Las lesiones congénitas de la válvula mitral son un reto quirúrgico. La morfología y el tipo de lesión condicionan y limitan las técnicas quirúrgicas disponibles para su corrección. Recogemos nuestra experiencia en la reparación mitral en niños.
Material y métodosEntre 2006–2011 hemos intervenido 29 pacientes con lesiones sintomáticas en la válvula mitral. Edad media 18 meses (2–144). La reparación mitral fue la primera alternativa. El tipo de lesión fue: estenosis o doble lesión mitral (DLM) en 12 pacientes (41%), insuficiencia mitral (IM) grave 5 (17%), poscorrección canal auriculoventricular (AV) 9 (31%), y iatrogénicas 3 pacientes (11%). La corrección se realizó utilizando una o la combinación de estas técnicas: resecciones de valva posterior 3 casos (10%), sutura de cleft 3(10%), comisurotomía 10 (35%), papilotomía 6 (20%), anuloplastia 7 (24%), en 3 de éstos se utilizó un anillo de Kalangos y en otros 2 de Carpentier, resección de rodete supramitral 6 (20%).
ResultadosNo hubo mortalidad. Se realizó ecocardiografía transesofágica (ETE) intraoperatoria y se toleró IM residual leve. En la evolución precoz 2 pacientes (6,7%) desarrollaron insuficiencia grave y requirieron reemplazo valvular por prótesis mecánicas. En el seguimiento el 89,6% está libre de IM o con IM leve residual, a los 3,5 años. El 96% está en grado funcional I de la New York Heart Association (NYHA).
ConclusionesConsideramos que la reparación de la válvula mitral en lesiones congénitas es la primera alternativa. Los resultados son satisfactorios y estables a lo largo del tiempo, al igual que en adultos. Esto permite a los niños alcanzar la edad adulta en un grado funcional aceptable.