El quiste mixoide digital es una tumoración benigna que aparece generalmente en la articulación interfalángica distal (IFD) o inmediatamente periungueal, de aspecto mucoide brillante, de consistencia elástica y crecimiento lento, de tamaño variable casi siempre subcentimétricas.
El diagnóstico es clínico, aunque se pueden realizar estudios complementarios como la radiografía o la ecografía. De forma característica, la micropunción directa es seguida por salida de material mucinoso.
El diagnóstico diferencial incluye otras lesiones periungueales vasculares (granuloma piogénico, tumor glómico subungueal), la verruga vulgar, deformidades secundarias a osteoartritis o neoplasias dependientes del aparato articular, entre otros.
Varón de 42 años de edad con antecedentes de obesidad e hipertensión arterial, consultó por una lesión en la cara dorsal del segundo dedo de la mano izquierda, de dos años de evolución, que de forma ocasional se tornaba dolorosa y presentaba signos de inflamación. A la exploración se observaba un pequeño nódulo subcutáneo, de aproximadamente 0,5cm de diámetro en el pliegue ungueal proximal, así como una depresión distrófica de la lámina ungueal que se extendía desde la cutícula y distalmente de forma longitudinal (figura 1). No presentaba otras lesiones similares. La movilidad articular se encontraba preservada. Se realizó micropunción de la lesión con aguja de 27 G, objetivando la salida de una sustancia mucoide filante amarillo-trasparente. El paciente presentó mejoría sintomática. Esto confirmó la impresión diagnóstica inicial de quistes mixoides digitales. La distrofia ungueal no presentó franca mejoría tras meses de seguimiento.
El quiste mixoide digital, también denominado quiste sinovial digital o quiste mucoide digital, es una tumoración benigna que aparece generalmente en la articulación interfalángica distal (IFD) o inmediatamente periungueal. Se trata de una lesión de aspecto mucoide brillante, de consistencia elástica y crecimiento lento, de tamaño variable casi siempre subcentimétricas. En torno a un 25% de los casos pueden asociar deformidad ungueal por afectación matricial. Aparece de forma más frecuente en los dedos de las manos de mujeres en edad media y suele presentarse como una lesión única aislada, aunque las formas múltiples pueden relacionarse con deformidad osteoarticular. Suelen ser asintomáticos, aunque en ocasiones pueden acompañarse de dolor y signos de flogosis.
Su etiología se relaciona de forma directa con la degeneración del tejido conectivo en la parte superior el último segmento del dedo afecto. Existen varias teorías que intentan explicar la fisiopatología que conlleva la formación de estas estructuras, si bien, se conoce la ausencia de cápsula verdadera, por lo que se trataría realmente de pseudoquistes y no de estructuras quísticas1. Algunas de las suposiciones que explican la creación de este fenómeno incluyen la degeneración mucoide de la piel, la metaplasia fibroblástica secundaria a un factor desencadenante como los osteofitos y la herniación sinovial (demostrable mediante coloreado tras la inyección de azul de metileno).
El diagnóstico es clínico, aunque se pueden realizar estudios complementarios como la radiografía o la ecografía. De forma característica, la micropunción directa es seguida por salida de material mucinoso.
El diagnóstico diferencial incluye otras lesiones periungueales vasculares (granuloma piogénico, tumor glómico subungueal), la verruga vulgar, deformidades secundarias a osteoartritis o neoplasias dependientes del aparato articular, entre otros.
Existe un arsenal de medidas terapéuticas para el tratamiento del quiste mixoide digital, entre las que se encuentran incisiones o micropunciones repetidas seguidas de drenaje, escisión simple, electrocoagulación, infiltración de corticoterapia, cauterización con sustancias esclerosantes u otras tales como ácido nítrico, fenol o ácido tricloroacético, vaporización con láser CO2 o crioterapia. La cirugía con extirpación del tumor en bloque incluida la piel es la técnica electiva para evitar recidivas2. Dado el comportamiento de las lesiones, la actitud expectante supone una opción válida a tener en cuenta.
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