Los osteocondromas son tumores óseos benignos, solo el 1 al 4% se localizan en la columna vertebral; se presentan con más frecuencia a nivel cervical, siendo C2 la vértebra más afectada. La presentación neurológica es lenta debido a las características del crecimiento del tumor. La tomografía axial computada es el estudio de elección, para diagnóstico y programación quirúrgica. El manejo quirúrgico está indicado para pacientes que presentan deterioro neurológico o dolor.
Casos clínicosEl primer caso se trata de un paciente masculino de 21 años, con diagnóstico de osteocondroma localizado en los procesos espinosos de L2, L3 y L4. En el segundo caso; una paciente femenina con osteocondromatosis múltiple, que presenta tumoraciones a nivel de la masa lateral derecha de C1 con extensión a C2 y procesos espinosos de C5 y C7. Ambos pacientes cursan con sintomatología dolorosa, la cual remite posterior a la resección quirúrgica de los osteocondromas.
ConclusionesSe realiza un reporte de casos y revisión de la literatura, para ejemplificar los diversos síntomas que causan los osteocondromas espinales. El conocimiento y la sospecha de este tipo de tumores permiten brindar el manejo apropiado; según su localización y sintomatología.
Osteochondromas are benign bony tumours, with only 1 to 4% being located in the spine. It occurs more frequently in the cervical spine, with C2 being the vertebra most affected. The neurological presentation is slow due to the growth characteristics of the tumour. Computed axial tomography is the reference method for diagnosis. Surgical management is indicated for patients with neurological impairment or pain.
Clinical caseThe first case presents a 21-year-old male with osteochondroma located in the spinous processes of L2, L3 and L4. The second case is a 20-year-old female with multiple osteochondromatosis with tumours at the right lateral mass of C1, with extension to C2 and tumours on the spinous processes of C5 and C7. Both patients presented with painful symptoms, which were resolved after surgical resection of the tumours.
ConclusionsThe rarity of these conditions, relevance of a clinical-radiographic diagnosis, and considerations required for surgical treatment are discussed here.
Los osteocondromas son tumores benignos; representan el 8.5% de todos los tumores óseos y alrededor del 36% de los tumores óseos benignos1,2. Se presentan como lesiones únicas o múltiples, siendo esta última presentación la llamada osteocondromatosis múltiple3.
Los huesos largos son los más afectados; solo el 1 al 4% de los osteocondromas se encuentran en la columna vertebral2–4. Son más frecuentes en hombres con una relación de 1.5:1; en la segunda o tercera décadas de la vida5, y los cambios degenerativos de la columna vertebral pueden contribuir a la aparición de la sintomatología6,7.
Las manifestaciones clínicas son variadas, el principal síntoma es el dolor. Pocas veces se presentan manifestaciones neurológicas, puesto que las lesiones suelen crecer fuera del conducto medular3,8,9. La radiculopatía se puede presentar de manera aguda, secundaria a un traumatismo5, o puede cursar con parestesias, por el patrón de crecimiento lento del tumor10–12.
La localización más frecuente de los osteocondromas dentro de la columna vertebral es a nivel cervical en un 50%13, principalmente C214–16, seguida por C3 y C65,6. La región torácica es la segunda en frecuencia, abarcando el 28% de las lesiones6,17.
Casos clínicosPrimer casoPaciente masculino de 21 años de edad, que refiere lumbalgia caracterizada como 2/10 en base a la escala visual análoga, de un año de evolución, así como aumento de volumen a nivel lumbar. Acude a valoración a una institución de referencia. En la valoración inicial se encuentra aumento de volumen en región lumbar a nivel de L2, no móvil, adherido a planos profundos, con dolor leve solo reproducible a la palpación, sin cambios en la piel suprayacente.
Neurológicamente ambas extremidades pélvicas con sensibilidad 2/2 y fuerza muscular 5/5, normorrefléctico, sin evocar reflejos patológicos y sin datos de neurotensión. En las radiografías en proyección anteroposterior y lateral de columna lumbosacra se observó una tumoración radioopaca, pediculada y adyacente a cuerpos vertebrales L3 y L4 y proceso espinoso de L2 (fig. 1). Como diagnósticos diferenciales se consideran: condrosarcoma, osteoblastoma y patologías del tejido conectivo, como: dermatomiositis y osificaciones heterotópicas. Se complementan estudios con tomografía axial computada (TAC) donde se aprecia tumor que proviene de procesos espinosos de L2, L3 y L4, sin invasión al conducto raquídeo (fig. 2). Debido al incremento del dolor, incluso en decúbito, se realiza resección en bloque obteniendo una tumoración ósea con capa cartilaginosa de 7 × 3 × 2cm, pediculada a procesos espinosos y láminas de L2, L3 y L4 (fig. 3). Con diagnóstico histopatológico de osteocondroma sin atipias. El paciente actualmente se encuentra asintomático, fuerza 5/5 y sensibilidad 2/2 normorrefléctico.
Paciente femenino de 20 años de edad con diagnóstico de osteocondromatosis múltiple desde los 2 años de edad. Acude a valoración por dolor en región cervical de 3 meses de evolución, acompañado de parestesias en miembro torácico derecho, dolor de tipo opresivo, de intensidad 4/10 en base a escala visual análoga, que se exacerba a la flexión y rotación derecha hasta una intensidad 6/10, niega disfagia. A la exploración física se encuentra aumento de volumen en región cervical derecha a nivel de C2 de 2 × 2cm, no móvil y adherido a planos profundos, con dolor de leve intensidad a la palpación, sin cambios en la piel suprayacente. Neurológicamente en miembros torácicos se encuentra con sensibilidad 2/2, fuerza muscular 5/5, normorrefléctica, sin datos de neurotensión, sin evocarse reflejos patológicos. Se realizan radiografías donde se observó un tumor radioopaco de 19 × 29mm, pediculada a la región lateral derecha de C1 con extensión a C2 así como tumor en apófisis espinosa de C5 y C7. Por el antecedente de osteocondromatosis múltiple, se tenía una fuerte sospecha diagnóstica de osteocondroma. Se complementa estudio con tomografía simple, donde se documenta neoformación ósea que involucra el lado lateral derecho de C1, con extensión a C2 con moldeamiento del agujero de conjunción (fig. 4) y osteocondroma en lámina izquierda y apófisis espinosa de C5 y C7. Finalmente, la reconstrucción ósea y vascular de columna cervical muestra moldeamiento del segmento horizontal de la arteria vertebral derecha a expensas del crecimiento tumoral, sin obliteración de su luz y sin invasión hacia el ducto raquídeo (figs. 5 y 6).
Se programa para resección de osteocondroma, debido a la sintomatología y proximidad de la tumoración con la arteria vertebral. Se reseca parcialmente obteniendo múltiples fragmentos de tejido, pequeños, de forma irregular, que miden en conjunto 2 × 2 × 1cm, de consistencia dura y color blanco-amarillento. A la microscopía se reporta presencia de cartílago hialino sin atipias, zonas de osificación endocondral y hueso esponjoso con elementos hematopoyéticos en el espacio intertrabecular. Se da el diagnóstico de osteocondroma.
Actualmente la paciente se refiere asintomática; con cicatriz quirúrgica eutrófica, arcos de movilidad de columna cervical completa y a la exploración neurológica se encuentra fuerza de 5/5, la sensibilidad 2/2 y los reflejos conservados.
DiscusiónLos osteocondromas se originan por un proceso de osificación endocondral de cartílago aberrante de la placa de crecimiento, como consecuencia de defectos congénitos o de traumatismos12,18. Albretch et al.3 han señalado que el predominio de estas lesiones a nivel cervical se debe a microtraumas que sufre el cartílago de la placa fisiaria por la mayor movilidad y flexibilidad de este segmento vertebral. De acuerdo a lo antes mencionado, las regiones vertebrales más afectadas deberían ser la cervical y la lumbar, sin embargo, se observa una menor incidencia de lesiones en la región lumbar19–23. Otra teoría formula que los centros de osificación secundarios en los procesos espinosos, transversos y articulares aparecen entre los 11-18 años de edad y se osifican durante la adolescencia en la región cervical y en la segunda década de la vida en las regiones torácica y lumbar24. El cartílago de estos centros secundarios de osificación puede ser el origen de tejido cartilaginoso aberrante, que origina el osteocondroma. Se especula que cuanto más rápido sea el proceso de osificación de estos centros, mayor es la probabilidad de formación de tejido cartilaginoso aberrante, explicando así la mayor incidencia en región cervical. Los osteocondromas generalmente se originan en los pedículos, en la lámina o en el cuerpo vertebral23.
Estos tumores óseos pueden ser solitarios o múltiples. La osteocondromatosis múltiple, también conocida como exostosis hereditaria múltiple, es un padecimiento de herencia autosómica dominante, que transmite el padre, con penetración incompleta en mujeres. La incidencia de la enfermedad es de 1 en 50,000. La severidad de la enfermedad es variable y los factores determinantes no han sido reconocidos aún. Las variaciones genéticas juegan un papel importante y se han identificado 3 loci específicos en el genoma: EXT1 (18q), EXT2 (11p) y EXT3 (19p). El involucramiento a la columna vertebral ocurre más frecuentemente en exostosis hereditarias múltiples, ambos tipos afectan más a hombres que a mujeres6.
El diagnóstico de osteocondromas en columna mediante radiografías es difícil, debido a que muchas estructuras se sobreponen a la imagen dependiendo de la proyección tomada25–28 y, se ha observado que son insuficientes hasta en el 79% de los casos, por lo que se recomienda la realización de tomografía axial computada5,29.
Las características patognomónicas de la lesión mediante la tomografía axial computada son la presencia de tumoraciones sésiles o pediculadas que presentan continuidad entre la cortical y el tejido esponjoso del cuerpo vertebral del que se originan23. Las exostosis espinales se visualizan mejor con la tomografía axial computada que con la resonancia magnética, debido a las características óseas de la lesión30.
En pacientes con radiculopatía se recomienda la resonancia magnética para observar el nivel y la extensión de la compresión neurológica5. En esta se observa un borde periférico prominente hipointenso correspondiente a la osificación, y un pequeño núcleo central isointenso a la de la médula ósea, dando una apariencia de «ojo de buey»5.
El manejo de estas lesiones es la resección quirúrgica, si presentan sintomatología31. La recurrencia del padecimiento posterior al tratamiento quirúrgico es rara y se debe a la resección incompleta de la lesión3,8,16.
La recurrencia de la lesión, asociada al crecimiento acelerado y súbito de los osteocondromas, puede ser indicador de futura malignización, lo cual ocurre en el 1% de las lesiones aisladas y en el 5-25% de los pacientes con lesiones múltiples2,30. Se debe sospechar malignización cuando en las imágenes de resonancia magnética el espesor de la tapa cartilaginosa es mayor de 2cm en adultos y mayor de 3cm en niños30.
En nuestros casos como en los reportados habitualmente en la literatura científica la localización en el arco neural es la causante de la sintomatología, y aunque poco frecuente es conocido el diagnóstico principal en esta zona31.
ConclusionesLos osteocondromas son tumores benignos formados de hueso y un recubrimiento de cartílago. Son de presentación poco frecuente en la columna vertebral; sin embargo, contar con la sospecha diagnóstica permite brindar el manejo apropiado. El tratamiento quirúrgico consiste en la resección del tumor y es el método ideal de tratamiento, con el que remite la sintomatología, casi de inmediato, que además genera buenos resultados funcionales, ya que posterior a este, se presentan bajas tasas de complicaciones y recidivas.
Conflicto de interesesLos autores declaran no tener ningún conflicto de intereses.