La aparición de seromas axilares es la complicación más frecuente tras la linfadenectomía axilar. En este trabajo estudiamos algunos parámetros relacionados con el uso de drenajes quirúrgicos que podrían resultar predictivos del desarrollo de dichos seromas.
Pacientes y métodoSe han estudiado, de forma prospectiva, 100 pacientes intervenidas de manera consecutiva por cáncer de mama y en las que se realizó linfadenectomía axilar de los tres niveles como parte de su tratamiento. En todas se colocó en la intervención un drenaje axilar, y se registraron datos sobre el débito y duración de dicho drenaje en el postoperatorio. Estos parámetros se compararon según desarrollaran las pacientes seromas que precisasen punciones evacuadoras.
ResultadosSólo se encontraron diferencias significativas en el débito medio de los tres últimos días de drenaje, encontrándose una relación entre el desarrollo de seromas y más de 50 ml del citado débito. No encontramos diferencias en el resto de parámetros, incluyendo la técnica utilizada.
ConclusionesLa retirada del drenaje axilar cuando el débito medio de los tres últimos días es menor de 50 ml, es una medida eficaz a la hora de tratar de evitar el desarrollo de seromas axilares postoperatorios tras linfadenectomías por cáncer de mama.
The development of axillary seromas is the most common complication after axillary lymphadenectomy. The aim of this study was to analyze several parameters related to the use of surgical drainage that might be predictive for the development of seromas.
Patients and methodsWe prospectively studied 100 consecutive patients who underwent level I-III axillary lymphadenectomy as part of their treatment for breast cancer. In all patients, an axillary drain was inserted during surgery and data on the drainage volume and duration of the drainage were recorded in the postoperative period. The relationship between these parameters and the development of seromas requiring evacuating puncture was analyzed.
ResultsSignificant differences were found only in the mean drainage volume of the last three days of drainage when there was a relationship between the development of seroma and a drainage volume of more than 50 ml. No differences were found between the remaining parameters, including the technique used.
ConclusionsWhen the mean drainage volume in the last three days of drainage is lower than 50 ml, withdrawal of the axillary drain is an effective measure to avoid the development of postoperative axillary seromas after lymphadenectomy for breast cancer.