Los quistes de colédoco son una enfermedad rara que afecta principalmente a mujeres en la infancia, pero que pueden presentarse durante el embarazo. Sus síntomas y signos están opacados por los cambios en esta fase, por lo que el diagnóstico puede ser tardío y sus complicaciones poner en peligro tanto a la madre como al producto.
ObjetivoPresentar 3 casos de quiste de colédoco en embarazadas, tratadas en un hospital de tercer nivel.
Casos clínicosPresentamos 3 pacientes con diagnóstico de quiste de colédoco durante el embarazo. Dos desarrollaron datos de colangitis; la primera fue intervenida quirúrgicamente con anastomosis hepaticoyeyunal, pero abortó y falleció al décimo día del postoperatorio. La segunda tuvo una cesárea pretérmino por sufrimiento fetal; 4 semanas después fue intervenida con anastomosis hepaticoyeyunal, pero tuvo una perforación gástrica y falleció por complicaciones sépticas. La tercera no desarrolló colangitis, tuvo un embarazo sin complicaciones, se le realizó anastomosis hepaticoyeyunal 4 semanas después, con buenos resultados.
ConclusionesEl tratamiento de los quistes de colédoco durante el embarazo está relacionado con la presencia de colangitis. Cuando no responden al tratamiento médico, la descompresión de la vía biliar está indicada. El tratamiento definitivo debe realizarse una vez resuelto el embarazo.
Choledochal cysts are rare. They usually present during childhood in women, but it can also be seen during pregnancy. Clinical signs and symptoms are obscured during this time, thus it can complicate the diagnosis and represent a life threatening complication for both the mother and the child.
ObjectiveTo communicate the case of 3 pregnant patients with choledochal cyst.
Clinical casesThree pregnant women in which choledochal cyst were diagnosed. Two developed signs of cholangitis. The first one underwent a hepatic-jejunostomy, but had an abortion and died on postoperative day 10. The second one had a preterm caesarean operation due to foetal distress and underwent a hepatic-jejunostomy 4 weeks later; during her recovery she had a gastric perforation and died of septic complications. The third one did not develop cholangitis or jaundice. She had an uneventful pregnancy and had a hepatic-jejunostomy 4 weeks later with good results.
ConclusionsManagement of choledochal cysts during pregnancy is related to the presence of cholangitis. When they do not respond to medical treatment, decompression of the biliary tree is indicated. Definitive treatment should be performed after resolution of the pregnancy.
De acuerdo con Angel y Nassar, et al. el quiste de colédoco fue descrito por Vater en 17231,2. La etiologÃa es desconocida, con base en lo publicado por Wu3 y Gmijović et al.4 en 1936 Yotsuyanagi planteó la teorÃa de que se originaba a partir de la desigualdad en la vacuolización del tracto biliar durante las etapas tempranas del embrión. Actualmente existen 2 teorÃas; la primera postula que la distensión o el quiste se forma de manera secundaria a una estenosis congénita del tracto biliar; la segunda, propuesta en 1969 por Babbitt3,5, que es resultado de la unión anormal entre el colédoco y el conducto pancreático (mayor a 15mm), con reflujo pancreático, aumento de la presión intraluminal del colédoco y la distensión del mismo, siendo esta última la más aceptada.
MartÃnez-Ordaz y Niño-SolÃs6 sostienen que en 1959, Alonso-Lej propuso una clasificación que fue modificada por Todani en 1977. Los sÃntomas son inespecÃficos, principalmente ictericia sin causa aparente durante la infancia y dolor abdominal vago, siendo aún más patente en embarazadas. El embarazo altera de manera importante la función de la vesÃcula biliar, alteración atribuida a los cambios hormonales por estrógenos y progesterona. Los estrógenos han demostrado que inhiben la motilidad del esfÃnter de Oddi. También el útero grávido puede acentuar o agravar los sÃntomas por obstrucción distal de la vÃa biliar por compresión2.
ObjetivoPresentar 3 casos de quiste de colédoco en embarazadas, tratadas en un hospital de tercer nivel y compararlos con los casos reportados en la bibliografÃa médica.
Casos clÃnicosCaso 1Primigesta de 22 años de edad, con embarazo intrauterino de 9 semanas de gestación. Inició su padecimiento con dolor abdominal, tratado con analgésicos y antiespasmódicos. Se agregaron náuseas y posteriormente vómitos, ictericia y coluria. En la exploración fÃsica se encontró: consciente, cooperadora y tranquila, con adecuada hidratación, e ictericia de piel y mucosas +. Exploración cardiopulmonar sin compromiso; abdomen con tumor palpable en hipocondrio y flanco derecho, firme, móvil, doloroso, sin datos de irritación peritoneal. Los resultados de laboratorio demostraron: bilirrubina directa de 3.54mg/dl, indirecta de 0.22mg/dl, total de 3.76mg/dl; con elevación de transaminasas (alanino aminotransferasa 172 U/l, aspartato aminotransferasa 89 U/l). Se realizó ultrasonido que reportó tumor abdominal dependiente de hÃgado. Obstétricamente sin alteraciones. La colangiorresonancia magnética reportó lesión quÃstica de 20cm de diámetro cefalocaudal y 11cm anteroposterior, homogéneo, dependiente de la vÃa biliar extrahepática (fig. 1). La paciente comenzó con datos de colangitis, que no mejoró con tratamiento médico, por lo que se realizó resección de quiste de colédoco gigante, colecistectomÃa y anastomosis hepaticoyeyunal. Fue reintervenida en 2 ocasiones debido a hemoperitoneo por hemorragia de lecho quirúrgico. Durante esta evolución presentó ausencia de frecuencia cardiaca fetal, por lo que se realizó legrado uterino. La evolución fue mala, y falleció a causa de falla orgánica múltiple al décimo dÃa del postoperatorio.
Caso 2Mujer de 31 años de edad, con embarazo intrauterino de 22 semanas de gestación. Antecedente de embarazo normoevolutivo, por parto eutócico 8 años antes de su padecimiento actual. Historia de 3 semanas con ictericia, coluria, acolia, dolor abdominal localizado en epigastrio, tipo cólico, transflictivo con aumento de intensidad hasta 10/10, diaforesis y náuseas. En la exploración fÃsica se encontró: consciente, cooperadora y tranquila, ictericia +++, abdomen blando, globoso a expensas de panÃculo adiposo y útero grávido, con dolor leve a la palpación profunda, sin datos de irritación peritoneal. Los exámenes de laboratorio demostraron: albúmina 2.5g/dl, bilirrubina total 4mg/dl (bilirrubina indirecta 0.54mg/dl, bilirrubina directa 3.46mg/dl) y hemoglobina de 10.7g/dl. El ultrasonido reportó producto único vivo de 22.5 semanas de gestación por longitud femoral, hidrocefalia, calcificación intraabdominal indicativa de fetus in fetu, ecos en lÃquido amniótico, lo que evidencia sangrado, placenta grado de madurez II, presentación cefálica. La colangiorresonancia magnética reportó dilatación de la vÃa biliar intrahepática y presencia de quiste de colédoco Todani I, voluminoso, con compresión de estructuras adyacentes (fig. 2). Se realizó cesárea programada por sufrimiento fetal crónico, obteniendo producto femenino vivo de 26 semanas por Capurro. Por persistir con hiperbilirrubinemia (bilirrubina directa de 25mg/dl) y datos de colangitis, 4 semanas tras la cesárea, se programó anastomosis hepaticoyeyunal en Y de Roux con hallazgos de quiste de colédoco de 25×12 cm, con adherencias firmes a vena porta. Evolucionó satisfactoriamente durante los 8 dÃas posquirúrgicos. Sin embargo, presentó hemorragia de tubo digestivo alto con descenso de la hemoglobina y deterioro hemodinámico, por lo que se realizó laparotomÃa exploradora con hallazgo de hemoperitoneo de 1,300cc y presencia de perforación isquémica en fondo gástrico. Tuvo una mala evolución clÃnica, presentando sepsis abdominal, choque séptico y coagulación intravascular diseminada, y falleció el dÃa 21 del postoperatorio.
Caso 3Paciente de 22 años de edad, primigesta, sin antecedentes de importancia. Comenzó a las 20 semanas de gestación con datos de dolor abdominal de leve intensidad localizado en hipocondrio derecho relacionado con colecistocinéticos. Por esta razón se realizaron exámenes de laboratorio, los cuales reportaron aspartato aminotransferasa de 201U/l y alanino aminotransferasa de 343U/l. Fue realizado ultrasonido, donde se documentó colecistitis crónica litiásica y probable quiste de colédoco. Se realizó colangiorresonancia magnética, la cual reportó dilatación de colédoco de 5×6cm compatible con quiste de colédoco (fig. 3). El manejo durante el resto del embarazo fue solamente sintomático. Tuvo resolución del embarazo normoevolutivo a través de parto eutócico. Un mes después fue intervenida quirúrgicamente, realizándole colecistectomÃa y resección del quiste de colédoco con anastomosis hepaticoyeyunal. La evolución postoperatoria fue satisfactoria y fue egresada sin complicaciones.
DiscusiónLa teorÃa de Babbit propone que la anormalidad en la unión biliopancreática con la formación de un conducto común largo y anormal fuera del control de los esfÃnteres de Boyden, permiten el reflujo de las enzimas pancreáticas hacia el conducto biliar común y estas causan inflamación, desepitelización y adelgazamiento, con obstrucción distal, que finalmente origina la formación del quiste. La incidencia varÃa, pero se reporta un caso entre 13,000 a 2 millones de nacidos vivos, siendo más frecuente en mujeres (4:1) y asiáticos. Son diagnosticados principalmente durante la infancia (60%)3–5,7,8. Los quistes tipo I (50-85%) y tipo IV (30-40%) son los más frecuentes3,5,9.
En general, los sÃntomas son vagos; los pacientes presentan ictericia y dolor abdominal impreciso. La trÃada clásica de presentación es: dolor abdominal (87%), ictericia (57%) y tumor abdominal palpable en hipocondrio derecho (17%); se presenta solo en el 20% de los casos6. Son esperadas las alteraciones en pruebas de función hepática.
Las complicaciones más frecuentes son colangitis y pancreatitis8,10,11. Otras son cirrosis biliar, hipertensión portal, rotura, peritonitis, litiasis vesicular o coledociana, y la más importante, es el riesgo de malignidad que aumenta con la edad (0.7% en menores de 10 años, 7% entre 10 y 20 años, 14% en mayores de 20 años y 50% en mayores de 50 años)2,5,12,13.
Los quistes de colédoco en embarazadas son raros, pero representan una amenaza para la madre y el feto. Las principales complicaciones esperadas son la pérdida del feto o el parto pretérmino12,13. El diagnóstico durante el embarazo es difÃcil, ya que requiere de su sospecha diagnóstica y auxiliares de diagnóstico. El más común es el ultrasonido, sin embargo, es difÃcil durante el embarazo por la distorsión de la anatomÃa normal del abdomen y por el útero grávido12,14. Pueden realizarse estudios con radiación ionizante o contrastados, tales como la tomografÃa computada o la colangiopancreatografÃa retrógrada endoscópica, pero con extrema precaución. La colangiografÃa (percutánea, endoscópica o nuclear) demuestra el tipo de quiste, el compromiso intra o extrahepático y la anormalidad de la unión biliopancreática. La imagen por resonancia magnética puede proveer una adecuada visualización y relaciones entre el quiste de colédoco (tamaño y extensión) y el árbol biliar; sin embargo, tiene limitaciones para diagnosticar quistes o anormalidades ductales pequeñas4,7,15,16.
Una vez realizado el diagnóstico las pacientes deben referirse a una unidad especializada, ya que un tratamiento inadecuado puede ser catastrófico para el binomio maternofetal. La paciente embarazada constituye una situación especial. La presencia del quiste en los casos de lesiones muy grandes, o el desarrollo de complicaciones de los mismos están relacionados con el aumento de la morbimortalidad maternofetal. Fue revisada la experiencia del manejo de esta enfermedad en pacientes embarazadas y se presenta un resumen en la tabla 11–5,7–21; en esta también se incluyeron (al final) las 3 pacientes de nuestro estudio; de estas, en 29 el diagnóstico fue realizado durante el embarazo y en 2 casos en el puerperio inmediato. Dieciocho pacientes (69%) de las 26 en que fue mencionado el número de embarazo eran primigestas. La sintomatologÃa más frecuente fue relacionada a colangitis, con dolor abdominal en 28 pacientes (90%), ictericia en 17 (57%) y fiebre en 12 (40%). Únicamente se mencionó tumor palpable en hipocondrio derecho en 6 pacientes (19%), aunque se debe tomar en cuenta la presencia del útero grávido, que probablemente afectó la evaluación durante la exploración fÃsica. En 12 pacientes la resolución del embarazo fue a través de parto (39%), en 13 con cesárea (42%) y 4 abortos (13%). En 2 casos no fue mencionado. En 15 pacientes (48%) el embarazo llegó a las 36 semanas o más, en 10 (32%) fue de 35 semanas o menos y en 4 (13%) casos, aborto. En 2 casos no se mencionó el tiempo de evolución.
CaracterÃsticas, presentación, evolución y tratamiento efectuado en 30 pacientes con quiste de colédoco diagnosticado durante el embarazo o puerperio inmediato
Paciente/referencia | Paciente y edad | Edad gestacional | SÃntomas y signos | Tipo y tamaño del quiste | Tratamiento llevado hasta la resolución del embarazo | Semana término de la gestación | Tratamiento posterior a término de la gestación | Evolución paciente/producto |
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1/Angel et al.1 | Primigesta, 25 años | 20 semanas, gemelar | Dolor abdominal, náuseas, coluria, acolia, ictericia | Tipo I, 11×8cm | Drenaje percutáneo 21.5 SDG | Parto 35 SDG | AHY a las 6 semanas | Buena/buena |
2/Nassar et al.2 | Primigesta, 18 años | 18 semanas | Dolor abdominal, náuseas, ictericia, vómitos, tumor en hipocondrio derecho | No mencionado, 14.5×10×15cm | Drenaje percutáneo y luego AHY al sexto dÃa (SDG 19) | Parto 39 SDG |  | Buena/buena |
3/Wu et al.3 | Primigesta, 27 años | 20 semanas | Dolor abdominal, náuseas, anorexia, ictericia, vómitos, coluria, pérdida de peso, fiebre, tumor en hipocondrio derecho | Tipo IV, 12×9×10cm | Anastomosis cistoyeyunal y sonda en T | 20 SDG (aborto) |  | Mala; muerte a los 25 dÃas por choque séptico/aborto |
4/Gmijović et al.3 | Primigesta, 23 años | 36 semanas | Dolor abdominal, náuseas, anorexia vómitos, ictericia | Tipo IV, 15×3×16cm | Drenaje percutáneo | Parto 40 SDG | Anastomosis cistoyeyunal a las 4 semanas | Buena/buena |
5/Wu et al.3 | MultÃpara, 26 años | 28 semanas | Dolor abdominal, ictericia, tumor en hipocondrio derecho | No mencionado, 20×20×20cm |  | Parto 28 SDG | Anastomosis cistoyeyunal a la primera semana | Buena/no mencionada |
6/Gmijović et al.4 | Primigesta, 28 años | 32 semanas | Dolor abdominal, fiebre, ictericia | Tipo I, 16cm | Drenaje percutáneo por US | Cesárea 39 SDG | AHY a las 8 semanas poscesárea | Buena/no mencionada |
7/Prochazka et al.5 | No se menciona, 29 años | 35 semanas | Dolor abdominal, náuseas, hiporexia, vómitos | Tipo I, 12×11×10cm |  | Cesárea 35 SDG | AHY una semana después | Buena/buena |
8/Prochazka et al.5 | No se menciona, 23 años | 32 semanas | Dolor abdominal, náuseas, vómitos, ictericia, hepatomegalia palpable | Tipo I, 15×15×10cm |  | Parto 32 SDG | AHY a las 2 semanas | Buena/no mencionada |
9/Fok et al.7 | Secundigesta, 18 años | 18 semanas | Posterior a la cesárea dolor abdominal, náuseas. Tumor en hipocondrio derecho | Tipo I, 12×9×10cm |  | Cesárea 38 SDG | AHY 3 dÃas después | Buena/no mencionada |
10/Nasu et al.8 | Primigesta, 26 años | 18 semanas | Dolor abdominal, fiebre | Tipo I, 12cm | Drenaje percutáneo | Cesárea 37 SDG | AHY a las 6 semanas | Buena/buena |
11/Jabbour et al.9 | No se menciona, 19 años | 28 semanas | Dolor abdominal, fiebre, ictericia | Tipo I, 7.5cm | AHY a las 29 SDG | Parto a término |  | Buena/buena |
12/Jabbour et al.9 | No se menciona, 32 años | 15 semanas | Dolor abdominal | No mencionado, 3×5×5cm | AHY a las 16 SDG | Parto a término |  | Buena/buena |
13/Beattie et al.10 | Primigesta, 20 años | 24 semanas | Dolor abdominal, vómitos | Tipo I, 4.5×4.6cm | Drenaje de pseudoquiste pancreático a las 24 SDG | Cesárea 35 SDG | AHY semanas posteriores | Buena/buena |
14/Diamond y Panesar11 | Primigesta, 23 años | 35 semanas | Dolor abdominal, irritación peritoneal, fiebre | Tipo I, sin tamaño |  | Cesárea 35 SDG | Anastomosis coledococistoduodenal 4 dÃas poscesárea | Buena/buena |
15/Hewitt et al.12 | Primigesta, 19 años | 36 semanas | Ictericia | Tipo I, 15cm |  | Cesárea 36 SDG | AHY 5 semanas después | Buena/no mencionada |
16/Hewitt et al.12 | Primigesta, 17 años | 16 semanas | Dolor abdominal, vómitos, fiebre | Tipo I, sin tamaño | LaparotomÃa por rotura del quiste con colocación sonda en T | 16 SDG | AHY 6 meses después | Buena/aborto espontáneo |
17/Hewitt et al.12 | Secundigesta, 25 años | Puérpera (4 dÃas) | Tumor en hipocondrio derecho | Tipo IV a, sin tamaño |  | Término | AHY | Buena/no mencionada |
18/Wig et al.13 | No se menciona, 20 años | Puerperio inmediato | Dolor abdominal, fiebre, ictericia, hepatomegalia, deshidratación | Tipo I, 10cm |  | Término | AHY | Buena/no mencionada |
19/Wig et al.13 | NulÃpara, 24 años | 20 semanas | Dolor abdominal, fiebre, ictericia | Tipo I, sin tamaño | ColecistectomÃa y colocación sonda en T | Aborto (24 SDG) | AHY 2 meses después del aborto | Buena/aborto |
20/Binstock et al.14 | Primigesta, 39 años | 27 semanas | Coluria, dolor abdominal, vómitos, pérdida de peso, ictericia | Tipo I, 20cm |  | Cesárea 35 SDG | AHY durante la cesárea | Buena/buena |
21/Wu et al.15 | Primigesta, 28 años | 37 semanas | Dolor abdominal | Tipo I, 13cm |  | Cesárea 37 SDG | Drenaje percutáneo y posteriormente AHY 6 semanas después | Buena/no mencionada |
22/Wu et al.15 | Primigesta, 30 años | 38 semanas | Dolor abdominal | Tipo I, 12×6cm |  | Cesárea 38 SDG | AHY 5 semanas después | Buena/no mencionada |
23/Conway et al.16 | Primigesta, 19 años | 22 semanas | Dolor abdominal, fiebre, ictericia | Tipo I, sin tamaño | AHY a las 22 SDG | Cesárea 40 SDG |  | Buena/buena |
24/Hurtado DÃaz et al.17 | Primigesta, 20 años | 22 semanas | Náuseas, dolor abdominal, vómitos, fiebre | Tipo I, sin tamaño | Drenaje externo (colecistostomÃa) | 36 SDG | AHY 4 semanas después | Buena/no mencionada |
25/Aszodi et al.18 | Secundigesta, 20 años | 20 semanas | Náuseas, vómitos, dolor abdominal | Tipo I, 10×7.5×7.5cm | Resección del quiste, AHY en Y de Roux | Cesárea 40 SDG |  | Buena/buena |
26/Shanley et al.19 | MultÃpara, 34 años | 34 semanas | Dolor abdominal, ictericia, coluria | Tipo I, 10×8×14cm |  | Parto 34 SDG | AHY una semana después | Buena/buena |
27/Arce-Sánchez et al.20 | Primigesta, 15 años | 31 semanas | Dolor abdominal, fiebre, ictericia | Tipo I, sin tamaño | CPRE y endoprótesis a las 31 SDG | Parto a término | No realizado | Buena/no mencionada |
28 | Primigesta | 32 semanas | Dolor abdominal, pancreatitis aguda | Tipo I, sin tamaño |  | Cesárea 34 SDG | HYA a las 2 semanas | Buena/buena |
29 (caso 1 de este reporte) | Primigesta, 22 años | 9 semanas | Dolor abdominal, fiebre, ictericia, tumor en hipocondrio derecho | Tipo I, 20×11cm | AHY a las 11 SDG | Aborto 11 SDG |  | Mala; sepsis abdominal y muerte/aborto |
30 (caso 2 de este reporte) | Secundigesta, 31 años | 22 semanas | Dolor abdominal, fiebre, ictericia | Tipo I, 25×12cm |  | Cesárea 26 SDG | AHY 3 semanas después | Mala; perforación gástrica y muerte/mala |
31 (caso 3 de este reporte) | Primigesta, 22 años | 20 semanas | Dolor abdominal | Tipo I, 6×4cm |  | Parto a término | AHY un mes después | Buena/buena |
AHY: anastomosis hepaticoyeyunal; CPRE: colangiopancreatografÃa retrógrada endoscópica; SDG: semanas de gestación; US: ultrasonido.
El tratamiento en las embarazadas debe ser conservador en los casos en que los quistes son asintomáticos1,3,14,19. Fueron tratadas conservadoramente 15 pacientes. 9 de estas pacientes (60%) presentaron resolución del embarazo antes de la semana 36; posteriormente, 13 fueron reintervenidas para la resección del quiste con anastomosis hepaticoyeyunal, y a 2 pacientes se les realizó anastomosis cistoduodenal y cistoyeyunal, respectivamente. Una de las pacientes (caso 2 del presente reporte) falleció durante el postoperatorio tardÃo. La mortalidad reportada con este tratamiento, es del 7%.
En los casos sintomáticos que no responden al tratamiento con antibióticos debe realizarse la descompresión del quiste por vÃa percutánea transhepática, endoscópica o quirúrgica3,5,8,14. En estas pacientes se realizaron 9 drenajes, 5 percutáneos, 3 quirúrgicos con colocación de sondas (sonda en T en 2 casos y otro con colecistostomÃa) y colangiopancreatografÃa retrógrada endoscópica en un caso. La evolución posterior al drenaje fue buena en 7 pacientes (en 5 casos llegando a la resolución del embarazo en la semana 36 o posterior), y en 2 casos buena para la madre pero con pérdida del producto (ambos en pacientes intervenidas quirúrgicamente con colocación de sonda en T por rotura de quiste y colangitis grave, respectivamente); ninguna paciente de este grupo falleció. En 7 pacientes fue realizada posteriormente a la resolución del embarazo la resección del quiste con anastomosis hepaticoyeyunal, cistoyeyunal en otra, y en una paciente no se reportó ningún otro tratamiento quirúrgico posterior.
El tratamiento definitivo es quirúrgico, por lo que el momento de decisión quirúrgica debe tomar en cuenta el riesgo quirúrgico del binomio y las complicaciones de la misma enfermedad. De ser posible, el tratamiento quirúrgico debe realizarse hasta el segundo trimestre, ya que la cirugÃa conlleva un riesgo alto de morbimortalidad en embarazadas2,12,18. Se justifica la cirugÃa en el primer trimestre cuando la vida de la madre está amenazada, y durante el tercer trimestre la inducción del parto o realizar cesárea cuando exista una adecuada madurez fetal3,9. En 7 pacientes se realizó tratamiento quirúrgico definitivo durante el embarazo. En 5 casos (71%) la evolución fue buena tanto para la madre como para el producto, siendo a término en todos los casos. En 2 casos (28%) la evolución fue mala, con muerte materna secundaria a complicaciones de la cirugÃa.
La cirugÃa definitiva debe basarse en la clasificación del quiste y de las condiciones generales del paciente. La cirugÃa de preferencia es la anastomosis hepaticoyeyunal en Y de Roux por la menor incidencia de colangitis y reintervención quirúrgica. La resección del quiste es ampliamente aceptada para los tipo I, II y IV. Los quistes tipo III requieren de drenaje quirúrgico o la realización generalmente por vÃa endoscópica con esfinterotomÃa. Para los tipos IV aún es controversial, siendo las opciones la resección únicamente del quiste extrahepático o realizar resección total del quiste con hepatectomÃa. En los quistes tipo V algunos autores recomiendan la resección hepática. La resección es recomendada sobre la derivación del quiste por la mayor incidencia de carcinoma de colédoco en el remanente del quiste2,3,18. En uno de los casos en que se realizó este procedimiento se desarrolló un carcinoma a los 10 años de seguimiento.
ConclusionesEl quiste de colédoco es una enfermedad rara pero que puede ser vista en pacientes durante el embarazo. El éxito en el pronóstico de las pacientes embarazadas se basa: en el momento del diagnóstico de la enfermedad, las condiciones generales de la paciente, la evolución clÃnica durante su vigilancia y el momento de realizar el tratamiento definitivo. La paciente debe ser referida a unidades especializadas para su manejo integral. En pacientes asintomáticas el tratamiento conservador está indicado. En aquellas con colangitis, el tratamiento con antibiótico y en caso necesario la descompresión de la vÃa biliar por vÃa percutánea transhepática o colangiopancreatografÃa retrógrada endoscópica, que es una forma temporal de tratamiento. El procedimiento definitivo (resección con anastomosis hepaticoyeyunal) debe basa en: las condiciones generales de la paciente, el apoyo de auxiliares de diagnóstico y la experiencia quirúrgica por ser pacientes con alto riesgo de morbimortalidad.
Conflicto de interesesLos autores declaran no tener ningún conflicto de intereses.