A la publicación de este número, en unos pocos días, va a tener lugar la XV Reunión Nacional de Electrocerámica en Vitoria, organizada en colaboración con el CIC energiGUNE. Ya puede decirse que va ser un éxito de participación puesto que se han recibido más de 53 comunicaciones a las que hay que añadir 5 ponencias invitadas, es decir un total de 58 comunicaciones. Este número de comunicaciones está en línea con reuniones anteriores celebradas antes de la pandemia. El evento tiene un formato híbrido presencial–on line extremadamente flexible y que ha animado a la participación. Cabe destacar que la mayor parte de las presentaciones se han solicitado como presenciales por lo que si las condiciones sanitarias no empeoran drásticamente en estos días, vamos a poder contar con una participación presencial muy significativa. Esto sería una gran noticia en el avance de la recuperación de la normalidad, la de siempre que tanto echamos de menos.
Otro aspecto importante es que a finales de junio se conoce la actualización del FI (factor de impacto) de la revista. Al cierre de este número no se ha publicado aún y se comentará en el siguiente número. No obstante, cabe mencionar algunos aspectos nuevos que van a cambiar en el cálculo del FI. Clarivate Analytics, la empresa que gestiona Web of Science y por tanto Journal Citation Reports (JCR), ha informado de que va a modificar el conteo de citas de los artículos publicados on-line. La idea principal es que a partir de este año se contabilizará un artículo como citable basándose en la fecha de publicación electrónica y no de la fecha de publicación impresa. Esto favorece a las revistas eléctronicas, que solo tienen una fecha de publicación y perjudica a las revistas tradicionales como la nuestra. Se argumenta que las demoras entre la publicación on-line y la posterior impresa favorece la visibilidad del artículo antes de ser contabilizado en el cálculo del FI, ya que no entra en el denominador hasta que tiene volumen, número y páginas. Esto se dice que beneficiaba a los FI de las revistas tradicionales sobre los títulos de acceso abierto electrónicos. En la edición de 2021 ya se van a ir incorporando estos cambios y para 2022 se espera concluir el proceso.
En lo que afecta a nuestro Boletín, esto significa que el elevado número de artículos on-line que tenemos actualmente puede perjudicar gravemente nuestro FI. Si se incorporan todos estos artículos de una vez al denominador del cálculo del FI, es evidente que va a producirse un descenso importante del mismo. Este efecto sería común para todas las revistas tradicionales y en mi humilde opinión va a sobrevalorar las nuevas revistas, algunas de ellas responsables de la inflación de artículos científicos que sufrimos actualmente y de la que muchos científicos se quejan abiertamente.