Desde la introducción de las prótesis percutáneas en la práctica clínica y de los procedimientos valve in valve se pueden tratar de forma no quirúrgica las disfunciones de prótesis biológicas aórticas.
Analizamos nuestros datos para ver si se justificaría rebajar más la edad de implantación de prótesis biológicas (60–65 años) con el planteamiento: primer procedimiento en edad joven, segundo (primera reintervención) en edad intermedia, con bajo riesgo y tercero percutáneo.
En los últimos 10 años hemos reoperado 28 pacientes con prótesis aórticas previas (disfunción de prótesis biológicas, trombosis protésicas mecánicas o leaks periprotésicos) habiendo fallecido uno, lo que significa una mortalidad del 3,6%. Se excluyen del análisis los pacientes reintervenidos por endocarditis (al no tener relación dicha patología con tener previamente implantada una prótesis biológica vs mecánica) y los pacientes con otra cirugía previa asociada.
Dado el bajo riesgo que representa una primera reintervención, especialmente a edad relativamente joven, creemos recomendable expandir la edad en la que se implantan prótesis biológicas en posición aórtica y difícil de justificar la implantación de prótesis mecánicas en dicha posición, salvo en pacientes muy jóvenes en los que la reparación valvular o el procedimiento de Ross no sean posibles.