Los artículos sobre casos clínicos únicos deberían ser es uno de los aspectos distintivos de la revista Atención Primaria Práctica, ya que la atención clínica individual es una parte esencial de este ámbito. Sin embargo, los autores son reacios a someter este tipo de manuscritos porque han experimentado demasiadas veces su rechazo por parte de los editores de revistas biomédicas. Ciertamente se pensaba que este tipo de artículos no eran citados y en consecuencia que influían negativamente sobre el factor de impacto de la revista1. Por este motivo adoptaban la política de rechazarlos sistemáticamente con independencia de su calidad o interés para los lectores.
Sin embargo, algunas revistas, como Atención primaria Práctica, tienen una orientación totalmente favorable a su publicación. Desde que en los años noventa surgiera una fascinación por la investigación cualitativa y narrativa, muchas revistas, incluidas las más prestigiosas como Lancet o New England Journal of Medicine, optaron por incluir secciones específicas de presentación de casos. Merece una mención especial el BMJ que en 1998 la denominó “The Evidence-Based Case Report” en la que obviamente no conseguía aportar nueva evidencia científica con la presentación de casos pero ilustraba como la medicina basada en la evidencia podía aplicarse en el proceso diagnóstico y terapéutico2.
La palabra “caso” proviene del Latín “casus” que significa suceso, acontecimiento, hecho o algo que ha ocurrido. Algunos opinan que el paciente que se presenta es el caso, cuando en esencia el caso sería la enfermedad o el evento clínico. Podríamos definir la presentación de un caso clínico como: “un resumen formal de un único paciente y su enfermedad, incluyendo su contexto, los signos y síntomas que presenta, los estudios diagnósticos, el manejo de su curso clínico y el resultado final” 2.
No todos los casos son adecuados para ser publicados. El relato de un proceso de atención clínica orientado a satisfacer el ego del clínico no merece ser publicado. Merece hacerlo cuando aporta una lección de interés general. Así se busca por ejemplo la descripción de nuevas enfermedades, su reclasificación o la identificación de nuevas etiologías. El origen porcino del virus de la Influenza A, por ejemplo, se identificó a partir de la descripción de casos3. También es muy útil cuando aporta nuevas opciones terapéuticas, como ocurrió con el dapsone en el tratamiento de la enfermedad de Behçet y que ahora se ha convertido en el de elección4. Pero hay muchos otros elementos que justifican la publicación de un caso clínico. Puede ser la utilidad de nuevas técnicas diagnósticas, las opciones innovadoras de manejo y seguimiento de enfermedades comunes, sus presentaciones atípicas o la aparición de complicaciones infrecuentes. Un editor casi esta prácticamente obligado a publicar los efectos adversos del abundante arsenal terapéutico y diagnóstico que utilizamos, especialmente cuando este no ha sido descrito con anterioridad. La descripción detallada de problemas de seguridad clínica son de gran interés para los profesionales y la salud de los pacientes. La difusión de su existencia puede evitar que se repitan en otros entornos sanitarios. Finalmente, los aspectos éticos de la atención clínica, sus consecuencias epidemiológicas o comunitarias también son temas que interesan a los editores de este tipo de revistas. Como vemos, existen muchos motivos que justifican la publicación de un caso clínico único.
Una vez que el autor dispone del caso que desea comunicar, debe seleccionar cuidadosamente la revista a la que someterá el manuscrito. Para ello ha de considerar esencialmente los temas que trata la publicación, cual es su audiencia y visibilidad, las limitaciones en la extensión de los trabajos así como la duración del proceso editorial desde la sumisión hasta su publicación. La oferta es muy amplia, especialmente la surgida en los últimos años por lo que encontrará con facilidad la opción que mejor satisfaga sus necesidades.
Sin embargo, este interés de los autores por pagar la publicación de sus manuscritos también ha creado un lado oscuro de revisas Open Access que el autor debe conocer. Han aparecido publicaciones “depredadoras”, más orientadas al negocio que a la difusión universal del conocimiento médico. Por este motivo, un grupo de editores lanzó la campaña “Think. Check. Submit”5 (Piensa. Comprueba. Somete) orientada a facilitar que los autores encuentren la publicación más adecuada a su manuscrito. Les recomiendan que antes de tomar la decisión apliquen una lista de comprobación a la revista, el editor y el comité editorial. Deben verificar el grado de conocimiento de la publicación, la transparencia del proceso de revisión y pago de los manuscritos, así como el prestigio profesional y la rigurosidad tanto del editor como del conjunto del comité editorial. Con ello se desea evitar que los autores aterricen cándidamente en organizaciones totalmente desaprensivas.
Finalmente es muy importante la forma como se redacta y presenta el caso clínico. Si bien, se trata esencialmente de narrar un proceso de atención clínica, los editores preferimos los trabajos estructurados a los de formato libre. De la misma forma que disponemos de guías específicas para presentar cada uno de los diferentes tipos de estudios epidemiológicos, tenemos la guía CARE para casos clínicos. Surgió en 2013 de un consenso entre 27 editores. No es más que una lista de comprobación de 13 ítems que pretende garantizar el nivel de calidad y transparencia de la información recogida en el manuscrito6. El comité editorial de Atención Primaria Práctica también ha adoptado esta normativa para asegurar la rigurosidad de los casos clínicos publicados. En este punto cabe destacar la especial importancia para autores y editores que revierte el asegurar la confidencialidad de la información clínica presentada. A menudo es necesario contar también con el consentimiento escrito del paciente, en especial cuando éste pueda identificarse a partir de la información, pruebas o fotografías que se publican.
En conclusión, la presentación de casos clínicos es una parte importante del conocimiento médico que ha sido tradicionalmente desatendida por muchos editores de revistas biomédicas. Sin embargo, están surgiendo nuevas publicaciones como Atención Primaria Práctica que desean abordar con rigor y metodología estos temas relevantes para el avance de las ciencias de la salud. Deseamos publicar de forma estructurada, transparente, rigurosa y confidencial, casos clínicos de atención primaria que hagan referencia a enfermedades nuevas, innovaciones técnicas, diagnósticas, de manejo, dilemas éticos, efectos adversos o problemas de seguridad que tengan relevancia para amplios sectores de los profesionales de este ámbito asistencial