad, en locales públicos y en los comercios, incluso niños de 11 años (tablas 1-4). Factores facilitadores del consumo de alcohol y grupo de discusión5-7.
Aceptación social observada por los adolescentes en su ambiente.
Reconocen que el alcohol es un medio de relación social que les permite integrarse con mayor facilidad en los grupos de ambos sexos. Les facilita sus fines (tablas 1-4).
Perciben la influencia del medio sobre sus acciones, en especial de los amigos y personas de sus círculos, facilitándoles el consumo.
No existe una oferta de alternativas interesante donde poder realizar otras actividades (tablas 1-4).
Además de estos resultados, existen otros propios del medio donde se realizó el estudio, y que destacan las tablas de resultados tales como la falta de alternativas propias de un medio rural montañés.
El moderador del grupo de discusión destaca la existencia de una confrontación abierta entre hostelería y ayuntamiento (tabla 4), que dificulta el trabajo y la falta de acuerdos, quedando patente en los resultados de las 4 tablas que no existe control de los dispensadores, ni vigilancia de éstos.
Discusión
A la vista de estos resultados, estableceremos unos objetivos sobre los que centrar un programa de prevención, teniendo en cuenta la infraestructura disponible.
También llegamos a la conclusión de que los resultados obtenidos, con el curso de sexto de EGB, fueron demasiado pobres debido al desconocimiento del problema, pudiendo ser interesante repetirlo con adolescentes de 16 y 17 años.
Como respuesta al objetivo de este estudio, destacamos los siguientes factores de riesgo12,13:
Factores individuales
Desinformación. Es preciso crear un programa de formación sobre alcohol y los efectos que produce a corto y largo plazo, tratando de cuantificar los riesgos, para situarlos en la realidad del problema. Para afrontar este punto, nos dirigimos a los profesores del colegio y estudiamos la creación de asignaturas transversales.
Comunicación y habilidades sociales. Se detecta un déficit de estas facultades en los adolescentes, lo cual provoca el uso de alcohol como medio de relación social. Este mismo problema no les permite defenderse de las presiones del entorno que les incita al consumo de alcohol. Este problema ya es considerado básico para el control de drogodependencias por autores como Calafat y Hansen7,8, basando sus trabajos de prevención, con éxito, en mejorar la capacidad de resistencia del adolescente a las presiones.
Para solucionar este problema, se acude al psicólogo de área, el cual se encarga de formar a los profesores de 3 cursos para una prueba piloto; ésta consiste en utilizar las horas de tutoría (2 h/sem) para realizar sesiones de habilidades sociales tales como:
* Aprender a «decir no».
* Defender mis derechos.
* Asertividad.
Todo ello mediante sesiones de Rol playing y trabajo en grupo.
Factores microsociales
Padres. Queda en entredicho la capacidad de los padres para abordar el problema debido a su propia desinformación y por el uso que ellos mismos hacen generalmente14. Esto da lugar a una aceptación del alcohol, como algo habitual, por parte del adolescente. Por esto se decide crear un ciclo de conferencias en el aula de Cultura del Ayuntamiento de Ampuero.
Amigos. Tienen gran influencia para los adolescentes, puesto que necesitan sentirse integrados y aceptados por el grupo. Con los compañeros es donde reconocen que se suelen iniciar habitualmente.
Si unimos la influencia de los amigos con lo que ven en sus casas y sus deseos de ser adultos, podemos encontrar las causas de su patrón de consumo, en ocasiones excesivo, que plantea Aubá6.
Estos patrones que los adolescentes viven en su medio cercano y lo que ven socialmente es lo que Hansen denomina educación normativa8, factor que demuestra ser de gran importancia en el momento de crear expectativas y hábitos que corrijan el problema, puesto que no existe susceptibilidad hacia un problema que no se considera tal.
Factores macrosociales y del medio
Alternativas. Estamos ante una población con pocas actividades sociales, por lo que apenas existen alternativas de desarrollo para los adolescentes; esto es un problema preocupante, teniendo en cuenta la población antes descrita. Con la activación de alternativas conseguiríamos dos metas: por un lado darles otros campos de acción sacándolos de la calle; además, reforzaríamos la motivación de abandonar el alcohol para mantener otras actividades (tablas 1 y 3).
Fuerzas sociales. El enfrentamiento hostelería-ayuntamiento da lugar a que no se tomen medidas sólidas y coordinadas para controlar la dispensación de bebidas alcohólicas a menores; a pesar de la normativa existente, los adolescentes acceden al alcohol con total facilidad. Queda claro que nuestros jóvenes saben que pueden acceder tranquilamente al alcohol, que la legislación no se hace respetar y que la accesibilidad en mercados es mayor por ser más barato y menos controlado.
Este factor es comentado por todos los autores consultados en la bibliografía de este artículo, pero aún no se ha observado un cambio, por parte de las autoridades nacionales, que haya modificado esta situación.
Ante esta circunstancia, se llevaron a cabo una serie de reuniones entre ambas partes, consiguiendose un acuerdo y cooperación mutua. También se inició un control conjunto en locales públicos y de vigilancia en la calle.
Aceptabilidad. El alcohol es una droga socialmente aceptada; esto hace que los adolescentes no la vean como tal, al observar entre los adultos un consumo habitual o incluso excesivo. Esto es lo que consideramos aprendizaje social, el cual hace ver que el alcohol no es un problema8, dificultando la intervención (teoría del aprendizaje social de Bandura-Modelo de creencias en salud).
Tanto los factores microsociales como la aceptabilidad del alcohol nos llevan a centrar el tema de la formación a padres y adolescentes, en la toma de conciencia de las consecuencias del uso de alcohol.
Agradecimiento
A todas las personas de la comunidad y profesionales que han colaborado en este trabajo, especialmente a Pedro Muñoz Cacho, técnico en Salud del CAP-1 de Cantabria, por sus consejos y colaboración en la elaboración de este artículo.