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Vol. 15. Núm. 2.
Páginas 31-32 (julio - diciembre 2014)
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Editorial
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Mario A. Mandujano V.a,
Autor para correspondencia
mariomandujano@gmail.com

Autor para correspondencia.
, M. en C. Adalberto Mosqueda Taylorb
a Editor Asociado
b Editor Jefe
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¿Bajo qué condiciones puede pensarse que la práctica clínica es o puede llegar a ser científica? En su concepción más general, el método clínico se aproxima al método científico, es decir, inicia con la formulación de un problema que puede tener como base un conjunto sintomático, un malestar aislado, o la exposición accidental, involuntaria o descuidada a una situación de riesgo; acto seguido, se propone una estrategia para analizar y resolver el problema, con lo cual puede decirse que se postula una hipótesis. A partir de entonces se procede a la aplicación de un conjunto de métodos para contrastar los hallazgos con la idea (hipótesis) formulada, y así los datos directos, transformados en observables, se constituyen como una base de información que puede ser solamente descriptiva, pero también puede tener un carácter discriminativo o mejor aún, corroborativo, es decir, que permita confirmar la hipótesis diagnóstica planteada.

En ocasiones basta con la información clínica como el registro de signos patognomónicos y de aquellos poco frecuentes, o bien la obtenida mediante procedimientos de laboratorio y de gabinete (estudios de imagen) que cada día son más complejos y precisos, para lograr completar el cuadro. En algunas situaciones también pueden contribuir los antecedentes epidemiológicos y la información sociodemográfica, pero en cualquiera de los casos mencionados deben traerse a discusión 2 elementos que aparecen en este número de la revista. Por una parte, debe alcanzarse un cierto nivel de naturaleza epistemológica, es decir, aclarar las condiciones de génesis y de validez de la información del conocimiento; así, los métodos estadísticos analizados por Méndez et al. ilustran, por una parte, las dificultades y los sesgos que implica el tratamiento estadístico de los datos, a la vez que proponen procedimientos para resolverlos o disminuirlos. El otro elemento se refiere al entrenamiento en investigación y a la formación científica que idealmente deben tener los estudiantes de medicina, cuya consecuencia será proveer a los futuros médicos de un ejercicio profesional basado no en enfoques empíricos superficiales o apoyados en fuentes insuficientes o sesgadas, sino en un proceso que les permita utilizar los enfoques metodológicos de la investigación cualitativa y cuantitativa para tomar decisiones bien sustentadas. En el trabajo de Torner et al. se describe la experiencia obtenida por los estudiantes de medicina de una universidad pública en México a lo largo de 24 congresos celebrados en un lapso de 8 años, en los cuales se hace un análisis sobre los distintos tipos de investigación realizada, así como de las áreas de la medicina y entidades nosológicas más estudiadas. Los autores de este trabajo concluyen que a pesar de que los alumnos de medicina reciben formación en investigación, menos de la quinta parte de los inscritos (18.2%) presentan sus resultados en los congresos, por lo que la enseñanza de la investigación debe ser adicionalmente evaluada y consolidada como una herramienta para el perfeccionamiento de la actividad del médico actual.

Como ejemplo de la importancia que reviste registrar adecuadamente la información en forma de casos clínicos que permitan organizar series para poder generar información valiosa, no solo de interés epidemiológico, sino con fines de utilidad diagnóstica y terapéutica, en este número se presenta el trabajo de Díaz Franco et al., quienes analizan un grupo de pacientes con síndrome de Laugier-Hunziker, entidad mucocutánea benigna de baja prevalencia, la cual afecta sobre todo a la mucosa bucal y las uñas, cuyo espectro clínico-patológico no está del todo elucidado, pero que es de gran importancia para el diagnóstico diferencial con otras enfermedades locales y sistémicas trascendentes que también muestran igmentaciones maculares cutáneas, en labios y mucosa bucal.

Adicionalmente se presenta el artículo de Velázquez Alva et al. sobre la importancia que reviste aplicar criterios estrictos y uniformes para realizar estudios comparativos. Los autores presentan los resultados de una investigación que evalúa y compara la prevalencia de sarcopenia en distintos grupos de personas ancianas activas y físicamente autosuficientes para la deambulación de acuerdo con los parámetros propuestos por el Grupo de Consenso Europeo para la definición y diagnóstico de Sarcopenia en Ancianos, con lo cual evalúan la consistencia en el diagnóstico obtenido con dichas mediciones. Este tipo de trabajo reviste particular importancia porque aborda un problema complejo y cada vez mas prevalente, ya que la sarcopenia es una entidad clínica, crónica y gradualmente progresiva que se asocia al proceso del envejecimiento; se caracteriza por la pérdida de masa, fuerza y función del músculo esquelético y favorece el riesgo de desarrollar consecuencias adversas como pérdida de la independencia, discapacidad física, pobre calidad de vida, así como mayor riesgo de mortalidad.

El contenido y orientación de este número de la REVISTA DE CIENCIAS CLÍNICAS pone de manifiesto su orientación multi e interdisciplinaria en el campo de la investigación de las ciencias de la salud.

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