Hasta hace apenas unas décadas, hablar de mortalidad en los primeros años de la vida era sinónimo de defunciones por causas trasmisibles, generalmente de origen infeccioso. Al día de hoy, la transición epidemiológica, con el consabido cambio en el perfil de causas de muerte, afecta no solamente a la población de mayor edad sino que ha ido permeando a todos los grupos etarios, incluyendo los de la niñez y la adolescencia, mismos que, paulatinamente, se ven afectados por causas de muerte que son clasificadas como accidentales y violentas o como enfermedades de carácter no transmisible.
En esta ocasión se dedica el presente espacio para comentar la información referente a la estadística de defunciones correspondiente al año 2012, misma que ha sido liberada por el INEGI (Instituto Nacional de Estadística y Geografía) y la Secretaría de Salud como las cifras definitivas más recientes de mortalidad. Para el cálculo de las tasas correspondientes se han empleado las últimas proyecciones de CONAPO (Consejo Nacional de Población), con excepción de las tasas de menores de un año para las cuales el denominador constituye los nacimientos obtenidos por la estadística de nacimientos ocurridos según el SINAC*.
La tabla 1 muestra, en forma de una matriz, las diez causas principales de mortalidad en la población de menores de 15 años, presentadas por grupos quinquenales de edad. También se muestra el lugar relativo que ocupa la causa, el número de fallecimientos que le corresponde, así como el valor de la tasa por cada cien mil habitantes de la edad correspondiente.
Es importante analizar, en primera instancia, la estructura por edad de cada grupo. Como era de esperarse, y de acuerdo con el patrón universalmente observado, la mayor mortalidad ocurrió durante el primer año de vida. Ascendió a cerca de 29 mil defunciones (tasa de 12.7 muertes por cada mil nacimientos), que representa el 71% de las muertes del grupo de menores de 15 años. Prácticamente la mitad de esas defunciones (muertes infantiles) sucedieron debido a ciertas afecciones originadas en el periodo perinatal (14,391), lo que las situó como la primera causa de muerte. Como segunda causa de muerte siguió otro motivo no infeccioso, las malformaciones congénitas, deformidades y anomalías cromosómicas, que explicaron el 23.3% de las defunciones. Es decir, las dos primeras causas de muerte explicaron el 73% de las defunciones de menores de un año. Este hecho, por cierto, implica un serio problema para los programas de reducción de la mortalidad infantil, pues son precisamente las causas más difíciles de combatir ya que tienen que ver con problemas tanto de la madre como del niño. Dentro de este grupo etario destacaron también otras causas no infecciosas de muerte, como las enfermedades del corazón (8.º lugar, con 395 muertes), enfermedades cerebrovasculares (10.º lugar, con 159 muertes) y muertes por desnutrición y otras deficiencias nutricionales (9.º lugar, con 337 fallecimientos). Como cuarta causa de muerte destacaron los accidentes, que ocasionaron la muerte de 1,009 menores durante 2012.
En cuanto a las causas infecciosas de muerte, se refieren esencialmente a infecciones respiratorias (incluidas la neumonía y la influenza), las infecciones intestinales y la septicemia. En conjunto alcanzaron un peso relativamente bajo, ya que representaron menos del 10% del total de muertes infantiles (fig. 1).
Figura 1. Principales causas de defunción en niños menores de 1 año. México, 2012.
En cuanto al grupo de 1 a 4 años, la situación resultó semejante: ninguna de las tres principales causas ubicadas fue infecciosa. No obstante, a partir de este grupo de edad, la causa principal se refirió a muertes accidentales, representando por sí sola el 23% de las muertes. Al agregar a estas cifras las muertes por homicidio (frecuentemente por causas imprudenciales de parte de los padres), el porcentaje aumentó hasta significar que una de cada cuatro muertes ocurrió por causas externas. En orden de magnitud siguieron las malformaciones congénitas, deformidades y anomalías cromosómicas (845, tasa de 9.5 por cien mil con un peso relativo de casi el 16%) y los tumores malignos (424 muertes, tasa de 4.8 por cien mil con un peso relativo de 8% respecto de la mortalidad de esa edad). Se observaron otras causas no infecciosas relacionadas con la desnutrición, enfermedades del corazón y con parálisis cerebral; esta última causa fue ganando espacio conforme avanzó la edad de los niños (fig. 2).
Figura 2. Principales causas de defunción en niños de 1 a 4 años. México, 2012.
El grupo de 5 a 9 años, tradicionalmente, es el que ha presentado los menores niveles de mortalidad. Con un total 2,822 muertes y una tasa de 25 defunciones por cada cien mil habitantes de ese grupo (comparado con el grupo de 1 a 4 años, que presentó una tasa de 60 defunciones por cada cien mil habitantes y un total cercano al doble de muertes), representó menos del 7% del total de muertes de menores de 15 años. Los accidentes persistieron como primera causa de fallecimiento en la tercera parte de los niños de esa edad; le siguieron en importancia los tumores malignos, las malformaciones congénitas, problemas de parálisis cerebral y enfermedades del corazón, que globalmente dieron cuenta de otro tercio de las muertes de esta edad (fig. 3). Dentro de las diez causas más importantes de muerte, solo tres fueron infecciosas (neumonía e influenza, enfermedades infecciosas intestinales y septicemia) y apenas representaron el 6% del total de muertes.
Figura 3. Principales causas de defunción en niños de 5 a 9 años. México, 2012.
Finalmente, el grupo de los preadolescentes, de 10 a 14 años, reflejaron un perfil bastante diferente a los otros grupos de edad, en la medida que presentaron una carga muy fuerte de causas externas (accidentes, homicidios y suicidios). Ocuparon, respectivamente, el primero (883), tercero (249) y cuarto (208) lugares, y en conjunto explicaron casi el 40% de las muertes de ese grupo de edad (fig. 4). Los tumores malignos, como segunda causa, explicaron el 15% de las muertes (497). Las causas infecciosas están prácticamente ausentes, de no ser por la neumonía e influenza, que ocuparon el octavo lugar (con 78 defunciones).
Figura 4. Principales causas de defunción en niños de 10 a 14 años. México, 2012.
A continuación se señalan los principales resultados con respecto a las causas de mortalidad del grupo de menores de 15 años:
• Durante 2012 se registraron 40,586 muertes de menores de 15 años, de las cuales el 81.7% se ubicó dentro de las diez principales causas de muerte, es decir, 33,147. Las tres primeras causas concentraron el 65% de las defunciones, y ninguna de ellas correspondió a causas de tipo infeccioso. Las tres primeras causas fueron ciertas afecciones originadas en el periodo perinatal (14,391), malformaciones congénitas (8,007) y muertes accidentales (3,936), que en total representaron 26,334 muertes. Las tasas de mortalidad para esas causas fueron de 42.6, 23.7 y 11.7 muertes por cada cien mil habitantes de menores de 15 años, respectivamente.
• Únicamente cuatro de las diez principales causas fueron de carácter infeccioso, y representaron solo el 10% del total de defunciones del grupo analizado. Las causas fueron neumonía e influenza (4.º lugar, con 1,720 muertes y una tasa de 5.1), enfermedades infecciosas intestinales (6.º lugar, con 946 muertes y una tasa de 2.8), septicemia (7.º lugar, con 823 muertes y una tasa de 2.4) y las infecciones respiratorias agudas (10.º lugar, con 555 defunciones y una tasa de 1.6).
Conflicto de intereses
Los autores declaran no tener ningún conflicto de intereses.
* Se han considerado las cifras ajustadas del SINAC (Sistema de Nacimientos) 2012, tal y como lo establece la Dirección General de Información en Salud.
Recibido el 6 de marzo de 2014;
aceptado el 20 de marzo de 2014
* Autora para correspondencia
Correo electrónico: sonia_fernandez@prodigy.net.mx (S.B. Fernández Cantón).