La ivabradina es un inhibidor selectivo de la corriente If del nodo sinoauricular, recomendado para el tratamiento de los pacientes con insuficiencia cardíaca (IC) crónica estable, estadio II-IV de la NYHA, con disfunción sistólica que se mantengan en ritmo sinusal con frecuencias cardíacas basales superiores a 70lpm y persistan sintomáticos a pesar de la optimización del tratamiento médico1. Su indicación en la descompensación aguda de la IC crónica aún no ha sido establecida, si bien en pequeñas series de pacientes con IC aguda parece mostrarse beneficiosa y segura2, tal como ha sido reportado recientemente en Cardiocore3.
El objetivo de nuestra observación ha sido analizar la indicación teórica de tratamiento con ivabradina a las 24h del ingreso en una cohorte de pacientes que ingresaron por descompensación aguda de su IC crónica entre enero de 2008 y junio de 2011. Para ello proyectamos la indicación de tratamiento para IC crónica estable, según las guías de práctica clínica vigentes desde el año 20121. Recogimos de forma observacional y retrospectiva un total de 680 pacientes, excluyendo aquellos mayores de 85 años y menores de 18 (209), con enfermedades infecciosas (97), neoplásicas o hematológicas activas (16). En aquellos con más de un ingreso durante el periodo del estudio solo el primero de ellos fue considerado (82). Finalmente se estudiaron 270 pacientes, fijándose la indicación teórica de ivabradina a las 24h del ingreso si se encontraban en ritmo sinusal, con frecuencia en reposo superior a 70lpm y una FEVI≤35%; se asumió además el requerimiento de que estuvieran ya bajo tratamiento con IECA o ARA2 y betabloqueantes. Los datos fueron analizados utilizando el SPSS® en su versión 20.0 para MAC.
La frecuencia cardíaca media en el momento de evaluar la indicación teórica de ivabradina fue de 88±25lpm; el resto de las características pueden observarse en la tabla 1. La indicación de ivabradina para la descompensación aguda de su IC estuvo presente en el 9,8% de los pacientes, frente a un 90,8% en los que no lo estuvo (p=0,02). Al considerar, además, que estuvieran recibiendo tratamiento con IECA o ARA2 y betabloqueantes, tan solo el 3% de los pacientes tendrían indicación teórica de recibir ivabradina, frente al 97% en el que no habría estado indicada (p<0,00).
Características de los pacientes incluidos en el estudio
Características basales | N=270 |
---|---|
Edad (años); media (DE) | 74 (8) |
Sexo (varón); (%) | 149 (55,3) |
DLP; (%) | 110 (40,9) |
DM; (%) | 129 (47,7) |
HTA; (%) | 198 (73,3) |
Tabaquismo; (%) | 46 (17) |
Fibrilación auricular o flutter; (%) | 134 (49,6) |
NYHA; (%) | |
2 | 89 (33,1) |
3 | 103 (38,3) |
4 | 78 (28,8) |
Etiología IC; (%) | |
Isquémica | 124 (46) |
No isquémica | 146 (54) |
Tratamiento; (%) | |
ARA2 o IECA | 166 (61,5) |
Antialdosterónico | 36 (13,5) |
Betabloqueante | 86 (31,8) |
Diurético | 171 (63,5) |
FE media; (DE) | 49 (14) |
FE deprimida (%)a | 15,8 |
Las posibilidades de empleo de ivabradina en pacientes recientemente dados de alta por agudización de su IC crónica parecen limitarse a un reducido porcentaje de ellos4. Nuestros resultados corroboran esta observación en pacientes aún hospitalizados. La elevada prevalencia de fibrilación auricular en los pacientes con IC crónica5, con la que nuestros resultados concuerdan, parece limitar sustancialmente las posibilidades de su empleo. Por otra parte, es probable que el hecho de evaluar la indicación teórica de ivabradina a las 24h del ingreso haya colaborado en la baja frecuencia de tratamiento betabloqueante hallada en nuestra serie. Lamentablemente el diseño de nuestro estudio, nos impide extraer más conclusiones en este sentido. Si bien, en nuestro país la optimización del tratamiento de los pacientes con IC con función sistólica deprimida es con frecuencia subóptima5, la escasa prevalencia de tratamiento betabloqueante obliga a interpretar nuestros resultados con precaución. De igual modo, la proyección de las indicaciones de ivabradina en IC crónica estable1 sobre una serie de pacientes hospitalizados por descompensación aguda de su IC crónica obliga a ser cautos en la valoración de nuestros resultados. En cualquier caso, atendiendo estas guías1 parece que la gran mayoría de los pacientes que ingresan por descompensación aguda de su IC no se beneficiarían del tratamiento con ivabradina.
En conclusión, si bien es probable que la ivabradina se muestra útil en los pacientes hospitalizados por descompensación aguda de su IC crónica, sus posibilidades parecen limitarse a un moderado porcentaje de ellos.