Clásicamente, se ha indicado la profilaxis antibiótica en la cirugía limpia cuando se instaure material protésico. Una de las intervenciones más habituales de este tipo es la herniorrafia inguinal. Debido a los bajos índices de infección de herida y al reducido tamaño del material protésico implantado, existen dudas razonables sobre la utilidad de la profilaxis antibiótica en esta intervención. Por eso, hemos realizado un estudio para conocer si la presencia o ausencia de profilaxis antibiótica modifica la tasa de infecciones de la herniorrafia inguinal con prótesis.
Pacientes y métodoEstudio de intervención sin asignación aleatoria ni cegamiento, en pacientes intervenidos de herniorrafia inguinal con prótesis en el Servicio de Cirugía General del Hospital Clínico Universitario Sant Joan de Alicante. El estudio se realizó entre los años 1998 y 2002, ambos incluidos. Los criterios de exclusión fueron: pacientes inmunodeprimidos y/o con hernia inguinal bilateral. Los pacientes fueron divididos en dos grupos: un grupo sometido a profilaxis antibiótica preoperatoria (PAP), consistente en 1,5 g de cefuroxima i.v. en la inducción anestésica y otro grupo de pacientes sin profilaxis. Se estandarizó la técnica quirúrgica. La infección de herida se definió según los criterios de los CDC (Centers for Disease Control). Los pacientes fueron seguidos a la semana, al mes y al año de la intervención quirúrgica.
Análisis estadísticoSe analizó la incidencia acumulada (IA) de infección de herida quirúrgica, junto con su intervalo de confianza (IC), en cada uno de los grupos y si la diferencia era significativa entre los dos grupos. También se calculó el NNT (número de individuos tratados necesario para que se observe un efecto beneficioso).
ResultadosEl estudio incluyó a un total de 425 pacientes (408 varones y 17 mujeres), 358 de ellos aquejados de hernia primaria y 67 de hernia recidivada, con unas edades medianas de 59 y 63 años, respectivamente. Se realizó profilaxis antibiótica en el 48,6% de los pacientes con hernia inguinal primaria y en el 49,2% de las hernias recidivadas. Sufrieron complicaciones 45 pacientes intervenidos de hernia inguinal primaria (12,5% de este grupo y 10,6% de toda la serie), frente a ocho del grupo de hernias recidivadas (11,9% de este grupo y 1,9% de toda la serie). Se documentaron dos infecciones de herida quirúrgica (0,47%), ambas en pacientes intervenidos por hernia primaria, una en el grupo de PAP y otra en el grupo sin PAP. Entre los 207 pacientes con PAP el riesgo de infección fue del 0,48% (IC del 95%, 0,46- 1,42%), y para los 218 que no la realizaron fue del 0,45% (IC del 95%, 0,43-1,33%), sin que la diferencia alcanzara significación estadística. Tampoco hubo diferencias en la incidencia de aparición de otras complicaciones distintas de la infección de localización quirúrgica. El número necesario de pacientes (NNT) intervenidos de hernia inguinal que deben recibir quimioprofilaxis antibiótica perioperatoria para observar un efecto beneficioso con la aplicación de PAP, es decir, la ausencia de infección en un paciente, fue de 3.333 pacientes.
ConclusiónDada la presencia de una mínima cantidad de “cuerpo extraño” con la prótesis habitual de una herniorrafia, es poco probable la presencia de infecciones, sobre todo cuando la prótesis está mallada y multiperforada. Por ello, parece que se puede prescindir sistemáticamente de la profilaxis antibiótica en las intervenciones de herniorrafia con prótesis sin que se incremente significativamente el riesgo de infección de la herida quirúrgica ni las complicaciones locales derivadas de su ausencia, limitando su uso únicamente a pacientes con factores de riesgo.
Traditionally, antibiotic prophylaxis was indicated in clean surgical interventions when prosthetic material was introduced. Groin herniorrhaphy is one of the most common procedures in clean surgery. There are reasonable doubts about the utility of antibiotic prophylaxis in this type of surgery due to the low rate of wound infection and the smallness of the prosthetic material. Consequently, we performed a study to determine whether the presence or absence of antibiotic prophylaxis modifies the infection rate of inguinal prosthetic herniorrhaphy.
Patients and methodWe performed an interventional, non-blinded, non-randomized study of patients undergoing herniorrhaphy with polypropylene mesh for primary and recurrent groin hernias between January 1998 and January 2002 in the Surgery Department of San Juan Hospital in Alicante (Spain). Immunodeficient patients and those with bilateral hernias were excluded. The patients were divided into two groups: one group received preoperative prophylactic antibiotic therapy (PAP) (one 1.5 g preoperative dose of intravenous cefuroxime), and the other group received no prophylaxis. Surgical technique was randomized. Wound infection was defined according to the criteria of the Centers for Disease Control. Patients were evaluated one week, one month and one year after the surgical intervention.
Statistical analysisThe accumulated incidence of surgical wound infection and its confidence interval (CI) were analyzed in each group. To analyze statistical significance the difference between the accumulated incidence and its confidence interval was calculated. The number needed to treat (NNT) to notice a beneficial effect was also calculated.
ResultsFour hundred twenty-five patients (408 men and 17 women) were studied. Of these, 358 had primary groin hernia and 67 had recurrent hernia. The median age was 59 and 63 years old, respectively. Prophylactic antibiotic therapy were performed in 48.6% of primary inguinal hernias and in 49.2% of recurrent hernias. Forty-five patients who underwent surgery for primary hernia showed complications (12.5% of this group and 10.6% of the series) compared with eight patients with recurrent hernia (11.9% of this group and 1.9% of the series). Two surgical wound infections occurred (0.47%): both patients (one in the PAP group and the other in the non-PAP group) had primary hernia. The risk of infection was 0.48% (95% CI: 0.46%-1.42%) in the 297 patients in the PAP-group and was 0.45% (95% CI: 0.43%-1.33%) in the 218 patients in the non-PAP group. These differences were not statistically significant. Likewise, no significant differences were found in the incidence of other complications. The NNT to prevent one infection was 3,333 patients.
ConclusionGiven that herniorrhaphy mesh represents a minimal quantity of “foreign body”, the probability of infection is low, even when the mesh is multiperforated. Therefore, prophylactic antibiotic therapy could probably be systematically eliminated from mesh herniorrhaphies without significantly increasing the risk of surgical wound infection or local complications derived from its absence, and its use could be limited to patients with factor risks.