La diabetes mellitus (DM) es una enfermedad crónica muy prevalente. En España la prevalencia de DM tipo2 es del 13,8% (un 6% no diagnosticada), y la incidencia de DM tipo1 es de 12-14 casos/100.000 habitantes/año. Además, los costes directos representan el 8,2% del gasto sanitario total.
La DM es un ejemplo paradigmático de enfermedad crónica que afecta a todas las edades. Requiere atención médica continuada para: a)optimizar el control metabólico; b)prevenir y tratar las complicaciones agudas y crónicas asociadas; c)controlar los factores de riesgo cardiovascular (FRCV), y d)facilitar la educación terapéutica del paciente, sus familiares o cuidadores. En relación con la educación terapéutica, las sociedades científicas más relevantes abogan por estándares de calidad de los programas, así como el trabajo interdisciplinar en el que el profesional de enfermería tiene un lugar relevante, especialmente en el rol educador.
Se describe la situación curricular y profesional de enfermería experta/especialista en diabetes en diferentes países. La Sociedad Española de Diabetes (SED) apoya el perfil académico del profesional de enfermería experto/especialista en diabetes vía máster o posgrado universitario, así como, la necesidad de formación continuada. El perfil de competencias está basado en 5 dominios: I.Fisiopatología, Epidemiología y Guías Clínicas de la Diabetes. II.Cuidados culturalmente competentes durante toda la vida de la persona con DM. III.Habilidades de enseñanza y aprendizaje. IV.Educación para la autogestión del tratamiento. V.Planificación, gestión e investigación para una educación terapéutica eficiente.
Diabetes mellitus (DM) is one of the most prevalent chronic diseases worldwide. The prevalence of type2 diabetes in Spain is 13.8% (6% undiagnosed), while the incidence of type1 diabetes is 12-14 cases per100,000 inhabitants/year. DM consumes 8.2% of total health expenditure in Spain.
DM is a paradigmatic example of chronic disease that affects all ages, and requires continuous medical care to: (i)optimize metabolic control; (ii)prevent and treat acute complications and associated chronic complications; (iii)control cardiovascular risk factors (CVRF); and (iv)provide therapeutic education related to self-management for patients, relatives and caregivers. For quality of care, scientific societies advocate quality standards of therapeutic patient education programs, as well as interdisciplinary team work in which the diabetes expert/specialist nurse has an important role, especially that of educator.
Both the curricular and professional profiles of diabetes expert/specialist nurses in different countries are described. The Spanish Diabetes Society (SED) supports the academic profile of diabetes expert/specialist nurses via Master or post-graduate degrees and the need for continuing education. The competence profile is based on 5 domains: (I) Pathophysiology and Epidemiology of Diabetes Clinical Guidelines. (II) Culturally competent care throughout life. (III) Teaching and learning skills. (IV) Education for self-management. (V) Planning, management and research for effective self-management.
La diabetes mellitus (DM) es una de las enfermedades crónicas más prevalentes en todo el mundo1 y la que consume un mayor gasto de los presupuestos en los Sistemas de Salud.
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En España, el reciente estudio SECCAID demuestra que los costes directos anuales representan 5.809 millones de euros (el 8,2% del gasto sanitario total)2.
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El estudio Di@betes3 muestra que la prevalencia de personas con DM tipo2 en España es del 13,8% (un 6% no diagnosticada). Esta prevalencia aumenta con la edad, siendo del 20% entre los 60 y los 75años. Además, en España existen 10,8 millones de personas con obesidad (factor de riesgo para desarrollar DM tipo2).
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La incidencia de personas con DM tipo1 es de 12-14 casos/100.000 habitantes/año4.
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La prevalencia de la diabetes gestacional es del 12% de todos los embarazos5.
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Además la diabetes es la comorbilidad más frecuente en otras enfermedades crónicas6 también muy prevalentes, como son la enfermedad pulmonar obstructiva crónica (EPOC) y la insuficiencia cardíaca (IC), entre otras.
La DM es un ejemplo paradigmático de enfermedad crónica que afecta a todas las edades, siendo la enfermedad crónica más prevalente en la infancia. Requiere4,7 atención médica continuada, educación terapéutica para la autogestión del tratamiento, para la prevención y el tratamiento de las complicaciones agudas, y para las complicaciones crónicas asociadas4, que en España representan el 38% del gasto directo en diabetes2:
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Retinopatía diabética (primera causa de ceguera en el mundo occidental).
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Nefropatía diabética (primera causa de insuficiencia renal crónica).
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Neuropatía y vasculopatía diabética (primera causa de amputaciones no traumáticas de las extremidades inferiores en el mundo occidental).
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Enfermedad cardiovascular (ECV), que aumenta entre 2-4 veces en las personas con DM.
En la actualidad hay contundentes evidencias para hacer frente a esta situación de alta morbimortalidad y elevados costes:
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La optimización del control metabólico desde el inicio de la enfermedad8-10.
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El control de los factores de riesgo cardiovascular (FRCV)11-13.
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La educación terapéutica14,15 del paciente, sus familiares o cuidadores entendida como el proceso centrado en la persona, que engloba sus necesidades, recursos, valores y estrategias, y guiado por una atención basada en la evidencia. Permite que los pacientes mejoren su conocimiento y habilidades relacionados con su enfermedad y tratamiento. Es importante considerar que más del 90% de las decisiones que influyen sobre los resultados las ha de tomar el propio paciente16. Por ello esta necesidad de adquirir los conocimiento, las habilidades y las actitudes necesarias para la autogestión eficaz de la diabetes.
Para una atención de calidad, las sociedades científicas abogan por estándares de calidad de los programas de educación terapéutica17,18 integrados en la asistencia, así como el trabajo interdisciplinar en el que el profesional de enfermería tiene un lugar relevante de manera especial en el rol educador. Los programas estructurados que integran el seguimiento en grupo también han demostrado su eficacia en pacientes con DM tipo 219–22.
Diferentes sociedades científicas, a través de grupos de trabajo y siguiendo las directrices de la OMS23, manifiestan que impartir educación requiere una serie de conocimientos, habilidades, aptitudes y actitudes por parte de los profesionales que se dedican a la educación terapéutica en diabetes (ETD). Debe tenerse una formación adecuada, no solo relacionada con la enfermedad, sino también conocimientos de pedagogía y psicología, habilidades comunicativas, asertividad, habilidades negociadoras y actitud de apoyo, para ser capaces de transmitir los conocimientos, las habilidades y las actitudes y adaptar las técnicas de enseñanza a los ritmos de cada paciente y/o sus familiares. A estos conocimientos se suma la necesidad de tener experiencia en esas materias24–26.
Además, la International Society of Pediatric and Adolescent Diabetes (ISPAD)27 aconseja que, en el ámbito de la DM infantil, la educación irá dirigida a los padres o al niño según la edad. Este aspecto requiere que el profesional adquiera habilidades específicas.
A nivel curricular, se describe la situación en varios países:
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En Estados Unidos, la American Association of Diabetes Educators (AAED) creó, conjuntamente con la American Diabetes Association (ADA), la certificación «Board Certified-Advanced Diabetes Manager» (BC-ADM)28, administrada por el American Nurses Credentialing Center, que vela por la implementación eficiente de esta certificación. La credencial BC-ADM29 certifica como profesional de enfermería especialista en DM. Debe renovarse cada 5años, mediante examen, y acreditar un mínimo de 1.000h de práctica profesional.
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En Canadá tienen un programa similar al estadounidense desde 2004, el «Canadian Diabetes Educador Certification Board» (CDECB)30, cuyo contenido está acreditado por la Sociedad Canadiense de Diabetes. Es universitario y se clasifica en 3 niveles de formación (básico, intermedio y avanzado) y debe ser revisado cada 5años.
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En Australia, el certificado de postgrado en formación y educación en diabetes31 exige 1.800h de experiencia en ETD, según criterios y estándares de atención de la Australian Diabetes Educators Association (ADEA). Se debe presentar un informe del «Credencialled Diabetes Educators», que certifica la capacidad de realizar ETD.
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En Europa existe una acreditación como profesional de enfermería especialista en diabetes, diploma que se puede obtener realizando el «European Nurses Diabetes Collaborative University Programme» (ENDCUP)32, impartido por la Foundation of European of Nurses in Diabetes (FEND). En los países escandinavos se requiere una formación universitaria específica para trabajar como educador en diabetes.
A nivel de competencias profesionales, el rol del profesional de enfermería especialista en diabetes viene determinado por el «rol de experto», cuyos componentes claves son identificados en la literatura como práctica experta o de alto nivel, determinada por los siguientes roles33–36:
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Rol educador de pacientes, familiares, otros profesionales y público en general.
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Rol consultor para la propia institución, otros profesionales, pacientes y familiares.
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Rol investigador como investigador principal o asociado en temas de educación.
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Rol gestor o administrador: participar en la gestión administrativa y económica de la planificación de los programas educativos así como identificar lagunas en los servicios para el cuidado de la DM.
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Rol colaborador, comunicador o de enlace: coordinar recursos y servicios para la atención a la DM, coordinar la relación entre equipos y niveles asistenciales.
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Rol innovador: detectar y evaluar necesidades de cambio, identificar nuevas maneras de asistencia y colaborar en implementar nuevos modelos de atención.
En relación con estos roles, el primer estudio europeo de profesionales de enfermería en diabetes (Study of European Nurses in Diabetes [SEND Study])37, que comparaba competencias en 8 países europeos, demostró que los profesionales de enfermería en España, en comparación con la media europea, tienen una mayor experiencia profesional (23,7±8,3años vs 13,2±8,9años) y realizan más competencias (10 vs 5), de las cuales las relacionadas con la alimentación y el cuidado de los pies son las más diferenciadas. Por otro lado, el subanálisis comparativo entre los profesionales de enfermería de la atención especializada vs primaria en España demostró:
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Mayor formación continuada y de postgrado en todas las áreas relacionadas con la diabetes: educación terapéutica, nutrición y diabetes.
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Mayor integración de los roles educador (tanto de pacientes como de profesionales), consultor, investigador, innovador, gestor y colaborador.
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Mayor utilización de la educación grupal (47,6% vs 27,6%), p=0,03.
Estos resultados indican un mayor grado de formación, competencias y roles relacionados con la práctica más experta, entre los profesionales de la asistencia especializada.
Un problema de las especialidades de enfermería en España es que, a diferencia de las especialidades médicas, no están vinculadas a los puestos de trabajo, con excepción de las matronas. Lo que pretendemos en la diabetes mellitus es que se acredite el papel del profesional de enfermería experto mediante una formación específica y acreditada, ya que no existe una especialización reconocida.
Dada la importancia de la educación terapéutica y la complejidad de los tratamientos y técnicas de autocontrol, especialmente en la DM tipo1, o en la DM tipo2 de alta complejidad, se debería contemplar la figura del profesional de enfermería experto o de práctica avanzada en diabetes, como existe en otros países. Asimismo, en atención primaria debería promoverse la figura del profesional de enfermería experto y referente en DM para dar soporte al resto de profesionales y ser el enlace con la atención especializada para asegurar la continuidad asistencial en el tema educativo.
Perfil profesional y curricular de la SEDPor todo ello, la SED apoya el siguiente perfil curricular y profesional específico de los profesionales de enfermería en la atención de las personas con DM. Este perfil se debería valorar ante la cobertura de plazas de profesionales de enfermería, de manera especial en la atención especializada38. En caso de que no fuera posible cumplir estos requisitos previos a la cobertura de la plaza, se deberían promover posteriormente. Así mismo es obvio que no se debería promover la movilización de plazas de aquellas enfermeras que cumplan con el perfil profesional y curricular por otras que no cumplan con el perfil.
A nivel curricular, la formación para acceder a una capacitación adecuada y poder optar a la plaza ofertada para este perfil debería realizarse vía máster o postgrados, debidamente acreditados por la Universidad. Además, promover todas aquellas actividades de formación continuada en temas específicos ofrecida por las sociedades científicas relacionadas, las unidades de endocrinología y diabetes y la industria farmacéutica. Es fundamental que el profesional de enfermería experto en diabetes tenga la acreditación de haberse formado en los siguientes dominios y competencias relacionadas con la formación biomédica, del cuidado del paciente y familia, de educación terapéutica y de gestión e investigación25,32,33,39,40. Cada dominio y competencia deberá considerar sus objetivos de aprendizaje específicos, así como los conocimientos, habilidades y estrategias que deberán actualizarse en función de los avances en el tratamiento de la DM. Así mismo, cada dominio ha de completar:
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Dominio I. Fisiopatología, Epidemiología y Guías Clínicas de la Diabetes. Competencia para que el profesional de enfermería experto demuestre conocimientos de fisiopatología, epidemiología y guías clínicas relevantes para ofrecer un cuidado de la DM basado en la evidencia, en los distintos niveles de la atención.
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Dominio II. Cuidados culturalmente competentes durante toda la vida. Competencia para dar apoyo al cuidado de las personas con diabetes y sus familiares o cuidadores de una manera culturalmente competente al largo del ciclo vital (desde el niño al anciano con DM).
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Dominio III: Habilidades de enseñanza y aprendizaje. Competencia en aplicar los principios de la enseñanza-aprendizaje y/o cambio de comportamiento, para trabajar las habilidades de autocuidado con las personas con diabetes, sus familiares o cuidadores.
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Dominio IV. Educación para la autogestión del tratamiento. Competencia para trabajar de forma interdisciplinaria con el equipo de atención y adaptar/pactar las intervenciones educativas para la autogestión del tratamiento a las necesidades individuales de cada paciente.
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Dominio V. Planificación, gestión e investigación. Competencia para planificar, gestionar y evaluar los programas educativos estructurados para la autogestión efectiva de la DM.
El perfil profesional y las funciones del profesional de enfermería experto/especializado en diabetes promovidas por la SED valoran a este como la figura principal en los cuidados del paciente con DM y, por lo tanto, apoya los roles de experto antes expuestos, y de manera especial el rol educador y asesor. La función fundamental será favorecer la independencia y la autonomía de la persona con DM (vía presencial y/o telemática) para que pueda mejorar su control metabólico, prevenir complicaciones, fomentar la adherencia a la autogestión del tratamiento y mejorar su calidad de vida. Obviamente, el trabajo interdisciplinario con los otros miembros del equipo de atención médicos, dietistas, psicólogos, podólogos y otros especialistas es fundamental para promover una atención de calidad centrada en la persona.
En resumen, la SED defiende este perfil curricular y profesional de enfermería experta en diabetes e integrada en los equipos interdisciplinarios para favorecer una mejor atención centrada en la persona y basada en la evidencia, elementos clave para una mayor calidad asistencial en la diabetes, como defienden la Estrategia para la Diabetes41 y las Guías de práctica clínica en nuestro medio42,43.
FinanciaciónNo existe financiación.
Conflicto de interesesNo existen conflictos de intereses.
Dra. Sonia Gaztambide (Presidente), Dr. Edelmiro Menendez, Dra. Anna Novials, Dr. Franz Martin, Dr. José López, DI Mercedes Galindo, Dr. Javier Díez, DI Margarida Jansà, Dr. Ignacio Llorente, Dr. José Angel Diaz, Dr. Juan Girbés, Dr. Manel Mata, Dra. M. José Picón.
Dr. José M. Hernández (Coordinador), DE Victoria Hierro, DE Conchita Bande, Dra. Pilar Isla, DE Mercedes Galindo, DE Margarida Jansà, DE Miquel Flores, DE Concepción Coma, Dr. Isidoro Dujovne, DE Teresa Cabases, DE Estefanía Cortés, Dr. Daniel Figuerola, DE Miquel Flores, Dr. Patricio Giralt, Psicólogo Javier Hurtado, DE María Luisa López, DE M. Teresa Marí, DE Rosario Martínez, DE Paloma Menéndez, DE Alfonso Javier Muñoz, Dietista Serafín Murillo, DE Eva Pacho, DE Pilar Peláez, Psicóloga Gemma Peralta, Dra. Adela Rovira, DE Yolanda Salgado, DE Carmen Sánchez, DE M. Antonia Sancho, DE Maite Valverde, Dra. Clotilde Vázquez, DE Mercè Vidal.
Véanse anexos 1 y 2.