Cuando un congreso se espera con ilusión y ganas de prepararlo año tras año, tal vez merece la pena conocer alguno de sus secretos y por qué para muchos aporta valor personal y grupal. Si además los participantes abarcan desde jóvenes residentes que se incorporan cada año hasta generaciones de médico/as que asisten desde hace más de tres décadas, el evento merece una reflexión... Pero, ¿quién asiste a este congreso? Pues os puedo decir que esta gente ilusionada son profesionales, en su mayoría médicos/as de familia que han levantado y mantienen la atención primaria de este país. No son todos los que están en ese empeño, pero los que asisten son de esos fieles constructores de una sanidad entregada y luchadora por la población a la que atienden. Afortunadamente este núcleo fuerte también está formado por enfermeros/as, ginecólogas/os, matronas, farmacéuticas/os, psicólogos/as, administrativos/as de la salud, en fin, un grupo abierto a las personas de la sanidad que quieren trabajar «La Comunicación» en mayúsculas.
El XXXI Congreso de Comunicación y Salud de la Sociedad Española de Medicina de Familia y Comunitaria (semFYC) se ha celebrado los días 28, 29 y 30 en El Escorial (Madrid), en un entorno natural que invitaba a la participación, la reflexión y el debate sobre la comunicación asistencial. Un total de 340 participantes y 70 ponentes lo han hecho posible https://semfyc.eventszone.net/cys2022/.
El comité –presidido por Gema García (científico) y Concha Álvarez (organizador), junto con Esperanza Calvo, Paloma Elviro, Elisabet Hurtado, Sandra Lemée, Alberto López, Natalia Ñíguez, Carmen Ortega, José Ignacio Torres y José Vizcaíno–, ha resistido la pandemia y la paralización de los congresos para llegar con fuerza hasta el final. Un GRACIAS enorme de parte de todos los asistentes.
¿Sobre qué hemos trabajado en este congreso? Veamos algunos temas: escuchar jugando, emociones, silencios, diagnósticos, equipo, adolescente, infografías, entrevista motivacional, bioética, arte, docencia, pacientes, escucha, sexo, narrativa, centrándose en la persona, deprescripción, interrupciones… hasta 31 talleres abordando la comunicación desde diferentes perspectivas y situaciones. Además cuatro mesas: «Dibujo en las redes», «El silencio comunica», «Cine (experiencias de enfermedad y muerte)» y «Sexo». En el foro de investigación se presentan los estudios y tesis doctorales en marcha, destacando los premios al mejor proyecto y a resultados, así como las becas Francesc Borrell.
Inauguramos el congreso con un divertido monólogo de Fidel Delgado (psicólogo clínico) que nos transmitió esta interesante idea: El mensaje no es el medio, lo es el mensajero... entero.
Un recuerdo emocionado entre sollozos por parte de María Fernández (presidenta de semFYC) para nuestro querido presidente, el Dr. Salvador Tranche, quien nos ha dejado hace poco y que solía estar presente en este acto. «Salva, estás con nosotros!» La presidenta de SoMaMFYC, Clara Abad y la presidenta del comité organizador nos dieron la bienvenida al congreso.
Para acabar la inauguración, una excelente representación a cargo del Grupo de Trabajo del Anciano de la SoMaMFYC: Felipe II y la deprescripción invencible, en la que repasamos con humor y entre risas aspectos de la prescripción y la deprescripción farmacológica.
El congreso acabó el sábado por la mañana en un formato celebrativo y compartido por todos. El Dr. Francesc Borrell (fundador del GPCyS) nos regaló una conferencia sobre «Incertidumbre: aprender a escuchar y comunicar en entornos complejos (La pandemia como ejercicio de reflexión)». Las entregas de premios, la minipresentación de los talleres más votados durante el congreso, los agradecimientos y un broche musical con una foto de grupo, nos despidieron a todos, devolviéndonos a los lugares de origen llenos de buen sabor de boca y energía, para continuar comunicando con sus pacientes allá donde cada uno/a esté.
Una cita especial dentro del congreso es la asamblea anual del Grupo Programa Comunicación y Salud. En ella presentamos un resumen de actividades realizadas y propuestas para el nuevo año. Este año “tocaba” renovación en la coordinación, así que tras un periodo de recogida de candidaturas (hasta el 10 abril de 2022), se votó y eligió al nuevo coordinador, el Dr. Miguel Mora, de Canarias, el cual tiene un largo recorrido dentro del grupo. ¡Enhorabuena Miguel! Algunos otros miembros de la junta cambiarán en breve, cuando algunos candidatos estén disponibles. La que suscribe este artículo deja la coordinación con la sensación de haber creado algunos puentes y haber animado a las gentes del grupo a actuar; quiero decir que ha sido un periodo positivo en esta junta, en la que ha existido cariño, trabajo y en la que nos hemos reído entre bostezos nocturnos online un miércoles de cada mes. Gracias por este tiempo, querida junta. Y, para acabar, os dejo con algunas de mis frases pronunciadas en la inauguración:
«Queridos amigos del grupo CyS:
Quiero compartir con vosotros algunos aprendizajes que están en la historia de muchos aquí tras todos estos años de convivir en el GPCyS. Sabemos que sin relación no hay comunicación.
Estamos aquí porque nos atrae la fuerza del grupo. La ciencia es importante pero no venimos solo por la evidencia científica. Venimos para experimentar el placer de aprender en este ambiente, por la «evidencia humana» que ya estamos midiendo también, para hacerla científica.
Es este un encuentro lleno de simbolismo porque aquí se junta el trabajo concienzudo de los profesionales de la salud… muchos médicos/as de familia, enfermeras/os, en esta edición bastantes psicólogos, también administrativos de la salud, farmacéuticos, ginecólogos/as…
Algunos de vosotros venís a enseñar con vuestros talleres lo que sabéis, bañado en la experiencia, analizado y pulido, para que otros reflexionen y juntos creemos una gran sinergia de conocimiento y experiencia.
Todos venimos a aprender porque somos conscientes de que en comunicación nunca lo sabes todo, y yo os pido que también aprovechéis la ocasión para relacionaros, para conocer a otra gente, que disfrutéis de estos dos días en clave profesional y humana.
Un congreso es una batería que te da energía. Es su función fundamental. Recuerdo mis primeros congresos y recuerdo volver a la consulta y pensar que como yo, otros se enfrentaban a las dificultades de la consulta, y cómo el mero recuerdo del congreso me llenaba de vitalidad. Pensaba que muchos, como yo, querían relacionarse mejor con sus pacientes y hacer de las consultas un lugar agradable y eficiente.
Cuando hablamos con los estudiantes o con los residentes y les decimos que nosotros, a pesar de la pandemia y del caos, no nos hemos quemado (casi…), porque saber un poquito de comunicación ayuda y te hace el trabajo más feliz y porque detrás de mí, de cada uno, hay un grupo de personas que nos hacen fuertes y le dan SENTIDO a «mi profesión».
Veo gente de muchas edades aquí. Veo jóvenes, muchos residentes, y me llena de alegría. Son el futuro. Pero en contra de lo que se suele decir, me alegra casi más ver a la gente con años. Con años de grupo CyS, con años de pacientes por un tubo… esa gente con ganas de compartir y de comprometerse a acompañar a los más jóvenes y a darles protagonismo. No se puede envejecer llevándotelo todo, sino dejándolo todo bien dispuesto para que otros lo utilicen y le den el valor que tiene, y lo hagan crecer.
No estamos aquí para repetir, sino para innovar. Podemos mejorar la comunicación, la personal y la de la institución sanitaria también. Estamos obligados a crear nuevas visiones y nuevos usos.
A los que no habéis venido nunca al congreso os quiero decir que estéis dispuestos a sorprenderos, porque aquí puede pasar cualquier cosa. También quiero pediros que seáis valientes para participar. Uno de los valores de nuestro grupo es la acogida: nunca nadie debe sentirse mal por un rol playing o por un feedback.
Quiero aprovechar la ocasión para dar las gracias a semFYC, la organización de la que formamos parte y que facilita el desarrollo de nuestro grupo. No es un agradecimiento protocolario. Juntos hemos crecido y a veces sufrido las dificultades propias de una relación íntima. Nada hay mejor que la comunicación para resolver lo que puede alejarnos. Gracias por dejarnos ser tal cual somos, porque nuestro grupo es abierto, tiene un fuerte carácter, una historia y un estilo propio muy marcados que le dan valor. Somos el Grupo Programa Comunicación y Salud. Un grupo responsable, especialmente con la docencia, que intenta dar respuesta a todas las necesidades formativas de los programas, aun cuando vivimos en un país que apenas reconoce la docencia posgrado dentro de sus contratos laborales, es decir, que es a fuerza de un gran esfuerzo, que se sigue con la formación y la docencia. Existimos porque queremos existir, a pesar de que a veces no se nos considera por la administración. A las duras y las maduras siempre estamos ahí, para un curso básico, o uno de malas noticias o motivacional… siempre hay alguien dispuesto… Siempre alguien dispuesto a participar para que este congreso sea algo mágico en nuestras vidas e insustituible. Al tiempo que os damos las gracias, os pedimos que nos apoyéis con ilusión y con decisión, sin dudar. Somos un gran programa transversal, grande en tamaño, grande en trabajo y grande de corazón.
Quiero dar las gracias al comité organizador y científico más largo de la historia del grupo, dos años… por su tesón y, sobre todo, por su resiliencia. Bien está lo que bien acaba, y de eso estoy convencida.
Gracias a los ponentes de este sinfín de actividades que tenemos preparadas.
Gracias a semFYC-Congresos por ser unos fantásticos compañeros de viaje. Vuestra profesionalidad y el trato amable con nosotros son un estímulo en el intenso trabajo de preparación del congreso. ¡Todo controlado! Es un placer…
No quiero robaros ni un ratito de la copa que después vamos a compartir. Así que, ¡viva el grupo de comunicación y salud!»
Si has llegado hasta aquí y te han brotado los anhelos de saber más comunicación, resérvate el 23 y 24 de marzo de 2023. Nos vemos en Zaragoza.
Conflicto de interesesLa autora declara no tener ningún conflicto de intereses.
