El diagnóstico del nódulo tiroideo es un reto sin intervención quirúrgica. En la práctica clínica habitual suele establecerse con ecografía y punción-aspiración con aguja fina (PAAF). Si la citología es de neoplasia folicular con citología indeterminada o proliferación folicular: Bethesda III o IV1, está indicada la cirugía como diagnóstico.
Recientemente se ha publicado un modelo de predicción preoperatoria de carcinoma folicular de tiroides (CFT) con un modelo calculado sobre 3649 pacientes sometidos a tiroidectomías2, que obtuvo una sensibilidad de 90,2%, especificidad del 87,7%, un valor predictivo negativo del 99,8% y un valor predictivo positivo del 90,7%.
El objetivo del presente estudio es comprobar la utilidad y aplicabilidad clínica de dicho modelo en nuestro medio.
Se diseñó un estudio de tipo observacional, descriptivo y prospectivo sobre la población de pacientes intervenidos por patología nodular tiroidea con PAAF. Se indicó cirugía en todos los casos de proliferación folicular (T3 y T4 clasificación Bethesda). Se consideran los informes radiológicos. La PAAF se realizó siguiendo la clasificación ACR-TIRADS, a partir de TR3, aplicando protocolo clínico3. Se analizan tiroglobulina y anticuerpos antitiroglobulinas (TgAb) séricos preoperatorios. Se aplica una modificación de nuestro grupo a la fórmula descrita (2) para que el punto de corte sea 0, quedando:
Y=0,010 ×(niveles de tiroglobulina en ng/mL)+0,556×(diámetro del nódulo en cm)+0,675×(calcificación)+2.355×(componente del nódulo)+1.072 x (flujo sanguíneo)−5,677.
Donde:
- -
calcificación: 1 sí; 0 no.
- -
componente del nódulo: 1 sólido, 0 quístico o sólido- quístico.
- -
flujo sanguíneo: 1 sí; 0 no.
Se comparan los valores de Y con el resultado definitivo de la biopsia tras la cirugía. Entendiendo como prueba eficaz para el diagnóstico los valores de Y >0.
Desde febrero de 2020 hasta febrero de 2021 se incluyeron 23 casos. La distribución fue 16 mujeres y 7 varones. Edad media de 58 años. La indicación de tiroidectomía fue por PAAF T3 en 15 casos y por PAAF T4 en los 8 restantes. En 4 casos se realizó tiroidectomía total por nódulos contralaterales, en el resto hemitiroidectomía con istmectomía.
El resultado de la fórmula fue de Y>0 en 13 casos (56%) y menor de 0 en los 10 restantes (44%). Hubo 10 CFT, 4 de ellos microcarcinomas. La prevalencia en esta serie fue del 43%.
La concordancia de la fórmula con los resultados se expone mediante una tabla (tabla 1) de contingencia 2x2 siguiendo las recomendaciones Standards for Reporting of Diagnostic Accuracy.
La sensibilidad fue del 60% y la especificidad 46%. El valor predictivo positivo fue 46% y el valor predictivo negativo del 60%. Expresado en forma de curva ROC como variable numérica continua según niveles de tiroglobulina, los resultados para distintos puntos de corte no fueron mejores (fig. 1).
El área bajo la curva (AUC) fue de 0,55, con desviación estándar de 0,125 (con 95% de intervalo de confianza de 0,3 a 0,79).
Si comparamos aquellos casos con TgAb no elevados (menos de 115 UI), los resultados fueron similares: sensibilidad 55% y especificidad 50%.
El reto diagnóstico se basa en que la única certeza es la invasión capsular y/o vascular de las células foliculares en la pieza completa del nódulo. Además, las características ecográficas asociadas a una mayor probabilidad de malignidad son más manifiestas en el carcinoma papilar, pero no tanto en CFT4.
El reclutamiento de casos se vio afectado por la pandemia COVID, en concordancia a lo que ha ocurrido en otros territorios5.
Al tratar de reproducir el modelo de predicción para CFT diseñado por Yu et al. se encuentran resultados que no pueden equipararse a los de los autores del mismo2.
Esta discordancia puede deberse a la variabilidad individual de la interpretación radiológica6, a la exclusión de los pacientes con PAAF previa2, a las diferencias en la incidencia de CFT 1,7%2, frente a un 43% de la población de esta serie. Los pacientes con PAAF Bethesda III o IV tienen un riesgo de carcinoma del 10 al 40%4 lo que concuerda con nuestros hallazgos.
La tiroglobulina está influenciada por TgAb3 y por la PAAF previa7. En la serie que se presenta la PAAF se realizó al menos 3 semanas antes, por tanto, su determinación no debería estar influida8.
El tamaño muestral no se acerca al necesario para potencia estadística.
En conclusión, en nuestro medio y con ciertas limitaciones no se reproducen los resultados de valor predictivo positivo para determinación de CFT aplicando la fórmula de Yu et al. basada en niveles de tiroglobulina y parámetros ecográficos. Por tanto, nuestros resultados no permiten apoyar el uso sistemático de esta fórmula sin definir algunos aspectos como la población diana, la metodología, la prevalencia en la población y otros factores que deben ser analizados por más grupos. Son necesarios más estudios para poder basar decisiones clínicas críticas aplicando dicha fórmula.