Sr. Director:
Los lipomas de células fusiformes son tumores benignos poco frecuentes que suelen localizarse en hombros, cuello o tronco. Sólo se ha publicado un caso cuya localización sea perianal1.
Presentamos un nuevo caso.
Varón de 52 años, sin antecedentes de interés, que consultó por presentar induración perineal de un mes de evolución, no dolorosa y sin aumento aparente de tamaño desde su aparición.
La exploración mostró masa perineal izquierda, sin signos inflamatorios. Por tacto rectal se apreciaba compresión extrínseca en cuadrante anterior izquierdo, sin alteración mucosa. La rectoscopia fue normal. La ecografía endorrectal informó de masa hiperecoica de 56 × 33 mm, en íntimo contacto con esfínter anal externo y la rama puborrectal izquierda. La resonancia magnética demostró lesión ocupante de espacio en situación supraelevadora, desplazando los músculos iliocoxígeo, pubocoxígeo y glándula prostática (fig. 1).
Fig. 1. Resonancia magnética. Masa bien delimitada (50 ×40 ×55 mm) con apariencia de tumor lipomatoso.
Fue intervenido, realizándose una exéresis transperineal de tumoración de aspecto lipomatoso.
El examen microscópico mostró áreas formadas por adipocitos maduros uniformes y sin presencia de lipoblastos, y áreas formadas por células de núcleos uniformes, agrupadas en haces e inmersas en una estroma mixoide con gruesas fibras colágenas (fig. 2). El diagnóstico patológico fue de lipoma fusocelular.
Fig. 2. Proliferación lipomatosa con predominancia de células fusiformes (hematoxilina-eosina ×250).
El lipoma de células fusiformes fue descrito por primera vez en 1975 por Enzinger y Harvey2; uno de sus principales objetivos al definirlo histológicamente es conseguir diferenciarlo del liposarcoma. Aunque suele ser una tumoración solitaria y subcutánea, en la abundante literatura médica existente encontramos casos de lipoma fusocelular múltiple3 y también de localización profunda4. Esta entidad representa el 1,5% de las neoplasias adipocíticas5. El aspecto macroscópico de nuestro lipoma era indistinguible de cualquier otro, aunque una vez abierta la pieza, la presencia de zonas grisáceas no adiposas puede hacer sospechar que se trata de algún lipoma diferente. El diagnóstico lo da siempre el patólogo; en ocasiones es difícil la diferenciación con tumores malignos como el liposarcoma de células fusiformes o el liposarcoma mixoide.