Introducción: La prevalencia de diabetes mellitus (DM) en pacientes con cirrosis hepática de cualquier etiología es de alrededor del 30%. Sin embargo, por curva de tolerancia oral a la glucosa (CTOG) en pacientes con glucemia en ayunas normal existe intolerancia a la glucosa (IG) y DM hasta en el 96%. La etiología de la DM en esta población es difícil de establecer, puede ser principalmente hereditaria; DM tipo 2 (como síndrome metabólico asociado a HTA, hipertrigliceridemia y obesidad, o como complicación de la cirrosis hepática (diabetes hepatógena). En ambos casos el tratamiento de estos pacientes es complejo por las limitaciones de la insuficiencia hepática grave a la vez que muy necesario por la comorbilidad que un mal control metabólico supone ante una cirugía de trasplante.

Objetivos: Conocer la prevalencia de las alteraciones del metabolismo de la glucosa (AMG), así como el control metabólico en aquellos pacientes en espera de trasplante hepático con DM, tipo de tratamiento y su asociación a otros factores de riesgo cardiovascular.

Material y métodos: Analizamos una muestra de 35 pacientes el lista de espera de trasplante hepático valorados en endocrinología en una única visita en el segundo semestre de 2014. Hemos recogido variables demográficas, antropométricas, analíticas y las comorbilidades asociadas. Los datos son analizados con el programa estadístico SPSS Statistics 22.0.

Resultados: El 77,1% (27) son varones y el 22,9% (8) mujeres, la edad media es de 55,89 ± 7,36 años. El 51,5% (17) de los pacientes tienen diabetes (2 de ellos no conocida) y el 21,2% (7) glucemia basal alterada (GBA), por lo que el 76,7% (24) tienen alguna AMG. En el grupo de pacientes con AMG la obesidad está presente en un 43%, la HTA en un 25% y la dislipemia en un 16,7%. De los 15 pacientes diagnosticados de DM el 33,3% (5) tiene un buen control metabólico y el 53,3%(8) carecía de HbA1c en los últimos 3 meses. Respecto al tratamiento, el 53,3% (8) usaban insulina y el 33,3% (5) ADOs.

Conclusiones: La prevalencia de DM y GBA es elevada en pacientes con cirrosis y en espera de trasplante hepático sin estar éstas asociadas con la hipertensión y la dislipemia aunque sí con la obesidad. El control metabólico de estos pacientes es aceptable a expensas de un uso elevado de insulina. Son necesarias pautas de tratamiento específicas para este grupo de pacientes.