Cardiocore, de la Sociedad Andaluza de Cardiología, comenzó su camino hace un año, y creemos que es el momento de hacer un alto en el singladura y analizar nuestra trayectoria editorial. Los tres objetivos principales que nos propusimos1 fueron la revisión crítica de aspectos de patología cardiovascular de interés, fomentando la formación continuada de los socios; favorecer el conocimiento en la publicación biomédica, especialmente entre los más jóvenes, y lograr una mayor visibilidad de nuestros investigadores.
En relación con el primer objetivo propuesto, el primer año hemos tratado de forma pormenorizada la resincronización cardiaca, la valvulopatía aórtica, la fibrilación auricular y la insuficiencia cardiaca. Durante este segundo año hemos completado la revisión de la insuficiencia cardiaca, y en este número tratamos en profundidad y desde una perspectiva multidisciplinar el síndrome coronario agudo con elevación del segmento ST. Es nuestro objetivo continuar con esta línea editorial, dedicando la mayor parte de la revista a la formación continuada a través de la revisión crítica directa por parte de diversos profesionales expertos y en muchos casos líderes de opinión nacionales e internacionales, que nos aporten su visión, siempre desde una perspectiva multidisciplinar que nos acerque a otros profesionales que traten enfermos con patología cardiovascular. Por el momento, en todos los temas tratados hemos contado con nuestros compañeros más implicados en el tratamiento de la patología cardiaca, los cirujanos cardiovasculares, aunque también con la visión de internistas, intensivistas, enfermeras e investigadores básicos del área cardiovascular. Es nuestra intención continuar con esta línea editorial y fomentar el intercambio de conocimientos con estos profesionales con el objetivo final de ayudar a conseguir una atención de excelencia para la población con enfermedades cardiovasculares.
Este primer objetivo ha sido reforzado tras la reciente aprobación por parte del Sistema Español de Acreditación de la Formación Médica Continuada (SEAFORMEC) a nuestra revista Cardiocore la posibilidad de conseguir créditos oficiales a través de la misma, para todos los socios y suscriptores de la revista. Es sin duda un gran servicio para los socios de la Sociedad Andaluza de Cardiología y nos complace enormemente la consecución de los mismos gracias al equipo editorial de Cardiocore.
En relación con el segundo objetivo propuesto —favorecer la formación en publicaciones biomédicas especialmente entre los más jóvenes—, estamos especialmente satisfechos. Desde la apertura el 1 de marzo del 2010 del sistema de envío electrónico de manuscritos recibimos durante el año 95 manuscritos que fueron siempre revisados por al menos dos evaluadores, salvo los manuscritos por encargo tipo Preguntas y Respuestas, base de la formación continuada de la revista. La respuesta, especialmente de los más jóvenes, ha sido excelente no sólo por el elevado número de manuscritos enviados, sino por su rapidez en la contestación a la revisión solicitada. Este trabajo no hubiera sido posible sin todos los revisores de Cardiocore (tabla 1), y nos gustaría agradecerlo en este momento a todos ellos. Este trabajo de formación a los autores más jóvenes con explicaciones pormenorizadas de detalles de su trabajo de investigación consiguiendo en muchos casos el ánimo del autor para completar el proceso editorial. Estamos pendientes de conseguir créditos del Comité de Acreditación de la Sociedad Española de Cardiología (CASEC) como reconocimiento de su inestable labor para los investigadores más jóvenes.
Listado de revisores
Juan H. Alonso Briales |
Miguel Álvarez |
Jose Maria Arizón de Prado |
José María Arque y Gibernau |
Rafael Barba Pichardo |
Gonzalo Baron-Esquivias |
Alberto Barrera |
José Miguel Borrego Domínguez |
Manuela Bujalance |
Fernando Cabrera Bueno |
Antonio Castro Fernández |
Aurelio Cayuela Domínguez |
José María Cubero Gómez |
Luis Díaz de la Llera |
José Francisco Díaz Fernández |
Antonio Domínguez Franco |
Juan Carlos Fernández Guerrero |
Juan Antonio Fournier Andray |
José Manuel Franco Zapata |
Pastora Gallego García de Vinuesa |
Rocío García Orta |
José Manuel García-Pinilla |
Rocío Gil Pérez |
Emilio González Cocina |
Julio Gutiérrez de Loma |
Norberto Herrera |
Rafael Hidalgo Urbano |
Manuel F. Jiménez Navarro |
Manuel Lagares Carballo |
José López Haldón |
Félix Malpartida Torres |
Ángel Martínez Martínez |
Dolores Mesa Rubio |
Manuel de Mora-Martín |
Francisco J. Morales Ponce |
Eduardo Moreno Escobar |
Javier Muñiz García |
Soledad Ojeda Pineda |
Antonio Ordóñez Fernández |
Ricardo Pavón Jiménez |
Valle Pedrosa |
Alonso Pedrote Martínez |
Carlos Porras Martín |
Antonio Ramírez Moreno |
Alejandro Recio Mayoral |
Juan Robledo Carmona |
Isabel Rodríguez-Bailón |
Adolfo Romero |
Miguel Romero Moreno |
Nieves Romero-Rodríguez |
Luis Ruiz del Fresno |
Francisco Ruiz Mateas |
Martín Ruiz Ortiz |
Manuel Sancho Jaldón |
Jose Segura Saints-Gerons |
Luis Tercedor Sánchez |
Miguel Angel Ulecia Martínez |
Pedro Valdivielso Felices |
Eduardo Vázquerz Ruiz de Castroviejo |
Ricardo Vivancos Delgado |
Ricardo de Zayas Rueda |
El equipo editorial ha realizado cursos de formación continuada en los últimos congresos anuales de nuestra sociedad. El año pasado tratamos la Preparación de Publicaciones Biomédicas, y en este reciente congreso el taller se centró en la preparación de proyectos de investigación. Asimismo, el apartado de formación continuada de la revista que ha conseguido un mayor número de descargas a través de la página web de la misma es el manuscrito que trata sobre la búsqueda de información biomédica en Pubmed2. La página web de la Sociedad Andaluza, coordinada desde hace poco tiempo por el Dr. Candel, se constituye como un buen impulso para potenciar la formación de los socios con ideas que se apoyen en las nuevas tecnologías.
Por último, en relación con el tercer objetivo propuesto —favorecer la visibilidad de los trabajos de nuestros investigadores—, hemos conseguido desde el inicio de nuestra andadura incluir nuestra revista en EMBASE, Science Direct y Scopus. A través de estas amplias bases de revistas hemos tenido acceso a grandes bibliotecas virtuales, como la Biblioteca Virtual de Andalucía, y creemos que la visibilidad de nuestros investigadores ha crecido. También los enlaces desde la Revista Española de Cardiología han sido muy utilizados y hemos dado a conocer la revista a la Junta Directiva de la Sociedad Española de Cardiología, al Comité Editorial de la Revista Española de Cardiología, a las diferentes secciones de la Sociedad Española de Cardiología y sociedades científicas iberoamericanas.
Por toda esta actividad realizada, nos hemos visto obligados a aumentar el número de páginas de la revista Cardiocore: concretamente pasamos de 48 a 64 páginas, a través de 16 páginas electrónicas adicionales descritas en el sumario y con la misma validez que las páginas escritas pero con un ahorro económico para la sociedad. Esperamos con esta medida disminuir el tiempo entre la aceptación del manuscrito y su inclusión en un número de la revista. De todas maneras, cada manuscrito aceptado estará disponible en el apartado Avance Online con su número de identificación (doi) correspondiente, y puede ser consultado por otros investigadores.
Obviamente, mucha labor realizada es opaca y no bien cuantificable en estos momentos, pero fomentar la formación de los profesionales es siempre una labor destacable. La calidad de las revistas biomédicas no sólo se mide por índices bibliométricos, sino por su calidad y por el acercamiento a sus lectores3, y creemos sinceramente que todos los cambios de Cardiocore no sólo la han acercado a sus lectores, sino que ha aumentado el interés hacia ella. Las sociedades científicas deben fomentar las revistas biomédicas e «invertir» en ello como medio de alcanzar una atención de excelencia a la población en el área de enfermedades cardiovasculares.